Una profesión jerarquizada es un puntal para la sociedad

El Consejo que presido es una entidad de derecho público, no estatal, con independencia de los poderes del Estado, que tiene por fin reglamentar y ordenar el ejercicio de las profesiones de Ciencias Económicas.

Estamos hablando de una de las organizaciones no gubernamentales más importantes, con casi 75.000 matriculados, y que es considerada líder y modelo en su género, tanto en el país como en el exterior.

Si bien nuestra Institución vela por el cumplimiento de los principios de Ética que rigen el ejercicio profesional, hoy en día las funciones no sólo están dirigidas hacia la matrícula. Es por eso que las decisiones y las acciones que se llevan adelante impactan en toda la sociedad.

En efecto, desde el Consejo buscamos continuamente defender a aquellos profesionales que son, ni más ni menos, que el nexo entre el fisco y los contribuyentes. Ellos tienen un papel clave para garantizar los recursos del Estado y la buena administración de las empresas, que son las que llevan adelante la generación de valor en la economía de cualquier país.

Por este motivo, el rol que juega nuestra Institución fue ganando relevancia con los años, y un ejemplo de ello es la última reforma impositiva, en cuyos contenidos reconocemos en buena parte la impronta que volcamos en el denominado Libro Azul, elaborado por el CPCECABA, con lineamientos para mejorar el sistema tributario nacional.

En aquella oportunidad, abrimos el debate cuando la reforma era sólo una iniciativa vaga. Ante legisladores, funcionarios y empresarios, propusimos ideas que luego se fueron materializando con el texto legal que finalmente fue aprobado.

A través de nuestros eventos también interpelamos a las autoridades de diversos organismos nacionales y locales para lograr un beneficio que, si bien apunta al quehacer profesional, busca indirectamente mejorar la realidad de las empresas.

Asimismo, mejoramos los canales de comunicación con entidades, como la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) o la Administración Gubernamental de Ingresos Públicos (AGIP), para conseguir la armonía entre las decisiones del fisco y la situación de los contribuyentes. 

Pero no hace falta ir tan atrás en el tiempo, y el mejor ejemplo es que nuestros reclamos fueron escuchados a la hora de prorrogar las presentaciones de los impuestos a las Ganancias y sobre los Bienes Personales.

A ello se le suman otras acciones del mismo tenor. Un ejemplo es la misiva recientemente enviada al titular de la AFIP, Leandro Cuccioli, en la que solicitamos la adecuación del régimen de anticipos de Ganancias para las personas jurídicas.

La última nota, también dirigida al Administrador Federal, busca flexibilizar el acceso a los beneficios de los planes de pago permanente para las pequeñas y medianas empresas, en relación con la especial situación económica y financiera que están atravesando. 

En la ella, se insta al organismo de recaudación a fin de que eleve una propuesta al Ministerio de Hacienda para el establecimiento de una moratoria que prevea condonación de sanciones e intereses de amplio alcance.

Somos conscientes de la importancia que tiene nuestra voz. Por eso es que buscamos, desde nuestro lugar, mejorar de a poco la realidad de nuestros matriculados y de la sociedad en su conjunto. Falta mucho por recorrer, pero sabemos que estamos en el camino correcto.