Hechos, no palabras
La frase puede parecer trillada, pero es un reflejo del esfuerzo que hacemos las autoridades del Consejo para lograr la defensa y jerarquización de las profesiones de las Ciencias Económicas.
Desde el primer día en que asumimos fuimos claros respecto de nuestro propósito y, con dedicación y esmero, llevamos adelante muchas actividades que cumplen con nuestros objetivos.
Para demostrarlo, no hay que ir demasiado lejos en el tiempo, ya que durante septiembre y octubre realizamos acciones que vale la pena mencionar y que apuntaron a cumplir con nuestra palabra.
Al tomar estado parlamentario el proyecto de ley S-2701/18, que busca incorporar a los abogados como síndicos en procesos de concursos y quiebras, hizo que tengamos una reunión con la senadora Pamela Verasay para ser escuchados.
También en esta línea, decidimos publicar una solicitada en los diarios Clarín y La Nación, exigiendo “un amplio debate sobre todo proyecto inconcluso que, de prosperar, podría perjudicar a la sociedad en su conjunto”.
Además, enfatizamos que “las tareas profesionales que todo proceso concursal requiere exigen, a todas luces, formación académica y conocimientos específicos en el área económico-contable”.
Pero no fueron las únicas acciones llevadas a cabo para defender las incumbencias de los profesionales en Ciencias Económicas. Además tuvimos una reunión con el Director General de Empleo de la Ciudad de Buenos Aires, Sergio Scappini, debido a las modificaciones que se introdujeron en la rúbrica del Libro Sueldos y Jornales.
Ocurre que, tras la publicación de la disposición 473 de la Dirección General de Empleo de la Ciudad, se incorporó a los abogados en la certificación de informes precalificatorios para la rúbrica digital. Tras una reunión efectuada el 17 de septiembre, Scappini recogió nuestra inquietud y se comprometió a rectificar dicha normativa de modo de recuperar la incumbencia exclusiva del Contador Público.
Una muestra más del esfuerzo que realizamos en pos de defender nuestras incumbencias profesionales fue el encuentro que, junto con el secretario Julio Rotman, tuvimos en la sede de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Allí fuimos recibidos por toda la plana mayor del organismo de recaudación y acordamos con el Administrador Federal, Leandro Cuccioli, en colaborar en los temas comunes que lleven a mejorar la actividad de nuestros profesionales.
Como parte de esta reunión, surgió la idea de cumplir con uno de los pedidos que hace años realizamos los profesionales: tener una feria fiscal con todas las letras. Es decir, que no existan vencimientos ni de presentaciones ni de pago durante ese plazo.
La buena predisposición del titular de la AFIP se concretó con el anuncio realizado el pasado 2 de octubre en el marco del 17° Congreso Tributario “Dr. Vicente Oscar Díaz” organizado por nuestra Institución.
Como pronuncié en el discurso de asunción como presidente de este Consejo, seguiremos esforzándonos para demostrar que lo prometido en campaña no eran meras expresiones de deseos, sino que respondían a un cuidado diagnóstico y proyección. Creo que todas estas acciones, sumadas a las que describiera en la edición del número anterior, demuestran que llegamos para cumplir.