Publicado el 26/09/13

Ciclismo. Travesía a El Palmar – Entre Ríos

"Seguramente con el correr de los años ya no podamos andar en bici, pero siempre estará presente en la retina de nuestro ojos esos instantes que pasamos juntos en el marco de un paisaje alucinante".


Parece frase hecha, muchas veces escuchada... pero hablemos en serio... como me reí este fin de semana! Jejeje! Aún me persigue una planta de Yatay y ese sol acompañándonos durante la tarde... qué locura!


Comencemos por el principio: viernes 20 de septiembre, 17:00 hs., encuentro en el Cid Campeador para viajar a El Palmar de Colón, Entre Ríos. Josefina y sus ocupantes por un lado, M & F por el otro ya habían adelantado su partida, en tanto Carlos V había hecho lo propio con su señora.


La salida de Buenos Aires fue un caos, como todo viernes... es así que el viaje se retrasó bastante e hizo que llegáramos cerca de la medianoche; y la comida esperándonos que casi no nos sirven porque cerraban a 00:00 hs. Al final… cena rápida y a la cama.

 

Sábado 21, Día de la Primavera con sol radiante. Desayunamos tempranito y emprendimos nuestra travesía por El Palmar. Nuestro primer punto fue la visita al mirador de Pastizal y luego al arroyo El Palmar. Todo muy bien hasta que a Marta le bajó la presión y tuvo que ser asistida por el Dr. Mario Bike, profesional en insecticidas pero que esta vez no le echó nada de eso. La cuestión es que un auto llevó a Marta al restaurante para esperarnos allí y almorzar todos juntos. No se sentía muy bien pero quería seguir con nosotros. Ardua tarea la de Carlos IV y JO al tener que llevar remolcada la bici de Marta, con subidas y bajadas y arenoso... pero bueno.


Almuerzo ligero y visita a las costas del Río Uruguay. Sendero sitio histórico y por último Calera del Palmar, uno de los asentamientos jesuitas más antiguos de la provincia de Entre Ríos. Además, una playa de arena amarilla hermosa que invitaba da darse una siestita… pero continuamos por el Mirador Aº Los Loros... en ese camino un zorrito hizo que los fotógrafos se lucieran... También pudimos observar un carpincho que, al vernos, salió disparando para los pastizales.


El suelo pedregoso y en algunos lugares con arena muy densa hicieron el agrado de la travesía. Aún nos faltaba recorrer el sendero de La Glorieta cuando Carlos V no quiso abusar de su condición física y decidió dejarnos. Josefina y Silvia M. también… es que el terreno exigía un esfuerzo extra.


Lentamente se iba la tarde... una puesta de sol increíble entre los palmares de Yatay... una verdadera belleza en un lugar maravilloso. 


Así como caía el sol, también caían ciclistas... jajaja! Tal parecía que el sol estaba cayendo más rápido que nosotros cayéramos en La Aurora, nuestro hospedaje. Allí sí se iba a complicar ya que debíamos realizar un largo trecho por la Ruta 14 y no era conveniente hacerlo de noche. Finalmente, apuramos un poco la marcha y pudimos llegar a nuestro alojamiento antes del anochecer. 


Domingo 22, llovizna leve pero densa y que no cesaba. Lo de Marta ya era historia... ella estaba bien. JO y compañía igual salieron a pedalear, tal como estaba previsto. Nos relajamos un poco... desayuno agradable y viaje hasta Villa Elisa. Paramos camino a las termas para comprar salamines, quesos y otras artesanías del lugar. 
Llegamos a las termas a las 11:00 hs. aprox. Buscamos un restaurante para reservar el almuerzo, seguía lloviznando y molestaba... día propicio para disfrutar de las aguas termales. 


Tal es así, que nuestro gran ciclista JO perdió los estribos y fue el primero en hacer la fila para alquilar la bata... que papelón! A su vez, Mario Bike con el calzado con trabas puesto no sabía qué hacer... que bajame la bici que subimela… en fin…


Después de todo, nos venía bien un descanso y algunas chicas aprovecharon para hacerse masajes... que bien!


El clima solo permitía las termas... y qué lindo el agua calentita y la charla amena... Y así nos enteramos que Josefina y Cristina habían ido hasta Ubajay y adquirieron, según sus palabras, un “producto en extinción”. Y que era!!??... Un plumero!!! Bueno… cosas de chicas.


Cerca de las 17:00 hs. salimos del complejo termal para emprender nuestro regreso a Buenos Aires. Hicimos una parada técnica en Zarate que incluyó una travesura bien de chicos: comimos en una estación de servicio los salamines y quesos que habíamos traído de Villa Elisa y ahí solo compramos algunas gaseosas… Que vergüenza! Pero eso era lo que no teníamos porque el hambre en ese momento fue más fuerte! Jeje!

 

Gracias a Josefina por los salamines, a Fabio por el pan y los palitos. A la gente que puso el auto para trasladarnos: JO, Marcelo, Carlos IV y Josefina. 


Y, sobre todo, a los 21 ciclistas que participaron e hicieron de esta travesía una auténtica experiencia de vida.


Será hasta la próxima!!!

 

Dra. CP Roxana Maldonado
Coordinadora de Ciclismo

 

 

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