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Enseñar a pensar - 2da. Parte

Autora: Dra. CP Elsa S. de Fernández Durán
Miembro de la Comisión Problemática de los Prof. que actúan en la Actividad Docente y de la Comisión de Desarrollo del Profesional en Relac. de Dependencia
La educación primero fue un privilegio,
después se convirtió en un derecho
y hoy es una obligación.

Sin entrar a analizar las distintas teorías del aprendizaje, que todas y cada una de ellas han contribuido con valiosos aportes a la problemática de la enseñanza y del aprendizaje, sólo trataremos aquí algunos aspectos relacionados con las investigaciones más recientes, que nos ayuden en nuestra tarea docente cotidiana.

Vamos a tomar tres parámetros para referirnos a los estilos de aprendizaje, si queremos conocer mejor a esos seres únicos e irrepetibles que son nuestros alumnos.

1. Sistemas de representación: se refiere al modo en que el sistema neurológico forma las estructuras que construyen nuestros modelos del mundo.
2. Asimetría funcional: se refiere al conocimiento sobre el predominio cerebral y sus funciones, según las investigaciones del Premio Nobel Roger Sperry.
3. Inteligencias múltiples: están relacionadas con las investigaciones sobre la concepción multidimensional de la inteligencia.

Estilos de aprendizaje - Sistemas de representación
Sabemos que percibimos el mundo a través de nuestros cinco sentidos. También tenemos la facultad de reproducir esos diferentes estímulos a través de la construcción de imágenes mentales. Por ejemplo: la persona
cenestésica incluye el tacto, la vista, el oído, el movimiento, las sensaciones.

Algunas personas privilegian uno o dos de estas representaciones mentales de forma habitual. Todos tenemos nuestras propias preferencias y nuestras costumbres. Estas preferencias en materia de representaciones, llamadas
imágenes mentales, tienen fuertes repercusiones para el aprendizaje.

Las personas que se inclinan por patrones
visuales se verán favorecidas con la elección de carreras relacionadas con diseño, organización, color e imagen, números, etc.

Las personas que prefieren patrones
auditivos se inclinarán por las carreras relacionadas con sonido, escucha, música, atención al cliente, etc.

Las personas que se inclinan por patrones cenestésicos se sentirán atraída por las carreras relacionadas con ayuda a terceros, consultoras y similares.


Algunas personas tienen más facilidad para memorizar utilizando un canal y otras, utilizando otro u otros. Recordamos palabras que hemos leído, pero también imágenes que hemos visto, sonidos que hemos escuchado, olores que hemos percibido, sabores que hemos degustado, etc. Algunas personas tienen más memoria visual, mientras que otras, mejor memoria verbal.


El estudiante puede mejorar notablemente su proceso de aprendizaje utilizando al mismo tiempo la memoria visual y la verbal. De esta manera registra doblemente la información que está recibiendo, grabándose mejor en su memoria.


Las investigaciones neurocientíficas de los últimos años, han descubierto que el 40 % de la actividad del cerebro humano se dedica a la visión.


Estos recientes descubrimientos, no sólo constituyen un valioso aporte científico a la tarea cotidiana del docente, sino que nos demuestran las diferencias de estilos cognitivos de los alumnos.

Estilos de aprendizaje - Asimetría funcional
La idea de que el pensamiento humano es dualista, no es nueva. Llegaron a esta conclusión Pitágoras y Platón, luego Freud, Piaget y Taylor.


Se han obtenido importantes conocimientos científicos gracias al Dr. Roger Sperry, que en 1981 le fue otorgado el premio Nobel de Medicina, por sus investigaciones acerca de las funciones de cada uno de los hemisferios cerebrales en las tareas cognitivas.


Gracias a estas investigaciones en neurofisiología, se ha determinado que cada hemisferio cerebral elabora estilos cognitivos diferentes. Esto significa que tenemos dos formas paralelas de conocer.


Los pensamientos, según el hemisferio involucrado, recibieron distintos nombres según los autores.


E. De Bono:

- Hemisferio izquierdo: pensamiento vertical
- Hemisferio derecho: pensamiento lateral


Guilford:

- Hemisferio izquierdo: pensamiento convergente
- Hemisferio derecho: pensamiento divergente


La mayor parte de nuestro sistema educativo ha sido diseñado para cultivar principalmente el hemisferio izquierdo. Lo que se propone es dar más oportunidades a los estudiantes para el desarrollo de las capacidades propias del hemisferio derecho. Veamos cuáles son las principales:

Hemisferio izquierdo Hemisferio derecho
Verbal – abstracto                
Analítico
Secuencial
Realista
Controlado
Lógico
Visual – espacial
Sintético
Simultáneo y sistémico
Imaginativo
Impulsivo
Creativo

Por supuesto que en cualquier aula, tendremos alumnos que tiendan a utilizar más el modo de pensamiento asociado con un hemisferio que con otro.

Por ejemplo: un alumno
hemisferio izquierdo comprenderá sin problemas una explicación de reglas gramaticales (pensamiento abstracto) mientras que un alumno hemisferio derecho puede comprender los ejemplos (pensamiento concreto) pero no ser capaz de aplicar bien las reglas.

Además, el modo de pensamiento tenemos que combinarlo con los
sistemas de representación. Por ejemplo, un alumno visual y holístico tendrá reacciones distintas que un alumno visual lógico.

Como profesores nos interesará utilizar todos los estilos. Esto es todavía más importante en el caso de los dos modos de pensamiento. Para poder hacer bien algo necesitamos usar los distintos sistemas de representación y activar los dos hemisferios utilizando ambos modos de pensamiento.


Se favorecerá más el aprendizaje alternando las actividades dirigidas a cada hemisferio, de tal forma que todos los conceptos claves se trabajen desde los dos modos de pensamiento.


Con alumnos en los cuales la preponderancia de uno de los dos modos de pensamiento sea muy marcada, conviene realizar actividades para potenciar la utilización equilibrada de ambos hemisferios.


Recordemos:
Un determinado dominio cerebral, implica un cierto estilo de pensamiento, y por lo tanto, un estilo de aprendizaje.

Estilos de aprendizaje - Inteligencias múltiples
Este tema se basa en una visión pluralista del intelecto, basada en el hecho de que la inteligencia no es una sola que se detectaría por medio de tests de inteligencia, ya que los clásicos tests sólo medirían un rasgo de la inteligencia, dando como resultado un determinado cociente intelectual (CI).


Es importante resaltar que las personas presentan trazos integrados de diversas inteligencias y, de esta forma, es difícil encuadrar a los alumnos en una o dos de ellas (salvo excepciones). Lo mejor es buscar las inteligencias fuertes, las comunes y las débiles. El patio, el aula y la sala de profesores, son notables laboratorios de observación, donde se pueden recoger datos para componer un perfil de sus inteligencias.


Esta multiplicidad de inteligencias ha sido investigada por Howard Gardner, quien ha identificado hasta ahora ocho inteligencias:

1. Inteligencia lingüística: capacidad para usar las palabras de manera efectiva, sea oral o escrita.
2. Inteligencia lógico-matemática: capacidad para usar los números en forma efectiva, así como la de razonar adecuadamente.
3. Inteligencia espacial: habilidad para percibir de manera exacta el mundo visual-espacial y de ejecutar transformaciones sobre esas percepciones.
4. Inteligencia musical: capacidad de percibir, discriminar, transformar y expresar las formas musicales.
5. Inteligencia corporal-cinética: capacidad para usar todo el cuerpo para expresar ideas y sentimientos, incluyendo habilidades físicas específicas.
6. Inteligencia interpersonal: capacidad de percibir y establecer distinciones en los estados de ánimo y sentimientos de otras personas.
7. Inteligencia intrapersonal: conocimiento de uno mismo, conciencia de los propios estados de ánimo y capacidad para motivarse, para la autoestima y autodisciplina.
8. Inteligencia naturalista: entendimiento del mundo natural y la observación científica de la naturaleza.

A la luz de la Teoría de las Inteligencias Múltiples (IM) es posible considerar que la competencia cognitiva del ser humano queda mejor descripta en términos de un conjunto de habilidades, talentos o capacidades mentales, que Howard Gardner denomina “inteligencias”.

Todos los individuos normales poseen cada una de estas capacidades en un cierto grado; los individuos difieren en el grado de capacidad y en la naturaleza de la combinación de estas capacidades. Una teoría así, tiene importantes implicaciones educativas, pedagógicas y curriculares.


Esta teoría de las IM ratifica, en cierta forma, la epistemología genética de Jean Piaget (1896-1980), quien efectuó investigaciones sobre el pensamiento infantil, que le permitieron poner en evidencia que la lógica del niño no solamente se construye progresivamente, siguiendo sus propias leyes sino que además
se desarrolla a lo largo de la vida pasando por distintas etapas antes de alcanzar el nivel adulto.

Howard Gardner ha manifestado que la trayectoria evolutiva natural de cada inteligencia comienza con una
habilidad modeladora en bruto, y se van perfilando de distinta manera en las sucesivas etapas del desarrollo humano. Y a medida que éste avanza, se representa cada inteligencia, acompañada de su expresión simbólica, mediante un sistema de notación. Ejemplos: sistema de signos convencionales para expresar conceptos matemáticos, lingüísticos, musicales, etc.


Finalmente, durante la adolescencia y la adultez, las inteligencias se expresan por medio de
las orientaciones vocacionales en la elección de carreras profesionales y en las aficiones.

Esto significa que no sólo hay diferencias individuales en una misma aula, sino que las diferencias también existen comparando las distintas
etapas del desarrollo humano, en las que cambian los estilos de aprendizaje.

El cerebro adolescente
Los temas pedagógicos y didácticos, a menudo hacen hincapié en la ejecución y los resultados, y pasan por alto los cambios subjetivamente más llamativos del estado de ánimo y la memoria que acompañan a dicha ejecución. En los estudios cerebrales se han empezado a investigar las relaciones emocionales y la memoria, a raíz de las investigaciones neurocientíficas del “cerebro emocional” (Dr.Joseph LeDoux de la Universidad de Nueva York).


Los episodios emocionales se recuerdan mejor que los sucesos neutros. Se ha revelado que la
amígdala cerebral, ubicada en el sistema límbico o cerebro emocional, es responsable del aprendizaje inconsciente de emociones. Se diferencia de las áreas cerebrales encargadas de otro aprendizaje más consciente, como recordar personas, lugares, fechas, etc. Estos tipos de recuerdos neutros conscientes se procesan en otras partes del cerebro.

El aprendizaje emocional inconsciente que es automático e impulsivo, y el procesamiento cognitivo superior consciente, se producen por separado en el cerebro. Estos dos tipos de memoria determinan de manera conjunta, qué hará realmente un individuo en una situación concreta.


Para que se produzca el aprendizaje óptimo, los estudiantes han de ser emocionalmente competentes. Esto significa ser capaces de contenerse y refrenar las reacciones impulsivas ante los sucesos. Esto requiere interacción de las regiones de niveles profundos que procesan emociones de manera automática y sumamente rápida, y de las estructuras cerebrales más evolucionadas, que se ocupan de procesos cognitivos conscientes, como el análisis, la planificación y la toma de decisiones.


Hoy se sabe fehacientemente el importantísimo papel que desempeña la corteza prefrontal (ubicada en el lóbulo frontal): es la región de funciones ejecutivas, con la capacidad de inhibir respuestas emocionales inadecuadas, planificar, realizar múltiples tareas, poner atención selectiva, manifestar empatía y sensibilidad social y moral. Es la parte del cerebro que efectúa el “gerenciamiento emocional”.


Investigaciones que comenzaron en la década del 70, y que se profundizaron en los 80 y 90, demostraron que la corteza frontal es la última región que se desarrolla en el cerebro humano. Se investigaron cerebros de niños, adolescentes y adultos, encontrando que la corteza era considerablemente distinta en el cerebro de unos y otros: la corteza prefrontal es una de las regiones cerebrales que más tarda en madurar en el desarrollo humano.


Otro detalle importante: la corteza frontal se desarrolla de una manera no lineal, ralentización en la pubertad seguida de un desarrollo rápido durante la adolescencia, experimentando una fase de altibajos, pues se van transformando en redes especializadas más eficientes, relacionadas con aspectos cognitivos, emocionales y éticos, acciones más complejas tanto en el trabajo como en la vida social.


Por eso es necesario prolongar la etapa educativa, pues el cerebro está aún moldeándose.


Gracias a las investigaciones científicas se ha encontrado que cuando las áreas del cerebro que tienen que ver con el juicio social y emocional resultan dañadas, por ejemplo por accidentes o drogas, las personas pueden perder sensibilidad social, aunque aún mantengan su habitual cociente intelectual, pero pierde las funciones empáticas, las de autocontrol y autocrítica.


Esto ejemplifica uno de los hallazgos que pueden tener un potencial revolucionario para la educación, y que por lo tanto, los docentes no deberían ignorar.

El futuro
Esto ha sido una invitación a la incorporación del estudio del cerebro humano, como eje dentro de la formación profesional para el ejercicio docente.


Muchas de las situaciones presentes en el acto cotidiano de enseñar, encuentran su origen en la actividad neuronal humana. Por ello, el conocimiento que los docentes tengamos sobre sus características, potencialidades y, por ende, sobre las implicaciones en los distintos ámbitos de la acción educativa, nos permite ampliar las fuentes para mejorar la toma de decisiones en los procesos pedagógicos. Pues como dice Peter Senge en su libro
La Quinta Disciplina:

“Nuestros actos crean la realidad… y pueden cambiarla”

Bibliografía:
Ausubel, D.P. – Psicología Educativa: un punto de vista cognoscitivo, Ed. Trillas
Coll, C., Martin, E., Mauri, T. y otros – El constructivismo en el aula, Ed. Graö, España
Gardner, Howard – Inteligencias Múltiples, Ed. Paidós
Goleman, Daniel – Inteligencia Emocional,
LeDoux, Joseph – El cerebro emocional, Ed. Ariel, Barcelona 1999
Mora, Francisco – Cómo funciona el cerebro, Alianza Editorial
Piaget, Jean – Seis estudios de Psicología, Ed. Paidós
Ramón y Cajal, S. – Textura del Sistema Nervioso del Hombre y los Vertebrados, edición del Instituto de Neurociencias de Alicante, 1992
Sperry, Roger – Hemisferios cerebrales, Serie 62 The Harvey Lectures, Academic Press.
Wise, R. – Nacimiento de una biología del lenguaje, Mundo científico 172, 1978
Varios artículos de Neurodidáctica, Revista Mente y Cerebro: 4 y 20 de 2003 y 2006, Espa-ña
Varios autores – Desafío del siglo XXI, edición de la Academia Nacional de Educación

Fecha de publicación: 08/02/10

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