Reglamentación
de la Ley 26.173
Razones de su dilatada implementación
Funcionarios del BCRA y del INAES -en oportunidad de la Expocoop 2007 (*)- anunciaron los trabajos conjuntos que vienen desarrollando con miras a
la implementación de una reglamentación de la Ley 26.173 que implique no sólo el
renacimiento del sector de las Cajas de Crédito, sino la conformación de un sector capaz
de funcionar en condiciones que le den consistencia y que lo consoliden a través de una
gestión profesionalizada.
Al decir de los funcionarios, con la reglamentación en curso de diseño se propone dotar
al sistema de buenas condiciones competitivas y de rentabilidad.
El BCRA ha invitado al INAES a participar en el diseño de la reglamentación operativa,
para integrar ambas visiones, con espíritu de enriquecimiento.
Tanta energía puesta en pos de la reglamentación operativa se explica en la
particularísima situación que se ha dado; ya que de 990 Cajas de Crédito que supo haber
en nuestro país, hoy existe tan sólo un Banco Cooperativo (**)
Por tanto, de lo que verdaderamente se trata es del diseño de un nuevo sistema de
entidades.
Los funcionarios atribuyeron a esta razón refundacional, la demora que se viene
observando en la implementación de la referida reglamentación.Qué configuración van a tener las
rediseñadas Cajas de Crédito?
Se ha tomado la experiencia -en esta materia- de países como Italia, Alemania y España,
donde el Sector ha tenido un desarrollo importante.
Se está trabajando para que las nuevas entidades crediticias tengan el siguiente perfil:
Atender como mercado objetivo: las pymes, artesanos,
microemprendimientos y familias.
Su operatoria, en calidad de Entidades Financieras no Bancarias, sea
supervisada por el BCRA. En tanto que, por su condición de Cooperativas, en los restantes
aspectos se rijan por las normativas del INAES.
Se las ha concebido para que operen como prestadoras de servicio en
localidades con baja densidad poblacional, donde existe bajo o nulo grado de
bancarización local.
Como ya fuera señalado en el artículo "Reforma parcial de la Ley de
Entidades Financieras" del Dr.Aarón Gleizer, publicado en la Pág. Web del Consejo
el 20 de marzo ppdo, se han eliminado los topes cuantitativos establecidos por la anterior
Ley 25.782.
En cuanto a las letras de cambio, la reglamentación en elaboración les
dará el tratamiento de medios de pago compensables en cámaras electrónicas, habiéndose
tomado especial cuidado en que gocen de todos los atributos comparables a los de los
cheques, para que puedan competir con éstos en términos de agilidad y seguridad.
Se prevé su operatoria en cajeros automáticos.
En cuanto al número de sucursales, cada Caja de Crédito Cooperativa
podrá tener hasta 5 (cinco) sucursales "plenas"; esto es, con facultades de
captación de depósito sin límites.
Pudiendo contar, además, con otras "dependencias" -de menor porte- donde no
podrán captar depósitos sin límites.
La reglamentación prevé límites para evitar la concentración de
depósitos por titulares, plazos y montos.
Los recursos captados deberían aplicarse preferentemente en la zona de
actuación (zona de territorialidad), previéndose la posibilidad de otorgar
financiaciones extra-zona en tanto no superen un margen (que sería del 15% de la
capacidad prestable).
La reglamentación se ha fijado como objetivo que las Cajas de Crédito
Cooperativas alcancen economía de escala.
Para incentivar este logro, se ha definido que en un plazo no mayor
a 5 años del inicio de sus actividades, las Cajas deberán asociarse a una Federación.
El espíritu
de esta exigencia apunta a que las entidades cuenten con toda la estructura que les
permita funcionar con eficiencia, pero sin erosionar su rentabilidad.
La conformación de grupos de Cajas de Crédito, unidas en Federación, les posibilitará
compartir recursos profesionales, tecnológicos, de comunicación, etc, que de ser
afrontados por cada Caja a nivel individual, tornarían su negocio en inviable.
Las
Cajas de Crédito y su reinserción en el mercado. Un verdadero desafío.
Opinión
Como acabamos de ver, la reglamentación apunta a que el mercado objetivo de las Cajas de
Crédito sean las pymes, los artesanos y microemprendimientos de su zona de
territorialidad.
Ahora bien, entre el momento actual y el momento en que las Cajas de Crédito tuvieron su
apogeo, se han producido -entre otras- algunas diferencias que, a nuestro juicio,
deberían ser tomadas en consideración por parte de las autoridades de las Cajas de
Crédito que vayan naciendo en esta nueva etapa.
En su momento, el mercado objetivo de las Cajas de Crédito no era disputado por los
Bancos. Hoy, sí lo es.
Por tanto, una primera apreciación nos llevaría a concluir que va a ser un mercado
competitivo.
Sin embargo, como especialista en créditos me animo a pronosticar que las Cajas de
Crédito están ante el gran desafío de cubrir un bache en la oferta financiera
direccionada a ese mercado objetivo.
Hoy estamos ante una realidad incuestionable: distintas mediciones oficiales y privadas
dan cuenta de la baja financiación bancaria en el fondeo de las pequeñas y medianas
empresas.
Los Bancos tienen líneas sin aplicar y las empresas necesitan inversiones y mayor capital
de trabajo pero no recurren a esas líneas.
Durante mucho tiempo, se vio a las altas tasas como las responsables de ese divorcio.
Actualmente, programas varios de apoyo y subsidio fueron corrigiendo las excesivas tasas.
No obstante, el problema subsiste.
Como profesionales actuando en el ámbito de Cooperativas, ayudar en la identificación de
las verdaderas causales de este fenómeno implicaría colaborar en destrabar una
limitación que está entorpeciendo el desarrollo de este segmento de microemprendimientos
y pequeñas empresas. Un desarrollo que hoy es vital para ampliar la oferta y mantener a
raya la inflación.
Y, por otro lado, colaborar para que las Cajas de Crédito vean facilitada su reinserción
en el mercado.
Se trata de aportar a la dirección de las flamantes Cajas de Crédito nuestro
diagnóstico profesional, para que de entrada sintonicen con el modo de satisfacer las
necesidades de los potenciales demandantes de fondos.
Diagnóstico que nos lleva a definir cuáles son los aportes diferenciadores que
las Cajas de Crédito pueden ofrecer, en relación con la oferta bancaria.
Creemos que pasan, fundamentalmente, por la metodología de trabajo para evaluar al
potencial cliente.
Los Bancos lo hacen a través de determinados elementos de juicio, procedimientos que se
traducen -en la visión de las empresas- en "excesivos papeles".
No se trata, por cierto, de soslayar la necesidad de financiar contra riesgo medido. Se
trata de emplear otros procedimientos alternos para evaluar al cliente pequeño.
Creemos que, con esta estrategia, las Cajas de Crédito pueden superar las
desinteligencias que han venido separando a Bancos y empresas.
Como profesionales, nuestro aporte es asistirlas en este propósito. |