Consejo Actualmente
se encuentra en el Congreso Nacional un proyecto de ley vinculado a la reforma del
Monotributo, el que entre otros aspectos prevé actualizar el par ámetro
ingresos brutos a fin de que los pequeños contribuyentes puedan permanecer en
dicho régimen. ¿Se ha pensado impulsar una reforma similar para el Régimen Simplificado
del Impuesto sobre los Ingresos Brutos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires?
Carlos Walter No, para nada. Creemos que este universo, que hoy cuenta
con unos 140.000 inscriptos, es adecuado. Estos regímenes están orientados a facilitar
el cumplimiento sólo de los pequeños contribuyentes. Creemos adecuado el máximo de $
144.000,00 de facturación. Por encima de ello pensamos que los contribuyentes están en
condiciones de presentar una declaración jurada mensual y estar sometidos a retenciones y
percepciones. No vamos a convivir con aquellos que buscan beneficiarse con lo que se
conoce como enanismo fiscal. Es más, estamos trabajando con cruces
inteligentes de información y detectamos que muchos de los sujetos que estaban en el
Régimen excedían holgadamente los parámetros de categorización. En estos casos, los
sumamos al universo de riesgo fiscal, con mayores alícuotas de retención por SIRCREB, y
los invitamos a regularizarse. En los dos últimos meses, 4.000 contribuyentes fueron
obligados a inscribirse en el régimen general. Desde luego que, una vez que hayan
regularizado, estos contribuyentes salen del universo de riesgo fiscal y pasan a ser
contribuyentes normales de la CABA.
¿Qué ventajas
se generan a partir de la firma del Convenio de Intercambio de Información entre esa
Administración y la Corte Suprema de Justicia de la Nación?
Es clave en los términos en que entendemos debe funcionar la administración pública;
ésta y cualquiera. Significa desburocratizar, eliminar papeleo y tiempos de trámites a
favor de la agilidad administrativa y procesal. En eso hay una sintonía absoluta con la
Corte, que entiende que la Justicia debe ser ágil y brindar soluciones al ciudadano, lo
cual nos permitió avanzar con velocidad.
El convenio firmado recientemente con la Corte Suprema de Justicia de la Nación permite
darle acceso a nuestra base de datos y sistematizar trámites. En este marco, hemos
suscripto además un convenio particular por el cual cada uno de los ciento diez juzgados
civiles y comerciales de la Nación va a tener una Clave Ciudad, que le va a permitir
ingresar a nuestra base de datos a fin de solicitar el libre deuda de ABL y de patentes.
En consecuencia, los trámites que requerían la presentación de un oficio, que un
profesional fuera y viniera con este, lo que podía demorar hasta 50 días, están en
condiciones de resolverse en el acto. Sólo no será automática la liberación en caso de
existir deuda.
Esto es sólo el principio; también se está aplicando en sucesiones, y estamos
trabajando en comisiones de enlace para seguir detectando necesidades y acordar posibles
mejoras o soluciones. Esta simplificación de los trámites nos permite además orientar
determinados recursos a tareas que le agreguen valor al proceso recaudatorio en lugar de
otras necesariamente operativas.
La
multiplicidad de regímenes recaudatorios existentes en esta jurisdición provoca que
numerosos contribuyentes acumulen saldos a favor en el impuesto sobre los ingresos brutos.
¿Se tiene previsto implementar en el corto plazo algún mecanismo que permita excluir a
esos sujetos de tales regímenes?
En la Ciudad, las retenciones por SIRCREB son una herramienta antievasión. No está
dentro de nuestro sistema de tributación el objetivo ni la mecánica de generar saldos a
favor sobre alguno o sobre todos los sectores económicos. No vamos a generar un impuesto
sin ley, no corresponde. Para ello monitoreamos permanentemente el comportamiento del
padrón de alto riesgo fiscal y, donde encontramos saldos a favor, excluimos al
contribuyente. Esto no significa que no aparezcan algunos casos con saldos a favor, pero
eso se corrige inmediatamente.
¿Es necesario
realizar una reforma tributaria en el ámbito de la CABA? En caso afirmati vo, ¿cuáles
serían sus principales ejes?
El modelo tributario debería ser revisado a nivel nacional y subnacional. El Impuesto
sobre los Ingresos Brutos podría evolucionar hacia modelos más modernos y menos
distorsivos. Pero el punto es que se requieren un abordaje y una decisión nacional.
Porque cada provincia o jurisdicción tiene sus particularidades en cuanto a las
características de sus actividades y a cómo éstas y sus actores económicos se
constituyen en sujetos imponibles. Además, está la cuestión de cómo mantener los
ingresos tributarios mientras se implementa el cambio. Esto es especialmente relevante en
la Ciudad, cuyo presupuesto se sustenta en un 90% con recursos propios.
¿El Código
Fiscal para el año 2010 contendrá algún cambio importante ?
Para el ejercicio fiscal 2010, las modificaciones introducidas en el proyecto enviado a la
Legislatura son mínimas. Se propone elevar la alícuota del Impuesto de Sellos para las
operaciones monetarias llevándola del 0,8% al 1%; se varía la forma de tributar en la
venta de autos usados, eximiéndola de ISIB al 3% y gravándola con Sellos al 1,5 %; y se
incorporan en los textos fiscales dos impuestos ambientales elaborados por el Ministerio
de Espacio Público y Medio Ambiente. Se mantienen los descuentos para pago adelantado y
el buen contribuyente, y el tope del 8% para las patentes que estén al día. Asimismo se
procedió a actualizar en el orden del 10% los precios de la Ley Tarifaria -excepto
algunos casos en que las áreas pertinentes han pedido una actualización particular
(cementerios, licencias, la agencia ambiental, etc.). Las restantes modificaciones son de
índole metodológico, de administración tributaria, y algunas correcciones para aclarar
conceptos.
¿Con qué
otras entidades realizan cruzamientos de información con el objeto mejorar la
fiscalización?
Nuestra misión es aumentar la recaudación con mejores medidas y políticas, pero siempre
sustentados sobre nuestro vínculo con la sociedad. Así, mantenemos una tarea permanente
de relación y diálogo con diversos actores. Esto va desde la ejecución de convenios y
acuerdos, como los que tenemos con la Corte Suprema y con el Consejo de la Magistratura,
hasta el intercambio de información con el RPI y el RNPA. Obviamente también con otras
áreas del GCABA y con las cámaras empresarias y las entidades profesionales. Asimismo
tenemos reuniones con tributaristas. Con muchos de ellos están establecidas mesas de
enlace y trabajo.
Desde el año
2008, en el que funciona como organismo autárquico, la AGIP ha implementado determinados
procesos para mejorar su recaudación bajo el lema Cumplir nos beneficia a
todos. ¿Puede darnos datos en cifras?
Las cifras están a la vista de todos en la recaudación que publicamos todos los meses en
nuestra página Web. En estos dos años hemos mantenido un muy sólido nivel de
recaudación, incluso a pesar de las diversas coyunturas. Estamos convencidos de que esto
tiene que ver con todo el trabajo que venimos haciendo desde el primer día en que
asumimos, y con nuestra incansable lucha contra la evasión, generando presencia en la
calle, percepción de riesgo y la conciencia de que en la Ciudad empezó a haber premios y
castigos. Creo que hemos podido revertir la posición de los contribuyentes que primero le
pagaban a la AFIP, después a ARBA y, en último término, a la Ciudad de Buenos Aires.
Eso se refleja cuando hacemos la comparación entre las curvas del IVA y nuestros Ingresos
Brutos.
Con relación a
la Clave Ciudad, ¿nos podría comentar brevemente cómo ha sido el proceso de creación
de esta nueva forma de vincularse con el fisco porteño más directa y segura?
La gestión de nuestro gobierno siempre fue clara en cuanto a avanzar hacia el gobierno
electrónico. Así nace la Clave Ciudad, que desarrollamos en AGIP/Rentas para un primer
uso fiscal, pero que irá trascendiendo a otros ámbitos de la administración, donde la
Ciudad y los ciudadanos interactúan en trámites virtuales que requieren una alta
seguridad de identificación. |