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Family Tours, de hecho, ya transporte oficial de Natación,
Atletismo y Pesca (Carlos Grela, tenés que reclamar comisiones !!).-
Para comprender mejor el cuadro falta agregar que mi vestimenta eran bermudas, remera
deportiva y zapatillas, llevando en la mano un bolso y una heladera portátil para traer
los pescados. Mónica algo similar. Con esa vestimenta y accesorios tomamos asiento en el
señorial hall del Consejo. Minutos después arribó otro pescador, con vestimenta acorde.
El cacique Horacio, presidente de la comisión de pesca (entre otros curriculum), arribó
poco después. Claro, no lo hizo con la vestimenta que utilizó días atrás en el
Belgrano C (al que llenó), sino que vino con un vaquero + remera + caña de pescar en
mano.
Llegaron los demás pescadores, algunos compañeros de viajes anteriores, otros nuevos,
todos con sus heladeras portátiles, que hablaban del optimismo fruto de lo exitoso del
ultimo viaje al mar realizado el año pasado.
Capitulo
2: Despertando a los vecinos de Mar de Ajó.
Alrededor de las 7 de la mañana arribamos a Mar de Ajó. En el camino, alrededor de las 3
hs., habíamos hecho una parada, donde ingerimos los últimos alimentos ya que no es
aconsejable hacerse a la mar con alimentos en el estomago.
Contactado el dueño del "big gomon", capacidad para 20 personas cómodas, motor
de 300 HP (creo no macanear) y otras características que lo hacen único en la zona; el
mismo lo puso en marcha, con estruendos que le avisaron a los vecinos que se levantaran
que un nuevo dia estaba en avance.
Capitulo
3: BayWatch (pero sin Pamela)
Con el cielo oscuro, y algunas olas que llegaban a la orilla, nos embarcamos, cada uno con
el salvavidas reglamentarios tal como exige la Prefectura. Que extraño, no había otros
botes partiendo, sólo nosotros!!. Pocos minutos después comprendería porque teníamos
el privilegio de ser los únicos.
"Todos sentados y agarrados" ordenó el timonel cuando comenzó a surfear con
notable habilidad las olas de varios metros de empezaron a aparecer a medida que
avanzábamos. Por ahi veíamos las olas debajo (es decir que nosotros estábamos arriba) y
otras veces las veíamos arriba (o sea que nosotros estábamos abajo). Alguna entró en el
bote y nos mojó por completo.
Mónica tenia su carita de un atractivo tono rosado, y respirando profundo del susto que
tenía; un fornido colega que estaba a mi lado quedó KO y se acostó y despertó recién
varias horas después cuando regresamos a tierra, por mi lado gracias a unas pastillas que
el uruguayo Andrés me trajo del Uruguay (no se consiguen en Argentina) disfrutaba de la
acción. Y esto es importante; si bien mi capacidad natatoria es del 0,0001 (medida del 1
al 10) , el dúo Elena/Laura han logrado que le pierda (más o menos !!) el miedo al agua
(recordar que no me animaba a poner la cabeza bajo el agua), y disfruté ser protagonista
de este capitulo extraído de BayWach.
Esto duró mas o menos 30 minutos, pero la sensación es que parecieron interminables.
Capitulo
4: ¿Lobo estás?
Finalmente el big gomon se detuvo e iniciamos los lanzamientos. Mónica, gracias a las
pastillas uruguayas, ya se había recobrado, pero no se animaba a ponerse de pie por el
movimiento permanente de la embarcación.
Las aguas seguían moviéndose, con lo que las líneas iban para cualquier lado. Ese
cualquier lado significa que casi seguro se iban a enredar con la del compañero que
tenías al lado (aquí también rige la ley de Murphy). Para evitarlo hubo que colocar el
doble de plomo. Qué bien!!, ahora quedaban casi verticales; pero cuando recogías
parecía que traías una ballena... y venía vacía...
Hubo algunos piques sin importancia, yo saqué una raya chiquita que Horacio le quitó el
anzuelo para devolver al mar y asi permitirle que, en el futuro, también joda a otros
pescadores, etc..
De repente Horacio, que por algo es el presidente, tiene un pique impresionante y comienza
con el tire y afloje; lo único que en el afloje se le iba mucha tanza, y en el tire no
recogía nada. Luego de algunos minutos, Horacio tuvo que tomar la última decisión que
toma un pescador; cortar la tanza, perdiendo su presa y toda la brazolada con anzuelos,
plomos, etc.. ¿Que pez será el que había capturado Horacio?
La duda se aclaró minutos después, cuando un sonriente lobito de mar, sacó su cabeza
mostrando un pescado en su boca. Sí!! es lo que ya piensan, el lobo estaba atento y
cuando uno de nosotros capturaba una pieza y la iba recogiendo, iba y la comía. La
experiencia de Horacio se repitió varias veces con otros pescadores.
Cada vez que el episodio se repetía, el lobito sacaba su cabeza del agua y nos mostraba
el pescado en su boca, como riéndose de nosotros. Si el video salió bien, van a poder
conocer a este lobito picarón durante la fiesta de deportes.
Finalmente, ganó el lobo y el big gomon nos llevó a otro lugar, lejos de él (pero
también lejos de los peces). Ya el cansancio me venció y dormí una media hora sobre la
cubierta, bajo el cuidado y mimos de Mónica (que siguió sin ponerse de pie).
El regreso también fue movido, pero no tanto como el ingreso al mar.
Solamente que al llegar a la orilla, una última ola nos dió tremenda despedida, quedando
todos mojados (y en mi caso, sin ropa para cambiarme).
Lo que sigue, regreso a Bs.As. no tiene hechos destacados, por lo que THE END!!
Gracias Horacio!! Esperamos la repetición. |
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