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Flamantes consejeros,
autoridades salientes, decano y vicedecano de la Facultad, presidente de la Federación de
Consejos Profesionales, colegas, familiares, amigos:
Hoy es un día muy importante para nuestra profesión porque es el comienzo de una nueva
conducción de nuestro Consejo Profesional. Quiero que sepan que para mí es un honor
dirigirme a ustedes como integrante de la lista Naranja.
En este momento afloran en mí tres sentimientos muy fuertes. Por un lado, me siento
orgulloso; también quiero expresarles nuestro compromiso y, por último, comentarles mi
esperanza. Ustedes se preguntarán por qué me siento orgulloso. Realmente me siento
orgulloso por la campaña eleccionaria realizada por Lista Naranja.
Nuestro equipo, que sólo piensa en trabajar, en asumir responsabilidades, en superarse
profesionalmente, en ningún momento destacó debilidades ajenas ni se refirió a hechos
repudiables; en ningún momento envió e-mails maliciosos ni comunicaciones nefastas. Por
el contrario, sólo se plantearon propuestas concretas. Actuamos en sentido positivo. En
síntesis, hicimos una campaña limpia y sin agresiones con el único objetivo de mejorar
la situación de los matriculados.
También me siento orgulloso de que Lista Naranja haya mantenido su identidad, no
realizando acuerdos con otras agrupaciones en búsqueda de un resultado eleccionario. Nos
mantuvimos fieles a nuestros principios, ya que una alianza frente a la elección hubiese
significado renunciar a nuestras convicciones. No nos entusiasmamos con la posibilidad de
alcanzar la mayoría. En cambio, optamos por el camino más digno, sabiendo que es el
camino más largo para alcanzar el objetivo final. Estamos seguros de que, si continuamos
trabajando con humildad, compromiso y profesionalidad, como lo hemos hecho hasta ahora, en
algún momento conduciremos el Consejo. También me siento orgulloso de pertenecer a los
Naranja, habida cuenta de que se instaló para la profesión una alternativa. Después de
más de 50 años de hegemonía en el gobierno del Consejo a través de dos agrupaciones,
Lista Blanca y Lista Azul, en el año 2004 apareció en el horizonte profesional una lista
nueva, genuina, que no se formó con el desprendimiento de ninguna agrupación y se
convirtió en alternativa; y a sólo 3 años de su nacimiento podemos decir que somos una
realidad y que estamos convencidos de que somos la realidad que va a impulsar el cambio
que está reclamando la matrícula. Tengan presente que casi el 62% de los votantes
expresó la necesidad de un cambio.
En lo que respecta a nuestra participación en el período que comienza, debo manifestar
en primer lugar que el apoyo del 36% de nuestra profesión a una lista tan joven nos
compromete profundamente. Muchos profesionales nos plantearon en estos días que, por la
escasa diferencia de 509 votos, estábamos en presencia de un empate técnico en la
votación y eso nos daba derecho a exigir mayor representación en la nueva gestión.
Nosotros, en la antípoda de este pensamiento, consideramos que las leyes están para
cumplirlas y pensamos que desde nuestro lugar podemos desempeñar un rol fundamental.
Todos saben que es muy importante conducir, pero también es muy importante ejercer la
oposición y, si ésta es fuerte y constructiva, permite controlar la gestión y sobre
todo tutelar el estado patrimonial de nuestra Institución. Se terminaron los tiempos de
la oposición complaciente a cambio de viáticos en la Mesa Directiva, distribución de
cargos en las comisiones y pasajes y estadías para la representación en jornadas
nacionales e internacionales. Venimos a trabajar en serio; tenemos un compromiso con
nuestros votantes y desde nuestro espacio haremos realidad nuestra propuesta de un Consejo
abierto a la participación de todos que implique de una vez y para siempre un Consejo al
servicio de todos los profesionales sin importar las disciplinas ni las pertenencias.
Somos conscientes de que con la nueva conducción empieza un período de
enseñanza-aprendizaje, ya que es la primera vez que vamos a interactuar dos grupos, Lista
Azul y Lista Naranja, y en este proceso nosotros trataremos de capitalizar en experiencia
la administración en el gobierno del Consejo. Y lo haremos convencidos de que en
cualquier momento la matrícula nos otorgará ese mandato y nos imaginamos que el
oficialismo estará muy atento a nuestra forma de ejercer la oposición, porque ellos
saben que desempeñar ese rol puede ser una posibilidad cierta en un futuro inmediato.
Por último tengo la esperanza de que construyamos todos juntos la mejor versión de
nuestra Institución. En primer lugar, porque los profesionales se lo merecen y además
porque el país lo necesita. El país necesita un Consejo fuerte que esté a la altura de
las circunstancias, que pueda aportar ideas en el escenario nacional.
Para terminar, espero que Dios ilumine nuestro camino, pues solo si Él quiere, y nosotros
somos dignos de merecerlo por haber sido eficientes en la gestión, volveré a dirigirme a
ustedes en el 2010. |
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