Situación
La sociedad civil, en medio de una situación social
cada vez más deteriorada y un Estado incapaz de
asumir sus responsabilidades, recurre a la solidaridad
para cubrir sus necesidades más elementales.
En este contexto, las Fundaciones están tomando un
lugar preponderante en el entramado social puesto que
en su objeto, a diferencia de otros tipos de entidades
sin fines de lucro, siempre está — implícito o
explícito— el bien común, es decir, un
beneficio para un universo ajeno a los integrantes del
ente.
De alguna manera se trata de entes intermediarios
entre quienes dan y quienes reciben. Serían algo así
como administradores de solidaridad.
En resumen, ante un Estado ausente y una crisis social
sin precedentes, surgen las Fundaciones como entes idóneos
para plasmar en forma transparente la
conexión entre los distintos grupos sociales.
Problema
Global
Lamentablemente, en algunos casos, por su propia
estructura, las Fundaciones han dado lugar a prácticas
fraudulentas, tales como la evasión impositiva y el
lavado de dinero entre otras. En ocasiones sus propios
fundadores las constituyen con ese objetivo oculto.
En
otros casos, terceros interesados se aprovechan de
Consejos de Administración que lo permiten. Algunos
son Consejos que por ingenuidad, encandilados ante la
posibilidad de hacer obra, no indagan el origen del
dinero. Otros, son Consejos que por codicia o en busca
de reconocimiento y prestigio para la institución o
sus integrantes, eligen llevar adelante su obra aun
conociendo o presumiendo el origen espurio de los
fondos.
Ante tal posibilidad, además de la responsabilidad
social que implica la administración de la
solidaridad, se genera una responsabilidad
legal para el ente, sus autoridades y también
para el profesional en su rol de auditor
externo.
Ello hace imprescindible un estricto control de todas
sus operaciones.
En la práctica, esto no siempre sucede, porque sus
integrantes suelen estar volcados a la acción y, sin
percibir su importancia, ven como una pérdida de
tiempo y dinero las tareas administrativas.
Sin embargo, y cada vez más a medida que se
incrementa el volumen de las actividades, reflejar la
transparencia de las operaciones es imperativo, puesto
que eso va a ser un índice de confianza, generador de
prestigio y, por ende, de mayores ingresos.
Problema
específico
Para poder dar, antes es necesario tener o recibir.
Ninguna de estas instituciones puede cumplir su
objetivo sin, previamente, generar ingresos.
Por tal motivo, consideramos que el área de los
ingresos es un punto crucial.
De la forma de obtenerlos se ocupan sectores específicos
de la institución encargados de la recaudación de
fondos y/o generación de ingresos, a veces acompañados
de un buen marketing filantrópico que posicione a la
entidad dentro del mercado de la solidaridad, pero son
la contabilidad y la auditoría las que deben reflejar
el registro y el control de los resultados de esa
tarea.
Por consiguiente, nos proponemos esquematizar el flujo
de los ingresos en estas instituciones, así como su
registro y control, porque consideramos que sus
características son diferentes a la de los circuitos
comerciales.
Aunque en principio la organización contable siga los
mismos lineamientos de las sociedades comerciales,
queremos destacar los puntos en que difieren.
Desarrollo
Tratamos específicamente los ingresos en las
Fundaciones porque ni su gestión ni su administración
se rigen por los mismos cánones que los ingresos de
las sociedades comerciales, y hasta hay registros que,
aunque optativos, son propios de las Fundaciones, como
por ejemplo el Registro de Benefactores.
En las sociedades comerciales los
ingresos normalmente tienen una contraprestación: la
venta de bienes y/o servicios realizada con el objeto
de obtener una ganancia para beneficio propio
(fin de lucro). De su gestión y administración no hay que rendir cuentas a terceros
ajenos a la explotación, salvo eventualmente al
Estado en su función recaudatoria y fiscalizadora.
En las Fundaciones, en cambio, los
ingresos suelen ser en principio sin obligación de
contraprestación recíproca, los excedentes nunca
son distribuidos entre los integrantes de la misma
sino que son destinados al cumplimiento de los
objetivos institucionales. Por ende, de su gestión y
administración hay que rendir
cuentas a terceros ajenos, entre otros:
•
A los que
entregaron los fondos, para demostrar que los mismos
llegaron a destino bien administrados.
•
A las
autoridades que velan, por ejemplo:
- por los intereses de los que deben recibir los
beneficios (IGJ)
- por el uso correcto de prerrogativas de exención
(AFIP)
- por la aplicación de tratados o leyes específicas,
como en el caso de órdenes religiosas (Mº Relaciones
.Exteriores y Culto)
•
A
entidades crediticias nacionales o internacionales que
concedieron préstamos para destinos específicos
(Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo,
Banco Nación, etc.) por el cumplimiento de los
proyectos sobre los que se otorgaron y el uso correcto
de los fondos.
•
A los
prestadores de servicios voluntarios.
De
lo expuesto surge la necesidad de planificar
cuidadosamente el modo en que serán tratados dichos
ingresos en vista de las necesidades específicas de
exposición y control. Para ello se deberá hacer una
clara clasificación de los mismos, diagramando su
flujo y estableciendo normas para su registro,
contralor y auditoría, tareas que tratamos de
esquematizar a continuación:
Clasificación
de los ingresos
Esta es una tarea básica que debe ser realizada con
cuidado y claridad. En función de esta clasificación
se deberán diseñar los registros y controles
pertinentes que permitan el seguimiento, no solamente
a los efectos de su individualización jurídico-contable
sino también con fines estadísticos.
Los ingresos pueden ser clasificados:
Por su origen, según provengan de:
•
Donaciones
de fundadores
•
Donantes
identificables ajenos al ente
•
Donantes
anónimos
•
Subvenciones
públicas y/o privadas, nacionales y/o extranjeras
•
Créditos
a largo plazo, reembolsables o no, provenientes de
entidades financieras nacionales y/o extranjeras:
- sin rendición de cuentas de su inversión
- con rendición de cuentas de su inversión (Ej.:
BID)
Por
su naturaleza, según sean:
•
En dinero
•
En especie
•
En trabajo
voluntario (tiempo, conocimientos, talento, etc.)
Por
su volumen, según se trate:
•
Montos o volúmenes significativos
•
Habituales:
Contribuciones importantes regulares en monto y/o
periodicidad. Ejemplos:
-
Todas las semanas se reciben 100 kgs. de pan para
repartir
- Siempre para Navidad se reciben 3000 kgs. de pan
dulce
- Todos los meses una empresa entrega una cifra
equivalente a 20 sueldos básicos
- Anualmente se organizan reuniones o exposiciones
para recaudar fondos (Exposición Casa FOA, COAS Feria
de las Naciones, Cruz Roja Argentina, etc.)
- La institución recauda regularmente el producido de
puestos de venta permanentes o explotaciones (Manos
del Uruguay, Playas de Estacionamiento de ALPI, etc.).
•
Esporádicos:
Contribuciones importantes pero irregulares en monto
y/o en el tiempo.
- Se recibe un tomógrafo para un hospital
- De tanto en tanto se recibe una cantidad
significativa de placas para Rx,
- Se recibe la donación de una casa
- Alguien que obtuvo el premio mayor de la lotería lo
dona a la institución, etc.
•
Montos o volúmenes pequeños (cuya sumatoria puede
ser importante).
•
Habituales:
Contribuciones regulares pequeñas. Ejemplos:
- Un bono por consulta
- Una contribución mensual de $ 5.-
- Ventas de banderines, llaveros, etc.
- Alcancías
- Campaña anual de Cáritas
•
Esporádicos:
Contribuciones individuales pequeñas pero irregulares
en monto o tiempo. Ejemplos:
- Colectas, fiestas escolares, congresos, vueltos en
los supermercados y estaciones de peaje, etc.
Circuito
del flujo de los ingresos
Este diseño, aunque de corte netamente
administrativo, también debe estar pensado para
cubrir los requerimientos de las áreas contable y de
auditoría. Los puntos básicos que deberán
contemplarse se refieren a:
•
Forma de
ingresar los fondos (depósitos bancarios, tarjetas de
crédito, efectivo, etc.).
•
Forma de
documentar los ingresos (recibos, bonos, etc.
s/Res.1415).
•
Obligación
del depósito de bancario de todos los ingresos
dinerarios.
•
Determinación
de los responsables del área.
•
Información
adecuada a los aportantes.
•
Cronogramas/
compatibilización de ingresos con metas
presupuestarias
•
Generación
de la información necesaria para coordinar en forma
eficaz y eficiente el accionar de la Fundación y del
voluntariado.
Registro
de los ingresos
Esta es una responsabilidad del área contable, la que
deberá hacerse cargo de:
•
Procesar y
conservar la documentación respaldatoria de los
registros contables.
•
Llevar en
tiempo y forma los libros exigidos por ley (Caja,
Inventario y Balances, etc.).
•
Diseñar
los tipos de registro (Ingresos globales o
individuales, identificables por área, por tipo de
donante, etc.) más adecuados para la entidad.
•
Parametrizar
la rendición de cuentas en tiempo y forma.
Controles
Esta
es una responsabilidad del área de auditoría, la que
deberá hacerse cargo de determinar cuáles serán los
controles necesarios y establecer:
•
Quién los
realiza y a quién controla.
•
Cómo los
realiza y qué controla.
•
Cuándo
los realiza (habituales, al azar, etc.).
•
Revisión
y/o adecuación de manuales o repertorio de normas.
•
Adecuada
aplicación de las normas de valuación y exposición.
•
Informes
internos y externos.
•
Cash Flow
(Flujo de efectivo)
Conclusión
Todo
lo expuesto precedentemente solo tiene carácter
enunciativo y no pretende ser más que una nota
introductoria a la problemática de los ingresos en
este tipo de instituciones. Naturalmente, el tema
merece un análisis exhaustivo y en próximos trabajos
nos proponemos desarrollar cada uno de los puntos a
fin de configurar un manual que permita unificar
criterios de registración y control. |