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Comunicado de Prensa |
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El Consejo de Ciencias Económicas pide prudencia y respeto
al funcionario bonaerense Santiago Montoya |
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El
Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
(CPCECABA) repudia las afirmaciones del subsecretario de Ingresos Públicos bonaerense,
Santiago Montoya, que le endilga directa responsabilidad a los tributaristas y, por
añadidura, a los profesionales de las ciencias económicas, por la calidad de la
normativa vigente y la evasión impositiva que se registra en la Argentina.
Responsabilizar a los tributaristas por el fracaso del sistema es simplificar la
problemática en un grupo de profesionales que sólo trabajan bajo los lineamientos de la
normativa vigente, surgida generalmente por mandato del Poder Ejecutivo y muchas veces
avalada por el Poder Legislativo, a través de legisladores que no siempre tienen en
cuenta los permanentes aportes de esta entidad.
El sistema tributario argentino es complejo y tiene una cantidad de impuestos distorsivos
que los tributaristas pretenden que se deroguen. Por lo tanto, Montoya no debería hacer
hincapié en un régimen inaplicable, sino plantear un debate amplio y participativo para
mejorar la calidad del sistema, devaluado por los desaciertos políticos que se han
registrado en las últimas décadas.
Admitir, como lo hace el subsecretario Montoya, que las obligaciones impositivas son
imposibles de cumplir aunque se quiera, es una llana descalificación de su propia
función, que tiene por objetivo central aumentar, día a día, la recaudación impositiva
de la provincia más importante del país, dónde siguen vigentes enormes nichos de
evasión.
No es cierto que el sistema impositivo favorece la evasión, pensar en estos términos es
jugar con los límites de la ley, ya que la evasión constituye un delito y por lo tanto
un hecho punible reservado para los que están intencionalmente fuera de la ley, como
cualquier otra infracción de tipo penal que llevan adelante los delincuentes y no los
tributaristas.
La función de fiscalizar es innata al poder tributario del Estado y sus Administraciones,
por lo tanto resulta totalmente fuera de lugar confundir las claras diferencias existentes
entre política y administración tributaria.
Sugerimos respetuosamente que el subsecretario Montoya se llame a una serena reflexión,
moderando su carga agresiva hacia los profesionales de las ciencias económicas y, por
encima de cualquier polémica, que se dedique a mejorar su gestión a través de hechos
concretos, con prudencia a la hora de hablar y mano firme a la hora de tomar decisiones
trascendentes para el futuro de su distrito, siempre respetando el estado de derecho. |
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