Cómo es el “detrás de escena” de la industria farmacéutica nacional

Nos enfermamos y vamos al médico para que nos diagnostique y, sobre esa base, nos indique el medicamento apropiado para la cura. Pasamos por la farmacia y compramos lo que nos recetó.

Decirlo así suena fácil, pero ¿qué hay detrás de ese medicamento que compramos? Es vital para responder a esta incógnita saber cómo trabaja la industria farmacéutica y, en tiempos del coronavirus, qué pasa con el sector cuando nos enfrentamos a una pandemia.

Para conocer más sobre la industria nacional de los medicamentos, entrevistamos a Eduardo Franciosi, Director Ejecutivo de la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (CILFA).

¿Cómo influye la innovación de medicamentos en el sistema sanitario de la Argentina?

La innovación es crucial para el desarrollo de la industria farmacéutica argentina. Es un proceso continuo para asegurar al sistema sanitario la disponibilidad de medicamentos de alto costo producidos en el país a precios accesibles.

En el campo de los medicamentos biosimilares,  la industria argentina está concretando un desarrollo industrial importante con recursos propios, sin políticas activas gubernamentales específicas que alienten las inversiones, sino con la exclusiva convicción de generar desarrollos que beneficien a la población.

¿Cuál es la incidencia de la tecnología en la industria?

Como toda actividad relacionada con la ciencia, la incidencia de la tecnología es alta en nuestra industria en todas las etapas del proceso productivo.

La actualización tecnológica de maquinarias y equipos es permanente y especialmente clave en las áreas de control de calidad.

En la actualidad, la introducción de la robótica y la aplicación de inteligencia artificial se perfilan como nuevos componentes de alta incidencia tecnológica.

¿Cuáles son las prioridades que existen hoy en la industria farmacéutica?

Las prioridades de la industria farmacéutica en un mundo globalizado y afectado inesperadamente por una pandemia como la del coronavirus (COVID-19) han mutado dramáticamente.

En efecto, las estrategias están focalizadas en brindar una respuesta farmacológica para combatir la pandemia más eficazmente y aportar las medidas de contención del virus relacionadas con la cooperación con los gobiernos en asegurar el funcionamiento pleno de las plataformas industriales y también la disponibilidad de los medicamentos a toda la población.

Por eso, es tan importante y reviste relevancia estratégica contar con una industria farmacéutica nacional que asegure, ante el cierre de fronteras, la independencia en la disponibilidad de medicamentos en el país.

En pocas palabras, ¿cómo es el trabajo del sector para lograr, en principio, la fabricación de los productos medicinales para el tratamiento o la prevención de las enfermedades?

Se trata de un trabajo diario y permanente de carácter multidisciplinario en el que intervienen recursos humanos altamente calificados del área química, farmacéutica, de ingeniería industrial y biofarmacéutica en cooperación con grupos de investigación científica.

La actividad de estos profesionales consiste en diseñar, planificar y monitorear procesos productivos garantizando niveles de excelencia farmacéutica, cumpliendo estrictamente buenas prácticas de fabricación sobre la base de los más altos estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y controlando el resultado de la producción con estrictos controles de calidad.

¿Cuáles son los factores que inciden en el crecimiento de la industria?

Como en lo referido a todo sector industrial, la buena performance de la economía y de sus principales variables es un factor vital de las posibilidades de crecimiento de la industria farmacéutica.

Así, en entornos de alta volatilidad de los niveles de inflación, tasas de interés, precios y consumo, se desequilibran y distorsionan fuertemente los niveles de rentabilidad de los laboratorios, ya que, para compañías que se autosustentan con sus propios recursos, es vital mantenerlos para poder continuar sus operaciones de producción, inversión y empleos.

Por las razones mencionadas, el comportamiento de la demanda ha mostrado niveles decrecientes desde el año 2017 hasta el presente.