-¿Cómo
evalúan la política tributaria oficial?
Escandell: -No tiene sentido de neutralidad
ni ayuda a dinamizar la actividad económica; además, los impuestos distorsivos como el
tributo al cheque y las retenciones -que tal vez sirvieron para transitar la crisis-
generan otros problemas difíciles de resolver.
Melzi: -Se actúa por espasmos, como ahora
con la tablita, que absorbía todos los aumentos salariales generados por los aumentos del
mínimo no imponible. Pero debería haber una reforma de fondo.
Escandell: -Sí, además no es justo que
ahora el profesional independiente no tenga el mismo derecho a las deducciones especiales
(asignaciones familiares y otros gastos) que el trabajador que está en relación de
dependencia.
-¿Qué pasaría si sólo se subiera el mínimo no imponible
sin tocar la "tablita" en Ganancias?
Melzi: -Seguirían siendo inocuos los
aumentos salariales para los sueldos medios.
-¿Y qué otras reformas hay que llevar a cabo?
Escandell: -Hay que subir la valuación para
pagar Bienes Personales, que está en $ 102.300, un monto demasiado bajo.
-¿Qué opinan de aquellos que cuestionan el pago de
Ganancias para los salarios?
Melzi: -Tal vez hay que redefinir la base
del aporte para contribuir, pero si hay una renta excedente hay que pagar impuestos.
Escandell: -La cuestión es que mucha gente
por pagar impuestos tiene problemas para subsistir.
-Quien gana $ 4000 o más ¿tiene problemas para vivir?
Melzi: -La clave es fijar un piso razonable
para pagar.
-¿Por qué hay que eliminar el impuesto al cheque?
Escandell: -Atenta contra la bancarización
y no se justifica en un marco de gran crecimiento.
-¿Y las retenciones?
Escandell: -Pueden haber servido para frenar
los precios externos en la crisis, pero un país normal debe tener otros impuestos para no
aislarse del mundo.
Por Martín Kanenguiser
De la Redacción de LA NACION
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