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y
que en los hogares más pobres el índice de repitencia es 5 veces superior al común.
Tampoco las comparaciones con otros países nos deja bien parados. Por caso, los
resultados del estudio PISA de la OCDE sobre el conocimiento y habilidades de los
alumnos de 15 años- revelan un cuadro oscuro para nuestro país: en el año 2006 la
Argentina ocupó el puesto 52 de 56 países en matemática, el 53 de 57 en lectura y el 51
de 57 en ciencias. Y se trata de jóvenes que sí van a la escuela.
Otro estudio refleja que el 58% de los jóvenes menores de 15 años que asisten a la
escuela no tiene capacidad de lectura, es decir que no entienden lo que leen. Para
formarse una base de comparación, en Finlandia ese porcentaje es el 5%.
Pero lo más inquietante no está en el diagnóstico de la situación, sino en lo que
está haciendo la sociedad para corregirla. Al mismo tiempo, vemos que el 75% de los
padres se encuentran satisfechos con la educación de sus hijos, graficó Jaim
Etcheverry. Y abundó: Podemos pensar que el nivel educativo es bajo porque la
sociedad no demanda altos niveles de conocimiento y saber. No se ven manifestaciones de
padres que vayan a pedir mejoras en la educación de sus hijos.
Para aportar más datos a este tema, el experto suministró las cifras de inversión en
educación, que son realmente inquietantes. Allí se advierte que el presupuesto que se le
da a la Universidad de Buenos Aires es ínfimo en comparación con aquellos de las otras
dos universidades más importantes de América Latina: la Universidad Nacional Autónoma
de México y la Universidad de San Pablo.
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Contribución estatal
a las Universidades |
Cifras en millones de U$S |
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UNA México |
1.851 |
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Universidad
de San Pablo |
1.446 |
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Univ.
Buenos Aires |
405 |
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41
Universidades nacionales de Argentina |
2.097 |
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Si se le destinan pocos fondos
y los docentes ganan poco, es porque la educación como tema importa poco, señaló
el expositor.
Pero no es un tema solo del Estado, sino de toda la sociedad en su conjunto. En la segunda
parte de su charla, Jaim Etcheverry señaló que Muchos años atrás los padres
reprendían a los hijos ante un fracaso académico. Ahora los padres interpelan al
docente, sin decirle una palabra al hijo. Y más adelante remarcó: Se ha roto
el pacto base de la educación, los padres asociados con los maestros para educar a los
hijos. Hoy los padres se asocian a los hijos contra la escuela.
En lo cultural, Jaim Etcheverry advirtió contra ciertos paradigmas peligrosos que se
generaron a partir del avance tecnológico. Vivimos en una sociedad de lo fugaz,
donde la continuidad no tiene valor. Cada generación comienza el mundo de nuevo. La
educación, basada en esos valores, carece de profundidad. También, remarcó, hay
una resistencia a abrirse a otras experiencias porque vivimos en una cultura donde sólo
lo joven en valioso. No es casual que los jóvenes estén manipulados por el emporio
de la información y el entretenimiento. Esas empresas ven en ellos una enorme masa de
trabajo a explotar, y creo que como adultos estamos fallando en mostrarles a los jóvenes
que hay otra alternativa. Es aquí donde cobra papel clave la escuela, porque lo que
permite es introducirnos en otro orden del tiempo. Si se sale de la vorágine de la
información, la lectura desarrolla los mecanismos vinculados con el otro tiempo, el
tiempo lento.
Y hacia el fin de su exposición recurrió a una frase que es antiquísima pero que
sintetiza muy bien su pensamiento. Hesíodo, contemporáneo de Homero, decía que la
educación ayuda a la persona a aprender a ser lo que es capaz de ser, la cual tiene
una pasmosa actualidad y que le llevó a Jaim Etcheverry a concluir: Creo que
estamos en deuda con las nuevas generaciones porque no les estamos mostrando todo lo que
son capaces de hacer. |
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