El modelo de Silicon Valey aplicable al desarrollo de las MiPyME tecnológicas argentinas

Más allá de la abundancia de recursos financieros y conocimientos tecnológicos, la pregunta que nos hacemos es: ¿podemos replicar Silicon Valey en la Argentina y exportar tecnología?

El haber escuchado y mantenido una entrevista con AnnaLee Saxenian, Dean & Professor en la UC Berkeley School of Information, en el marco del XIII Congreso Internacional de la Pequeña y Mediana Empresa, organizado en el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, nos llevaron a pensar que sí es posible, como ya lo hicieron otros países.

En la disertación de Saxenian pudimos identificar algunos de los valores y actitudes que subyacen para el desarrollo del cluster, más allá de la abundancia de recursos.

1. El deseo de aprender constantemente es uno de los factores del éxito; la zona se beneficia de una oferta universitaria de primer nivel.

2. Otro de los puntos clave es el optimismo: los profesionales de Silicon Valley "son optimistas sobre ellos mismos y sobre los demás”.

3. La percepción del fracaso empresarial es un signo distintivo del lugar, sobre todo si se compara con el estigma que supone un paso en falso en la Argentina. Ellos valoran “la importancia de fallar rápido”.

4. La presión de la competencia obliga a moverse a gran velocidad. "O crecemos rápido o nos comen" es uno de los dogmas del lugar.

5. Existe una actitud mucho más colaborativa y abierta. Los datos que no se comparten no tienen ningún valor. La innovación y la creatividad son ingredientes básicos.

6. En Silicon Valley tienen claro que las start up están llamadas a crecer y a internacionalizarse desde su fundación: "El reto es ser globales desde el primer momento”.

7. El mestizaje entre razas y culturas aparece como otra de las claves del éxito. Un dato: el 30% de los ingenieros que trabajan en Silicon Valley ha nacido fuera de EEUU. "Se trata de un territorio muy nuevo con gente de todo el mundo, con un mix de etnias y lenguas", señala la Profesora.

8. El tradicional pragmatismo estadounidense tiene aquí su máximo exponente: todas las empresas saben que, tarde o temprano, pueden acabar vendiéndose o desapareciendo y eso no es ningún drama.

9. Está muy presente el protagonismo del capital de riesgo a través de fondos de venture capital que abundan, sobre todo, en Palo Alto; allí no se habla de ayudas públicas a las start up ni del papel del gobierno.

La Argentina, al igual que otros países, puede replicar el modelo de Silicon Valey para exportar tecnología.

El desarrollo de la región

Del repaso histórico de las etapas de su crecimiento hecho por la especialista se distinguen claramente cuatro momentos:

  • 1. Financiamiento federal de la investigación, décadas de 1940 a 1970.
  • 2. Inversiones estatales en infraestructura y educación superior, años 1960 a 1970.
  • 3. Ecosistema financiero: capital de riesgo.
  • 4. Cultura de la apertura.

Saxenian destaca el trabajo, la investigación y los desarrollos que en la actualidad se realizan en red. Por lo tanto se hace imprescindible la creación de un entorno local de apoyo a las PyME que abastezca las necesidades del sector; por ejemplo:

  • • Redes profesionales y técnicas.
  • • Asociaciones de antiguos alumnos.
  • • Agrupaciones étnicas y técnicas.
  • • Empresas de capital de riesgo.
  • • Redes formales e informales de servicios.

La primera lección que nos deja la especialista es que no hay receta para replicar el modelo y que, a los efectos de competir, los mercados deberán ser "libres" y perfectos, se deberá eliminar las barreras comerciales y minimizar la regulación, logrando un macrobalance en el mercado que contribuirá a que se generen los precios correctos, y nunca olvidar proteger los derechos de propiedad intelectual.

La segunda, cómo hacer “crecer” el modelo, destaca el desarrollo de parques tecnológicos, incubadoras de proyectos junto con la investigación universitaria y el desarrollo de un mercado importante de capital de riesgo.

La tercera recomendación es la de construir innovación nacional apoyando a los mejores, invertir en la creación de un sistema nacional de innovación y no dejar de financiar sectores tecnológicos estratégicos.

En la cuarta sugerencia nos dice que lo importante es la diferenciación de los productos y desarrollos, dejando la reducción de costos para más tarde. Hay que identificar las fortalezas y construir redes que ayuden a: identificar distintas capacidades de la empresa, localizar mercados, experimentar e interactuar juntamente con asociaciones público-privadas, e invertir en la creación de capacidades locales.

Por último, Saxenian destacó la importancia de explorar externamente los mercados para descubrir sus necesidades y conseguir socios; y asociarse globalmente para resolver conjuntamente problemas compartidos es fundamental.

Es un momento oportuno para que el Estado continúe e incremente el fortalecimiento de las capacidades empresariales.

Desde el lugar de los gobiernos será básico apoyar el cambio institucional en tecnología, capital, y desenvolvimiento de las habilidades necesarias; no será suficiente el simple desarrollo económico, ya que se requiere un gran cambio institucional que contemple:

  • • Transparencia en los mercados financieros.
  • • Mercados competitivos.
  • • La previsibilidad política y legal (por ejemplo, derechos sobre la propiedad intelectual).
  • • Minimizar la corrupción política y el desarrollo de una economía abierta.
  • • Crear instituciones para la búsqueda de soluciones.
  • • Construir asociaciones entre los sectores público y privado. El sector público controla los derechos y la regulación  y el sector privado tiene la información y los recursos.
  • • Los objetivos evolucionan y cambian constantemente; por lo tanto se deberá experimentar de manera continua, adaptándose y aprendiendo.
  • • La mejora incremental mediante la especialización y la colaboración -a nivel local y global- se acumula contribuyendo a un crecimiento sostenido.

Conclusiones

Nuestro país tiene el talento humano para participar de la economía de la innovación, con una formación universitaria y un ambiente educativo que fomenta la investigación y la creatividad, y cuenta con experiencias exitosas que hoy son valoradas a nivel mundial, como Mercado Libre, Globant, Satellogic, Technisys y Nxtp Labs y Blue Smart, entre otros.

El actual sería un momento oportuno para que el Estado continúe e incremente el fortalecimiento de las capacidades empresariales, brinde apoyo a empresas y consorcios público-privados, y fomente la actividad de los emprendedores a efectos de ampliar los conocimientos que permitan la creación de este modelo en la Argentina.

La falta de financiamiento es uno de los factores clave que condiciona el desarrollo del sector. La reciente sanción de la Ley 27.349 (de Apoyo al Capital Emprendedor), acompañada por una adecuada reglamentación, supliría definitivamente esta grave falencia.

Entendemos, tal como lo señala Saxenian en su trabajo, que se hace imprescindible la creación de un entorno local de apoyo a las PyME por medio, entre otras, de instituciones como las agrupaciones de profesionales, de las cuales no debería estar ausente este Consejo Profesional.

Como profesionales en Ciencias Económicas, la responsabilidad que nos cabe es la de brindar nuestros conocimientos técnicos que coadyuven al desarrollo de estas nuevas posibilidades de negocios.

Durante el Congreso hemos debatido con muchos de nuestros colegas si podemos replicar Silicon Valey en la Argentina y exportar tecnología. La conclusión es sí.

Indudablemente ha llegado el  momento en el que los distintos actores de este ecosistema se vinculen y  comiencen a prestar atención a este modelo de desarrollo regional autosustentable. Seguramente tomará tiempo; tan solo tenemos la obligación de comenzar.