en medio de la crisis.
Sostuvo que los argentinos nos adelantamos, nos creamos nuestra propia crisis al destruir
lo que nos podía defender. ¿Cómo podemos pensar se preguntó el Dr. Posse-
que en este momento del mundo, donde se acaba de quintuplicar prácticamente el capital
del FMI para que sea el vehículo de todas estas operaciones de las que ya gozaron países
como México, como Brasil, que no haya un sistema de control riguroso, si es el dinero que
dan los países como Japón, USA, Francia? ¿No queremos someternos a control para
salvarnos de qué? ¿Para salvarnos de la tibieza cobarde de la corrupción?.
No ahorró alusiones a la esperanza: La Argentina de alguna manera está intacta.
Está viviendo un eclipse insólito, un eclipse de surrealismo, pero el país está
intacto. Ojalá que no lleguemos a la necrosis de la voluntad productiva del hombre de
campo. Que no es el productor agrario. El campo hoy es una organicidad de factores de todo
tipo que necesita la vida de las exportaciones agrarias, la producción de maquinaria
agrícola, y realmente creo que si no llegamos al punto de necrosis el país se puede
recomponer a una velocidad extraordinaria.
Aludió a una minuciosa revisión histórica en la que permitió a la audiencia mensurar
el fuego que tuvieron quienes construyeron la Nación y produjeron una transformación que
deslumbró al mundo, e invocó la necesidad de inspirarse en ellos de cara al futuro.
No nos podemos resignar a ser una llamarada que duró solamente en su siglo.
Enfatizó que esa llamarada vital se fue extinguiendo. No tenemos la voluntad de ser
que hemos tenido, no tenemos convocatorias políticas a las grandes cosas de la
vida....Hemos perdido el hedonismo de construir la Argentina del Preámbulo de la
Constitución del 53. |