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La economía de la cultura, el turismo y nuestra profesión
Autor: Dr. Gerardo R. Barrionuevo
Miembro de la Comisión de Actuación Profesional de los Licenciados en Economía
La relación entre el mundo de la cultura y de las ciencias económicas ha entrado en las ultimas décadas a ocupar un destacado papel en el quehacer político, social, empresario y profesional. Esto ha dado lugar al desarrollo de la economía de la cultura, comprendiendo todas las disciplinas que integran la economía en sentido amplio, movilizado por cinco factores de efecto contundente:

1. La innovación tecnológica.

2. El notable desarrollo de las comunicaciones e Internet.

3. El crecimiento económico.

4. El crecimiento mundial del turismo.

5. La globalización.

Las principales economías del mundo vienen desde la década del 80, y cada vez en mayor medida, integrando la producción cultural a las políticas y estrategias económicas, públicas y privadas, por su contribución al PBI, al ingreso de divisas, inversiones y empleo, entre otros resultados destacados.

La globalización que en un momento apareció como una amenaza capaz de anular las identidades culturales paradójicamente dio lugar a un fortalecimiento de las identidades nacionales que se apoyaron en políticas gubernamentales activas, estrategias de marketing, acciones de promoción y publicidad que están dando lugar a un notable desarrollo de la multiplicad cultural.

Nuestro país para nada es ajeno a esa caracterización y al efecto de dichos cinco factores, jugando el turismo un papel fundamental.

La motivación por la oferta cultural de nuestro país, especialmente de la Ciudad de Buenos Aires, para los turistas extranjeros es la predominante de acuerdo a las encuestas y tal como se desprende de la promoción como destino turístico que se hace por medio de las agencias, publicaciones especializadas, Secretaría de Turismo de la Nación y otros. Arquitectura, teatros, museos, galerías de arte, espectáculos, gastronomía, moda y diseño, diversidad de paisajes y costumbres, conferencias, convenciones, exposiciones, artesanos sofisticados, salones de bailes, academias y talleres, cines, grandes librerías, centros culturales, deportes, esparcimiento rural y multiplicidad de alternativas, que se conjugan con otras características atractivas del país, constituyen una dinámica y significativa oferta cultural para satisfacer esa demanda turística internacional y local.

La mera observación de la magnitud de estas actividades nos indica su importancia en la economía y en el empleo, sin embargo, y como ocurrió en el pasado en otros países que hoy están a la vanguardia, es necesario que este sector se encuadre en la formalidad, se organice y actué como empresa moderna, sean emprendimientos personales, societarios o colectivos, cuente con instituciones publicas y privadas adecuadas, políticas activas para un crecimiento sustentable, y estrategias de posicionamiento en el mercado local o internacional.

Francia, España, Estados Unidos, Alemania, Canadá, China, Brasil son países que debemos tomar como referencia en este camino profesional que se nos habré con esta espectacular oferta de la creatividad nacional.

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Fecha de publicación: 25/06/07

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