I
- Preludio incompleto sobre la problemática
Los medios de comunicación de todo el mundo nos
bombardean con noticias, datos, y descripciones sobre
el tremendo efecto que han causado diversos casos de
empresas internacionales que informaban en sus estados
contables utilidades incrementadas artificialmente y
que no estaban en linea con las normas contables
profesionales o principios de contabilidad
generalmente aceptados. No es el objetivo aquí
realizar una investigación de cada uno de esos casos,
pero sí pretendemos en este trabajo, brindar una visión
integral y sistémica de lo que entendemos puede ser
el problema central y muchas de las otras razones que
lo pueden estar causando el fenómeno y que entendemos
no son suficientemente explicitadas.
Cuando leemos sobre las posturas adoptadas demandando
la necesidad de realizar cambios de raíz, desestimar
todo lo que en el pasado funcionó bastante
razonablemente, rigidizar notablemente normas y
controles que ahora lucen como terriblemente
flexibles, nos animamos, a pesar de todo a hacer
reflexiones sobre "lo que debería venir".
Estamos convencidos que las "medidas en
caliente", sin analizar profundamente la evolución
de la profesión contable, la evolución de las
presiones y demandas sobre los mercados de valores, así
como del ambiente (environment) de la comunidad de
negocios a la que ésta informa, así como sus causas
subyacentes, pueden conducir a medidas parciales, de
gran rigidez, que generen altísimos costos de
implementación y que quizás no arrojen todos los
resultados deseados. Para ello es preciso, esbozar
ciertos lineamientos que nos permitan comprender el
ambiente en el cual operan las empresas y los valores
de sus acciones (environment) y agregar algunos
conceptos básicos sobre los estados contables y sus
características. Finalmente, tomaremos coraje y nos
animaremos a plantear determinado tipo de soluciones
alternativas, que sin destruír todo lo construído,
quizás puedan paliar notablemente estos efectos no
queridos, al menos en una proporción muy alta de los
casos.
II
- Algunas precisiones conceptuales sobre los estados
contables: lo que son y lo que no son. Sus
limitaciones. Su valor agregado.
Lo primero que debe entender el usuario de estados
contables, es que los mismos no son ni exactos, ni
correctos, ni reflejan en forma precisa el valor real
de la empresa y que en realidad consisten
principalmente en estimaciones lo más razonables
posibles de la representacion de una riqueza. Riqueza
actual cuya realización depende, y en grado sumo, de
hechos, transacciones o aconteceres futuros pendientes
de ocurrir.
Segundo, insistimos, es que los mismos no pretenden
reflejar el valor real de la empresa, sino que
partiendo de una serie de pautas o premisas (normas
contables o principios de contabilidad generalmente
aceptados) reflejan la evolución del patrimonio de un
ente de acuerdo con mediciones realizadas de acuerdo a
convenciones preestablecidas. Existen infinidad de
circunstancias, (bienes intangibles, amenazas de la
aparición de competidores, conflictos politicos en
los paises donde estan localizadas las subsidiarias
etc.,) que no están computadas en dicho reflejo…..
siendo uno de los temas en discusión hoy si debieran
o no estarlo.
¿Cómo es esto que los estados contables no
son exactos? Pues bien: un balance a una
fecha dada, refleja el dinero que está en caja, pero
además refleja los créditos a cobrar en el futuro,
los inventarios que se venderán en el futuro, las
inversiones cuyo valor será realizado en el futuro, y
además posee una serie de "recursos" como
los bienes de uso o activos fijos, y los activos
intangibles (como podría ser una patente) cuyo valor
de uso o de utilización económica dependerá de
hechos futuros que se extenderán por períodos de
tiempos muchos más largos que los mencionados
anteriormente por ejemplo para el recupero de los créditos.
Ocurre que "para saber cómo anda la
empresa", a un momento dado hay que medir el
patrimonio de la misma, y que por comparación con el
patrimonio acumulado a un período anterior nos
brindará el resultado (incremento=ganancia, reducición=
pérdida) Para ello se aplican normas de valuación
contable, y simultáneamente se hacen las mejores
estimaciones (en función de la información
disponible a ese momento) sobre el valor recuperable
de los derechos futuros a cobrar dinero, sobre el
probable valor neto de realización de los bienes
destinados a su venta, y sobre la medida o no en que
los bienes de uso o activos intangibles serán
recuperables mediante su cargo periódico a costos
operativos relacionados con producciones,
comercializaciones o servicios que en todos los casos
ocurrirán en períodos futuros.
Es por ello que, al emitir estados contables, es
imprescindible realizar constantemente estimaciones,
supuestos, reevaluaciones de las condiciones de
mercado existentes en el período anterior, etc., para
en definitiva establecer si los montos valuados como
recursos que se presentan en el activo, computados
precisamente como "recursos valiosos", lo
son realmente o han perdido total o parcialmente su
capacidad de generar ingresos futuros contra los
cuales se aparearán (matching). Concretamente: ningún
criterio de valuación de los bienes o recursos
debiera exceder en ningún caso el valor presente de
la generación de ingresos futuros.
A todo ello debe agregársele en el mundo actual,
lleno de reclamos e incertidumbres, el condimento de
las diversas contingencias por juicios, demandas,
violaciones a reglas, incumplimiento de normas de
calidad de productos, reclamos de consumidores, etc.,
que generalmente implican sumas multimillonarias, y
que se concretan o no en el futuro, no en un evento a
una fecha fija, sino através de procesos que
comienzan con un reclamo y que terminan con una
sentencia final donde no queda otra alternativa que
asumir total o parcialmente el reclamo original más
todos los gastos del litigio…..Concretamente, estos
costos no están únicamente asociados con los
desembolsos a los eventuales beneficiarios, sino también
con los de profesionales involucrados, asesores,
expertos, peritos, y otros adicionales.
¿Graduado en qué conocimientos, con cuantos
años de especialización y egresado de qué
Universidad debiera ser el profesional en condiciones
de determinar en el presente el momento y el monto
futuro exacto, oportuno y correcto en que una demanda
iniciada deja de ser un reclamo con algunas
probabilidades para irse transformando en una deuda
cada vez más cierta y que finalmente torna en
exigible?
No existe respuesta a la pregunta. Lo que sí podemos
decir es que la profesión contable y la comunidad de
negocios han desarrollado normas contables razonables,
para identificar hechos o circunstancias a ir
evaluando permanentemente, para reconocer o no estos
reclamos como una disminución patrimonial (pérdida)
aún cuando todavía no se esté ante la sentencia
final. Existen entonces pautas, indicadores,
tendencias, características de la evolución de la
contingencia que nos van indicando su eventual
necesidad de reconocimiento, pero de ninguna manera
pueden ser traducidas en parámetros rígidos,
inflexibles e irrefutables: una vez más estos
hechos deben monitorearse permanentemente, en base a
criterios sólidos y estar sujetos a una prudente
estimación.
En síntesis:
Los estados contables son de extraordinaria utilidad
para brindar información adecuada a los usuarios. Los
estados contables agregan notable valor a las
decisiones sobre la evolución de los patrimonios, en
especial cuando no solo las normas generales
sino los criterios y métodos de detalle para cada uno
de los rubros son aplicados en forma uniforme y
consistente a lo largo del tiempo.
Sin embargo los mismos no son milagrosos. No tienen
como objetivo reflejar el valor real del patrimonio de
la empresa…… y en porciones muy significativas de
los mismos están construídos sobre la base de
estimaciones realizadas con la información presente,
que no necesariamente va a permanecer inmutable
en el futuro.
Construídos en base a normas contables o principios
de contabilidad generalmente aceptados, la verdadera
razonabilidad de los mismos, (fuente principal
generadora de confiabilidad) - como en muchísimas
otras circunstancias de la vida en otras profesiones -
radica fundamentalmente en el sano criterio, la buena
fe, el equilibrio, la coherencia y uniformidad en las
mediciones así como la transparencia de quienes los
emiten.
Sería maravilloso que la contabilidad avisorara y
cuantificara exactamente el impacto presente de
circunstancias futuras….pero ello es área de la por
demás imperfecta futurología y no de las normas
contables.
III
- El tema de los intangibles no registrados: ¿Estarían
mejor los estados contables si se registraran en función
de cálculos subjetivos de su valor?
Abundante es la lectura que sostiene, no sin poca razón,
que el valor de las empresas se relaciona de manera
creciente con sus activos intangibles que por sus
recursos tangibles. Los valores como la clientela, la
posición privilegiada y/o de predominio en el
mercado, la capacitación de los recursos humanos, el
grado de capital social que posee la empresa en sus
relaciones y sus alianzas con clientes y proveedores,
las políticas de gastos de investigación y
desarrollo, la flexibilidad operativa para adaptarse a
condiciones cambiantes, la logística en la distribución
de productos, el grado de tecnología aplicado en la
operatoria, etc., etc., son algunos de los ejemplos de
intangibles que provoca que muchos culpen a los
sistemas contables porque no reflejan su existencia.
Esta es una afirmación muy parcialmente cierta. Si
bien los mismos no aparecen como "riqueza
acumulada" a una fecha determinada entre los
recursos de los activos contables (excepto que hayan
sido específicamente adquiridos), no cabe la menor
duda que sí se reflejan en los estados de resultados
o en los estados de generación de fondos de los entes
que poseen en mayor o menor grado dichos
"recursos", cuando muestran comportamientos
diferenciales en la rentabilidad, la eficiencia sobre
la inversión, la velocidad en la devolución del
capital, capacidad de generacion de fondos, los márgenes
sobre ventas, etc. Sintéticamente: no
aparecen en "la fotografía" de los recursos
(el activo del balance) pero sí en "la película"
de su performance: los estados dinámicos de
resultados y de generación de fondos. Se explicitan,
indirectamente, no por su valor económico a un
momento determinado, sino por los distintos resultados
que sus diferentes dosis en existencia generan.
La alternativa de valorizar intangibles, en base a
discutibles metodologías proyectivas, sería
agregarle una enorme carga de subjetividad a los
estados contables destinados a medir patrimonios con
parámetros convencionales. En el mejor de los casos
las normas contables debieran direccionarse hacia una
tendencia creciente de revelación (disclosure) de
dichos intangibles, definición de parámetros - quizás
no monetarios - que permitan establecer mediciones
comparativas, descripción incremental de las características
de los mismos, etc. Resulta difícil afirmar que su
autogeneración debiera ser valorada e incluída
dentro del valor patrimonial empresario…..causando
probablemente mayor nivel de distorsión en la
información brindada a los usuarios, que su simple no
reconocimiento.
IV
- Las irregularidades: ¿Una
razón para cambiar todo?
Ante la aparición de los casos desagradables, estamos
a punto de tirar todas las normas y principios
contables por la ventana y comenzar febrilmente a
buscar otros nuevos. Sin embargo, cuando analizamos
los casos de desastres ocurridos, vemos que, al
igual que en la aeronáutica, es el error (intencional
o involuntario) de los hombres intervinientes lo que
produce la causa básica, y no la inutilidad o lo
inapropiado de la herramienta.
Es así que vemos estados contables distorsionados
mayoritaria y fundamentalmente porque
se adelantaron de maneras extrañas el reconocimiento
de ingresos, se dilató en el tiempo el reconocimiento
de costos y pérdidas, no se valuaron inventarios a
sus valores estimados de realización, bienes de
activo fijo obsoletos fueron mantenidos sin su quita
de valor estimada conocida, mediante complejas
estructuras legales se dejaron de consolidar
subsidiarias que no debieron jamás mantenerse como
inversiones no consolidadas, no se computaron como
contingencias de pérdidas a sus valores estimados de
cancelación situaciones prácticamente perdidas, se
postergó para "futuros años" el
reconocimiento de incobrabilidades cuya evidencia
resaltaba, se desconoció la pérdida de mercados y su
consecuente efecto sobre las localizaciones de
subsidiarias en los mismos, no se obtuvo adecuado
asesoramiento jurídico para interpretar derechos y
obligaciones que surgen de complejas operaciones de
futuro o con pactos de retroventa y complejidades por
el estilo, así como otras circunstancias muy
parecidas y concretas que no fueron adecuadamente
apreciadas.
¿Que queremos significar? Que en la gran mayoría de
los casos, de haberse aplicado correctamente las
normas vigentes, y los criterios generales de valor
recuperable de activos, así como la estimación del
incurrimiento de pérdidas por contingencias de alta
probabilidad de ocurrencia, estas
irregularidades se habrían evitado nada más y nada
menos que en la mayoría de los casos.
Es por ello que no se trata aquí de renegar del
metro, el kilo, el litro o el decibel como
herramientas de medición y tirarlas a la basura. El
uso inapropiado de las mismas puede provocar
resultados inadecuados. Dichos parámetros de medición,
al igual que las normas contables profesionales,
tienen el mismo valor que siempre….. en la medida
que estén adecuada y uniformemente aplicados.
Alguien dijo alguna vez: "cuando quieres realizar
grandes cambios y buscas los verdaderos
valores,….volved a los autores clásicos" o sea
ir en busqueda de lo básico, de los
"fundamentals". Y aquí ocurre lo mismo. el
bisturí bien utilizado sirve para salvar vidas, e
inadecuadamente usado para destruírlas.
Por ello, gran parte de las medidas a implementarse
deben tener como base un incremento del nivel de
revelación (disclosure) y de transparencia. Cuando más
expuesta y detallada sea la información sobre la
gestión, menor será la tentación a distorsionar la
misma.
Al respecto, existe una diferencia absolutamente
fundamental entre lo que es:
a.
La
utilización de una norma contable profesional cuya
aplicación puede llegar a ser discutible y que recibe
adecuada explicitación, cuantificación, revelación
y detalle tanto en los estados contables como en sus
notas, y en la información de directorio y opinión
de los auditores, y
b.
La
adopción de normas contables profesionales
discutibles no explicitadas, no reveladas
adecuadamente (o de revelación general ininteligible
o confusa) y cuya aplicacion conlleva un notable grado
de ocultamiento a la percepción del usuario.
Es claro que en el caso a) estamos, en el peor de los
casos ante un enfoque de apreciación, de buena fe, y
eventualmente cuestionable, pero del cual el lector,
los usuarios, que leen adecuadamente los estados
contables, toman debido y oportuno conocimiento no
pudiendo alegar ignorancia.
En el caso b) estamos lisa y llanamente ante la
existencia de bajos niveles o inexistencia de de buena
fe, entrando a tener que analizar las razones que
impulsan al eventual estado de ocultamiento. El
usuario ha sido sorprendido o defraudado en este último
caso.
Los casos de irregularidades o circunstancias
discutibles, deben a nuestro entender ser claramente
identificados, distinguiendo las diferencias claras
entre una y otra situación.
V
- La fiebre de los resultados:
Un tema para las autoridades de los entes de
contralor.
El mercado y los niveles de competencia actuales han
transformado las demandas de utilidades de las
empresas. Lo que antes era mediano plazo hoy es larguísimo
plazo. Impera un cortoplacismo febril y erosionante,
que demanda hora a hora, mes a mes, trimestre a
trimestre los "resultados esperados".
¡¡¡¡¡Si la realidad no se parece a las
expectativas, pues… habrá que modificar la
realidad.!!!!! Las expectativas prometidas lucen como
verdaderos pasivos exigibles a inmutables, que
atormentan la vida de directivos y gerentes ante la
imposibilidad real de llegar a las metas.
Los objetivos de permanencia en el mercado, mantener
una posición de liderazgo a lo largo del tiempo, el
obtener utilidades razonables, y ser coherente con una
trayectoria de retribución a los accionistas, aparecen
hoy súbitamente reemplazados por el espasmo, por la
demanda de éxitos y retornos de corto plazo
inusuales, por quemar etapas, por llegar a objetivos
proyectados de cualquier manera. El presentismo casi
feroz, socava las bases de una sana visión de mediano
o largo plazo. Los mercados y los analistas
no esperan….y emiten juicios, mirando a veces solo
el hoy, aquí, y ahora, sin evaluar siempre "lo
que vendrá".
Simultáneamente, las personas físicas "dueños
originales" de las empresas ya no existen más
como poder accionario. Quedan pocas empresas donde
los dueños "mandan". Estamos en presencia
del capitalismo de los gerentes, que se ven obligados
a obtener metas cada vez más desafiantes, entre otras
razones, porque sus propias remuneraciones (stock
options) dependen de esos resultados.
Los fondos de inversión despersonalizan aún más la
"plantilla de accionistas", y su carencia de
compromiso de largo plazo con el financiamiento de un
ente determinado, hacen que, sabiamente vayan de un
lado a otro en busca de la mejor renta para sus
inversiones, provocando bajos niveles de lealtad hacia
la permanencia como accionistas.
Los medios de comunicación, los mercados de valores,
los analistas, transmiten en vivo y en directo,
segundo a segundo, las variaciones de los precios de
las acciones, afectados por opiniones basadas en
razones económicas, políticas, sociales, del
mercado, generales o particulares, reales o
artificiales, temporarias o permanentes, haciendo
oscilar sus valores dotando al mercado bursátil de
una volatilidad que no existía antaño.
Las demandas de utilidades, generan inestabilidad
emocional en los empleados que ven en el no
cumplimiento de las metas una amenaza a su empleo,
completando un cuadro donde las presiones afectan a
directivos, accionistas, comités de auditoría,
auditores externos y empleados de la propia empresa.
¿Es factible cambiar este sistema? ¿Se puede reducir
la velocidad? ¿Debiera imponerse una regresión al
pasado? En principio parece imposible. Sólo podríamos
decir que sí es factible reforzar los controles,
recrear las "pastillas de freno", dictar las
regulaciones, y sancionar las normas necesarias (sobre
transacciones, criterios y niveles y formas de
información) que tiendan a atenuar el impacto de las
volatilidades. El estado "de alerta
permanente" (pasando de la depresión a la
euforia invinita y viceversa) prevaleciendo sobre una
atmósfera de razonables niveles de estabilidad y
confianza, destruye el tejido básico e imprescindible
sobre el cual se realizan las transacciones y se
construye un concepto sano de comunidad de negocios.
VI
- La presión sobre el honorario del auditor externo:
Un factor adicional.
Quizás el autor, por ser auditor externo, no tenga
autoridad independiente para hacer alguna consideración
al respecto. Sin embargo recurriremos únicamente a la
experiencia de 38 años de ejercicio profesional, no
para emitir juicios sino para animarnos a algunas
reflexiones. Por otra parte, es bueno aquí recordar
que las antes mencionadas presiones por las
utilidades, se convierten en presiones sobre todos los
costos, y obviamente también se convierten en
presiones importantes sobre la reducción del
honorario del auditor.
La discusión del honorario, comparado con las pautas
del pasado, ha pasado a ser un factor fundamental, y
que en cierta medida, cuando se trata de una actitud
sostenida, tiene el contrasentido de presionar a quien
en cierta medida está tratando de permitir
"dormir tranquilo".a accionistas y
directivos del ente auditado sobre la evolución del
mismo. Podríamos afirmar que, al igual que en
medicina, la obligación del auditor externo es más
una obligación de medio (aplicar todas las reglas del
arte) que una obligacion de resultado (obtener o
descubrir tal o cual cosa). Es por ello, que se puede
asimilar el tratamiento de la relación entre
empresa-auditor externo a la del médico-paciente. Si
no hay confianza en el auditor, tampoco se puede
"creer de buena fe" que el costo solicitado
por su tarea profesional, sea el necesario para
realizar una adecuada tarea profesional minimizando el
riesgo de sus conclusiones.
El médico debe dictaminar sobre la salud del
paciente, en base a una serie de elementos que toma en
cuenta en un momento determinado, y no puede asegurar
bajo ninguna duda razonable, que este último no puede
jamás enfermarse…. o eventualmente morir en el
futuro.
El paciente confía en el médico, se entrega a él.
Cuando la relación médico paciente está contaminada
por el factor de una dinámica excesiva de negociación
del costo de la consulta , estamos
"lesionando" los preceptos básicos que
hacen .a la circunstancia de limitar notablemente el
accionar de que alguien que conoce. Presionar no es en
cierta medida sino entorpecer al profesional, para que
no aplique de manera integral y sistémica y a su
mejor leal saber y entender todas "las sabias
reglas del arte" disponibles para permitirle
emitir su diagnóstico.
En un símil perfecto con el auditor externo, notables
son las presiones que se reciben sobre el monto del
honorario. Variados los argumentos esgrimidos para
cuestionar la cantidad de horas invertidas, las
consideraciones de si determinadas areas o circuitos
deben auditarse o no en función de su materialidad,
la participacion delegada en la auditoría interna
(que depende de la dirección del ente auditado), la
permanente sugerencia de confiar más y más en los
controles gerenciales, la sugerencia a confiar cada día
más en las revisiones analíticas, los indicadores y
las tendencias (en lugar de verificar si tales
tendencias son reales) la resistencia de la empresa a
aceptar la aplicación de gran cantidad de horas
imprescindibles para auditar complejísimos sistemas
tecnológicos, el pedido de no revisión de deudas
inmateriales (que se podrían convertir en materiales
de ser adecuadamente evaluadas y auditadas) y otras
similares.
No se pretende aquí elaborar una barata defensa
corporativa de la profesión, sino simplemente afirmar
que las "fuerzas de negociación" al
tratarse de un honorario de auditoría externa, deben
ser, por la salud del servicio pactado entre las
partes, utilizadas moderada y equilibradamente…..
hasta podría decirse con gran sapiencia.
En la visión del autor, el auditor externo no es un
"mero proveedor" más, para ser sometido a
las prácticas de competir en su precio con ofertas
alternativas. La responsabilidad de su tarea
profesional, configura una relación diferente con el
ente.
Si la empresa solo busca un servicio de "firma de
estados contables" donde lo único que interesa
es el membrete y la opinión sin observaciones,
estamos yendo al médico para que nos extienda un
certificado de buena salud, sin revisarnos,
involucrando quizás seriamente nuestra propia vida.
Si en cambio la empresa busca en el servicio
profesional del auditor externo "la autoridad y
la confianza" de quien desarrolla su tarea con
calidad, diligencia, cuidado y esmero, para detectar
circunstancias que afectan la salud de la compañía,
evaluar sus riesgos en forma conjunta, si de comun
acuerdo se procede al reforzamiento de los controles
internos que reducen la posibilidad de errores, si las
relaciones son abiertas, francas, transparentes…..
estamos ante un caso donde los límites de la
negociación por el honorario, requieren, por lo
delicado de la materia involucrada, ser pasados por el
tamiz del fino sentido común. La diferencia entre
medicina y veneno es un problema de dosis, y es esa
dosis la que debe imperar, cuando se negocian
honorarios de auditoría, los que, necesariamente, por
la complejidad del mundo de los negocios, la tecnología
y otros ingredientes, requieren cada día más de
profesionales especialistas en lugar de los meros
reprocesadores del pasado. Los especialistas son
simple y llanamente más caros, en un mundo donde todo
lo que posee mayor complejidad es también más caro.
Por otra parte, los honorarios llamativamente bajos,
logrados por la empresa en base a negociaciones
forzadas, pedido de cotizaciones, y presión para su
reduccion, pueden ser una muestra de un nivel escaso
de independencia, así como de imposibilidad de
desarrollar la tarea con toda la debida calidad
profesional.
Simplificando, es importante señalar que la
diferencia entre la opinión emitida sin observaciones
y la tarea no realizada para llegar a la misma, es
pura y simplemente un ingrediente: riesgo
incremental incurrido primeramente por el auditor y en
segunda instancia por todos ( la empresa, sus
accionistas y los usuarios de los estados contables en
general). Concluyendo: una buena tarea profesional
debe tener su equivalente buena remuneración, y no
encontrarse amenazada por el constante fantasma de la
renegociación.
VII
- ¿Rotación de auditores? Una
solución como mínimo discutible.
Puede ser una alternativa para muchos. No lo es para
otros. Si confiamos en que el mayor activo de una
firma de auditores es su reputación, si acordamos que
su peor destino es encontrarse con un fracaso que
aparece en la tapa de los diarios, no hay razón para
realizar rotaciones obligatorias. No hay razón para
cambiar de médico, si el paciente ha sido conocido,
conducido y bien llevado en sus dolencias por el
facultativo de siempre.
De la misma manera, si bien aparentemente, en primera
instancia, la rotacion puede aparecer como una solución
de los problemas que tiende a aumentar la
independencia, tambien es cierto que puede quitarle a
la auditoría externa una inmensa lista de los
beneficios que se derivan de su permanencia.
Nuevamente el cortoplacismo. La limitación de la
relación a 5/7 años en la vida de una empresa,
tiende a disminuir una gran cantidad de beneficios que
se desprenden de la relación prolongada entre el
auditor y la empresa auditada. Además, ante la
existencia de un número limitado de firmas de auditoría
de envergadura, estaríamos ante una
"calesita" de firmas en la cual, entre otras
cosas, deberían revelarse a diversos auditores,
hechos, circunstancias y estrategias, que generarían
reticencia lógica en las empresas.
Como ya plateáramos anteriormente, y quizás siendo
reiterativos, la relación empresa-auditor externo es
una relación especial, distinta, cuyas características
específicas no pueden ser ignoradas.
¿Hay soluciones intermedias? ¡Por supuesto que sí!
Habrá que dar rienda suelta a la imaginación y a la
creatividad para efectivizarlas. Sin pretender
resolver la cuestión en el punto VIII intentamos
abordar algunas.
VIII
- Esbozo de alternativas posibles para evitar
sorpresas en los estados contables. Mayor
detalle y transparencia.
Probablemente muchas de las alternativas que aquí se
desarrollan, aparecerán como inadecuadas para
satisfacer al ya condicionado lector, especialmente
cuando ya existen esbozos de las rigideces y
estrictisimas normativas que en borrador comienzan a
pergeñarse internacionalmente.
Pero una de dones del hombre es la posibilidad de
pensar, de volar, y de dar rienda suelta a sus
eventuales creatividades. Sin pretender aquí ensayar
formulas carentes de sentido, se plantean a continuación
y en forma muy sintética el enunciado de alternativas
concretas (las que deberían, de merecer una
consideracion positiva estar sujetas a un desarrollo
mucho más detallado) que pueden contribuir
notablemente a reducir la problemática que nos
afecta.
Es obvio que la solución final no será la que aquí
se propone, pero aspiramos a que las alternativas y
criterios que pueden estar actualmente en consideración,
evaluen las propuestas que aquí se realizan. Muy
probablemente, de la sabia combinación de las caminos
posibles, sin presiones condicionantes, saldrá la
solución que seguramente no va a eliminar los riesgos
expuestos, pero sí reducirlos a su mínima expresión.
Filosóficamente, podríamos sintetizar que
apuntamos no a cambiar las normas básicas, sino a
incrementar los niveles de revelación, detalle y
transparencia a tales niveles, que impidan,
precisamente, la violación de las normas básicas o
fundamentals. Dicha revelación puede ubicarse en
Anexos a los estados contables adecuadamente diseñados
y con diversos grados de profundidad y periodicidad.
A manera de ejemplo sugerimos lo siguiente:
1.
Requerimiento
de mayor nivel de revelación (disclosure) y detalle
sobre la composición de las partidas de los distintos
rubros de los estados contables.
Es obvio que a mayor nivel de requerimientos de
revelación, no necesariamiente en el cuerpo de los
estados contables básicos, sino en anexos
apropiadamente diseñados, y llamando a las cosas sin
eufemismos (evitando el varios, otros, etc.), bajando
los niveles de significatividad para la revelación,
dificultarán "el ocultamiento" de partidas
inadecuadas. Por otra parte la "denominación
adecuada" - si es necesario incluyendo un
glosario de términos explicativos en los mismos
estados contables -, que permita que la simple lectura
del nombre sea autoexplicativa y explicite una
adecuada interpretacion de lo que se trata (cosa que
no ocurre siempre en algunos estados contables que
abordan enfoques extremadamente sintéticos).
2.
Requerimiento
de mayor nivel de revelación (disclosure) y detalle
sobre los criterios. Presentacion comparativa.
Si bien es dable encontrar en las notas a los estados
contables revelación sobre los criterios materiales
aplicados sobre los rubros de mayor significacion, en
muchos casos los mismos no son suficientemente
explicitos o detallados para que el lector o usuario
entienda que es lo que se ha aplicado. Afirmaciones de
tipo general como "la empresa ha constituído las
previsiones estimadas en función de las contingencias
que se entiende pueden afectarla", pueden no
resultar suficientes.
Revelar en forma detallada y entendible para el
usuario los criterios seguidos para determinar la
incobrabilidad, la obsolescencia, la recuperabilidad
de los activos, las proyecciones realizadas para
avalar el valor recuperable aludido, las estimaciones
básicas (assumptions) sobre el comportamiento del
mercado en lo relativo a los valores estimados de
realización de los inventarios, los criterios
seguidos para consolidar o valuar a valor patrimonial
proporcional a determinadas subsidiarias, etc., es
evidente que obligarán al ente a transparentar
claramente a los usuarios las pautas seguidas para la
elaboración de los estados contables.
3.
Requerimientos
de mayor nivel de revelación (disclosure) sobre los
criterios detallados seguidos para el reconocimiento
de ingresos y gastos. Aplicaciones típicas y atípicas
del criterio de lo devengado. Criterios seguidos para
lograr el "apareamiento" de ingresos y
gastos.
Es obvio que la exigencia de información
complementaria, indicando en anexos apropiadamente
estructurados, y en forma bien detallada, los
criterios (particulares y no simplemente generales)
seguidos para el reconocimiento de ingresos, el
reconocimiento y el devengamiento de eventuales garantías
otorgadas sobre los productos, el reconocimiento de
mayores costos sobre productos o servicios brindados,
echará luz sobre la información un tanto suscinta y
sintética que se desprende de la lectura presente.
4.
Requerimientos de mayor nivel de revelación (tipo
tablero de control) sobre todas las contingencias de
la compañía, indicado su estado procesal, montos
reclamados, y estimación de los abogados, etc. Obviamente,
una información de este tipo requerirá enormes
cantidades de prudencia y por lo tanto debiera
revelarse y estructurarse de tal manera que no
perjudique las posibilidades y estrategias de la
propia empresa en el pleito o reclamo en cuestión. No
por ello debiera rehusarse a la posibilidad de
clarificar aspectos básicos de información sobre
contingencias, que hoy no se explicitan adecuadamente.
5.
Una
declaración escrita del Directorio, acompañada quizás
por el Comité de Auditoría,
dirigida directamente a los inversores, accionistas,
etc (una especie de carta de representación) donde
hicieran pública a los usuarios, en expresa mención,
de los procedimientos de control ejercitados para
asegurarse que los estados contables presentan las
estimaciones más razonables posibles, y que no se han
ignorado hechos o circunstancias posteriores a la
fecha de los estados contables y la fecha de emisión
final de los mismos.
6.
Informacion
complementaria detallada de la tenencia de todas las
compañías subsidiarias, (todas implica ignorar
criterios de materialidad al respecto) relacionadas,
controladas, o en las que se tenga algún tipo de
participacion,
indicando montos, porcentajes, locación geográfica y
jurídica de la subsidiaria, opciones, y tratamiento
contable brindado a cada una, montos de ganancia o pérdida
imputados a resultados como producto de su operación
y/o tenencia durante el ejercicio. Concretamente, ningún
ente que no sea el ente legal principal, pero que una
parte perteneciera a la empresa, podría quedar excluído
del detalle de esta información complementaria.
7.
Mayor nivel de información sobre activos intangibles.
Criterios seguidos.
Adecuada revelación (disclosure) de las políticas
seguidas en relación con gastos de investigación y
desarrollo, reparación y mantenimiento preventivo,
planes de desarrollo de aplicación de nuevas tecnologías,
información detallada de clientela (localización
geográfica, venta por cliente promedio, porcentajes
de incobrabilidad pasada y actual, etc.), así como
los criterios seguidos para determinar la existencia o
inexistencia de circunstancias que aconsejen el
mantenimiento o la devaluación (impairment) del valor
llave de adquisiciones realizadas, años estimados de
período de repago de la inversión más su valor
llave en función de utilidades actuales, etc.
Cuadros de información con parámetros no monetarios,
en todos los casos que sea aplicable, de mediciones de
bienes intangibles (cantidad de clientes, reducción
de cantidad de reclamos, mejoras en centros logísticos,
etc.) Adicionalmente, montos invertidos y
comprometidos en campañas de responsabilidad social
de la empresa.
La temática de los valores llaves abonados, requerirá
técnicas escrutinadoras de alta sofisticación, para
evaluar capacidad de generacion de ingresos, capacidad
de mantenimiento del valor recuperable, y
fundamentalmente, un pantallazo sobre la cantidad de
"años de recupero" en función del promedio
de las utilidades de los últimos 5 años. Todos los
activos deben amortizarse, porque las circunstancias
cambian inexorablemente su valuación…. Por tal razón
es difícil aceptar el criterio de no amortización
como normal y el de impairment por excepción.
8.
Requerimientos de mayor nivel de revelación
(disclosure) sobre criterios impositivos.
Información detallada indicando la aplicación de
criterios impositivos, por área geográfica, para los
principales tributos, criterios para la utilización
de créditos de impuestos, tratados internacionales de
reciprocidad, así como el tratamiento brindado en las
localizaciones en paraísos fiscales.
Será fundamental explicitar las políticas y
criterios adoptados para fijar los precios de
transferencia entre partes relacionadas, lo que ya no
afecta solamente a la empresa, sino a los ingresos
tributarios entre países.
9.
Transacciones con partes relacionadas. Una temática
insoslayable.
Requerimientos de información detallada sobre la
existencia de partes relacionadas, detalle de las
transacciones efectuadas con las mismas, afirmación
de si las operaciones se hicieron a los precios
normales de mercado (precios de transferencia), anexos
donde se indique la fecha concreta de la aprobación
de las principales transacciones por los organismos
directivos de ambas partes, volúmenes y montos de
transacciones revertidas (devoluciones, etc.), así
como los criterios para el reconocimiento de ingresos
en las transacciones entre las partes, contribuirán a
agregar transparencia a un área que ha provocado no
pocos dolores de cabeza en la temática abordada.
Es obvio que la lista de alternativas
sugeridas, solo representa un esbozo tentativo, pero
que entendemos que su aplicación, probablemente
progresiva, tenderá a disminuir notablemente la
posibilidad de dejar de brindar al interesado
(stakeholder) los datos principales sobre todas las áreas
sensibles que pueden permitir fracturas indeseadas en
los estados contables. Es cierto que algunas lucirán
como excesivas o como extremadamente burocráticas,
pero adaptadas por industria, contribuirán a bajar el
nivel de "sorpresas extraordinarias" que se
vienen recibiendo en los últimos tiempos acompañadas
de "destrucciones de valor" muchísimas
veces más costosas que la eventual generación de
información adicional.
En lo relativo a las normas contables profesionales,
hemos preferido sintetizar nuestro enfoque a cuatro
aspectos fundamentales:
a.
Debe
tenderse a la unificación de las normas contables
profesionales o principios de contabilidad
generalmente aceptados. Las limitadísimas
particularidades geográficas (reconocimiento de la
inflación en los estados contables por ejemplo)
debieran encontrarse reguladas por parámetros muy
claros a nivel global.
b.
La
existencia de diversos organismos con poder para el
dictado de normas no parece saludable, y debiera
tenderse seriamente a la unificación de dicha
potestad. La profesión contable debiera ser la
autoridad en cuestión, reduciéndose así las
presiones generadas en intereses de sectores.
c.
En la
fijación de normas contables profesionales, debe
pesar fundamentalmente, los principios generales básicos,
y éstos deben prevalecer sobre las reglas de detalle.
La estructuración de un adecuado y sólido marco
conceptual es un ingrediente indispensable para que
todo lo que no esté específicamente contemplado en
la norma de detalle, se rija por el espíritu
contenido en las normas básicas.
d.
Resulta
importante tender a la unificación de alternativas
contables para la valuación de las distintas
partidas. La existencia de normas contables
alternativas no hace sino permitir "movimientos
en la selección de criterios" no siempre
adecuados. Simultáneamente, se lograría un altísimo
nivel de uniformidad, base de la confianza en la
construcción de los estados contables.
IX
- Conclusiones y final pretendidamente orquestal.
Los solistas son buenos conmoviéndonos con su
habilidad individual. Pero cuando se trata de cuerpos
normativos, debe prevalecer la armonía orquestal.
Tratándose de materia opinable, es obvio que hay
mucho para coincidir o disentir.
Se ha enfocado la problemática con una visión
positiva, tratando que la incorporación de una serie
importante de prácticas bajen notablemente las
posibilidades de irregularidades o sorpresas.
"El hombre" en su sentido genérico, es intrínsicamente
buena materia prima, pero es mucho mejor cuando se lo
controla y se lo vigila en forma sistémica.
Por otra parte, no creemos en la teoría conspirativa
de la individualización de "un solo
culpable". Como en tantas áreas de la vida, son
las conductas y actitudes de todos los actores, la atmósfera
reinante y la fortaleza de los controles opuesta a los
intereses creados, las que generan resultados, que a
veces deben ser corregidos.
Sigo creyendo en las normas básicas. Sigo creyendo
que pueden perfeccionarse y adaptarse, pero que los
"fundamentals" son como las leyes de la física:
inmutables, y toda derivación debe ser construída
sobre ellas.
Estoy convencido que no será fácil implementar
muchas de las sugerencias que aquí se realizan. Por
otra parte, hemos incluído no solo sugerencias, sino
reflexiones sobre una óptica de la realidad, que
permiten aceptar más fácilmente las sugerencias.
Finalmente, sigo creyendo que la profesión contable
tiene un enorme valor agregado para aportar a la
comunidad de negocios. La sanidad o solidez de los
estados contables de las empresas no está sólo en
sus normas contables y mecanismos de información,
sino en la integridad, criterio, coherencia y visión
(no circunscripta al infinitésimo plazo) de quienes
las dirigen y gerencian así como de los
"stakeholders" que las rodean y condicionan.
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