Hay debilidades que sólo le
pertenecen a uno era de una de las frases recurrentes del Alemán Jorge
Göttling: un periodista de pluma entrañable que abonó la profesión hasta hace algunos
años. Morency descubrió, desde muy joven, que una de sus debilidades era el arte y que
la otra eran las finanzas, y las unió.
Gaétan es canadiense y no repara en protocolos. Hoy
está en la Argentina dando conferencias y mañana volará a China para acompañar a los
encargados de un casting multitudinario. Así empieza y termina la función de su día a
día.
El encuentro es extraño. Morency tiene un cargo
importante dentro de una empresa mundialmente reconocida. Sin embargo, no lo parece. No
viste sofisticado, ni se expresa con grandes ademanes. Sabe que él no es el artista.
Aprendió bien su papel, su actuación detrás de escena. Porque, aunque le gusta el arte,
sabe que él no es el protagonista.
Este es el resumen de la charla que mantuvo la revista Consejo
con Gaétan Morency, vicepresidente del Cirque du Soleil.
¿Cómo se logró reflotar y
mantener un espectáculo tan antiguo como El Circo y convertirlo en un éxito como lo es
hoy el Cirque du Soleil?
Se logró porque invertimos en la creación. Y lo
hacemos porque desde los orígenes fue así, ya que el fundador o dueño del circo es un
creador, un artista. La creación comanda la producción. En definitiva, la innovación es
lo que está a la cabeza o es el patrón de la empresa. Un espectáculo toma 18 meses de
preparación. Durante los primeros 6 meses se reúnen entre 6 y 8 creativos para elaborar
las primeras ideas. La creación, realmente, lleva un tiempo muy largo, además de mucho
dinero. Por ejemplo, nuestro espectáculo Alegría se creó en 1994 y
requirió una inversión de U$S 15 millones.Después de los 6 meses de preparación inicial, los creativos se reúnen
con los actores que van a trabajar en el espectáculo. Luego, cuando los artistas conocen
de qué se trata la puesta en escena, empieza la fase de perfeccionamiento de los
números, que dura todo ese año.
Hay algunos espectáculos que se llaman residentes. Son
aquellos que están fijos, como los de las ciudades de Las Vegas (Estados Unidos), Macao
(China) y Tokio (Japón). Estamos hablando de entre U$S 40 a U$S 45 millones de inversión
y 30 meses de preparación por espectáculo.
¿Cómo conjuga el Cirque du
Soleil la actividad circense, propiamente dicha, con lo actoral, lo técnico y la
innovación?
Durante los primeros 6 meses de trabajo, se juntan los
creativos de las distintas áreas. Entonces, se reúnen el compositor de la música, el
vestuarista, el encargado de la iluminación, es decir, los responsables de cada uno de
los componentes del espectáculo. Como ellos están presentes a lo largo de todo el
proceso de creación desde el principio, se logra llegar a un espectáculo final donde se
conjuga todo.
¿Cómo es el modelo de
negocio del Cirque du Soleil?
Creación, primero. En segundo lugar, podríamos decir
que existe un casamiento entre el arte y los negocios. Un importante trabajo
de marketing, con las técnicas más modernas. Y, por último, un socio/partenaire en cada
uno de los mercados adonde llegamos. En cada lugar, se trabaja con una empresa de
relaciones públicas que conozca bien la ciudad.
Usted habla de un
casamiento entre arte y negocio. ¿En su caso, y proviniendo del mundo de la
economía y la administración, cuándo se dió cuenta de que ya había desposado al arte?
Desde siempre... desde siempre (entre risas). Es verdad
que tengo formación en management y una licenciatura en Ciencias de la Gestión, pero me
dirigí hacia el campo artístico porque consideré que los valores y el estilo de vida
serían mucho mejores que si me quedaba trabajando en una empresa como IBM o General
Motors. Esto fue hace unos 30 años, más o menos.
¿Le gustaba el circo cuando
era un niño?
¡¡Sí!! Pero no es lo mismo el Cirque du Soleil que
el circo tradicional que yo vi cuando era chico. No existía el Cirque du Soleil por aquel
entonces. El 16 de junio pasado, el Cirque cumplió 24 años.
¿Qué diferencias existen
entre el circo tradicional y el Cirque du Soleil?
El circo contemporáneo, como lo es nuestro circo, es
mucho más teatral y no se utilizan animales. Es una corriente circense que nació en
Francia en la década del 70.
Un grupo de quebequenses gentilicio con el que se
conoce a los originarios de la ciudad de Québec, en Canadá, que estaba
frecuentando el ámbito francés del circo, volvió a Canadá con la idea de crear algo
similar en ese país. Fue entonces cuando esa idea se transformó en lo que hoy es el
Cirque du Soleil. Pero lo interesante es que en Canadá no había una tradición de circo,
o sea que se transformó en un lugar que ofrecía todas las libertades para hacer lo que
uno quisiera en ese campo. Francia comenzó mucho antes con este modelo de circo
innovador, pero el tradicional seguía siendo más fuerte. Es por ello que, a pesar de
haber empezado antes, la tradición funcionó como un freno para la innovación y no se
desarrolló con tanta facilidad.
¿Se ganaron algunos
enemigos en aquel momento de tantos cambios?
Nosotros no tenemos nada contra el circo tradicional.
Es más, sabemos que en la Argentina hay unas 300 familias que viven de la actividad
circense y, cuando estrenamos, los invitamos y hacemos actividades juntos. Una de las
ideas es crear una comunicación con el circo tradicional. Es más, nosotros ayudamos en
este momento a una asociación internacional de circos tradicionales. Les ofrecemos, por
ejemplo, seminarios de marketing o creación, y también compartimos los conocimientos que
ellos tienen.
¿Cuántas familias viven
del circo y cuántas personas trabajan en él?
En el circo trabajan unas 4.000 personas. Podríamos
decir que es el mismo número de familias que viven de él, aunque hay algunas parejas en
las que ambos componentes pertenecen al personal del circo. De ese total, hay 1.000
artistas.
¿Y cuántas compañías
itinerantes tiene el circo alrededor del mundo?
Actualmente, el circo posee 15 compañías itinerantes
y ninguna de ellas hace el mismo espectáculo en forma simultánea. Es decir que cada una
presenta al público un espectáculo diferente. En 2007, asistieron unos 10 millones de
espectadores a estos 15 espectáculos.
Alegría (NDR:
es el show que presentó este año el Cirque du Soleil en la Argentina) Es el espectáculo
con el que el circo festejó sus 10 años de existencia. ¿Esa creación fue una especie
de bisagra en la historia del Cirque du Soleil?
En realidad, cada espectáculo es una especie de
bisagra porque cada representación es una etapa de creación. Alegría es un
espectáculo vivo que va sufriendo cambios cada vez que se presenta. Para nosotros, cada
uno de ellos es como un niño: lleva todo un tiempo para nacer; luego está el parto, que
no es nada fácil, y después hay que hacer lo necesario para que crezca y se mantenga
vivo. Alegría cumplió sus 5.000 presentaciones en la Argentina.
Usted dice que los espectáculos
del circo van sufriendo modificaciones a lo largo de su vida. ¿Sucede lo mismo con el
modelo o las estrategias de negocio?
El modelo de negocio es el del artista que pretende que
su obra sea vista por la mayor cantidad de gente posible, y es por ello que queremos estar
en todas partes y con todas las culturas. Por eso estamos en América, Europa, Asia y
Australia. Al único lugar adonde no llegó el circo es a África.
El Cirque du Soleil recorre
todo el planeta. ¿En qué varían las reacciones de los diferentes públicos del mundo al
ver el espectáculo?
Es verdad que cada público reacciona de manera
diferente. Pero esto lo planteamos desde la creación de cada espectáculo porque el circo
reúne gente de 42 nacionalidades diferentes y 25 idiomas distintos. Nosotros arrancamos
con una cultura universal que va formando parte de nuestro arte. Es sorprendente que en
Tokio, Londres y Buenos Aires el efecto resulte el mismo. Un espectáculo como
Alegría, por ejemplo, tiene un excelente funcionamiento en los países de
Latinoamérica y en España. Es verdad que puede haber algunas variaciones en los shows,
pero, en general, todos ellos van circulando sin mayores adaptaciones por los países
donde se presentan.
¿Cómo se lleva a cabo el
reclutamiento de los artistas?
Hay un equipo de casting compuesto por 50 personas.
Este equipo va recorriendo todos los festivales y espectáculos del mundo con la misión
de ver artistas. También se hacen audiciones públicas donde se convoca a artistas y
atletas. En dos o tres días se los entrevista y se los graba. Luego, se hace una
selección en función de los espectáculos que estamos creando. En la Argentina hicimos
tres audiciones y, en este momento, hay unos 10 artistas argentinos distribuidos en
nuestros espectáculos.
Al inicio de la entrevista,
usted afirmó que prefería estar al frente de un circo que en una empresa como IBM o la
General Motors. ¿Cuáles son, entonces, las sensaciones que experimenta al pertenecer a
una empresa artística sin estar su trabajo directamente relacionado con lo artístico?
Bueno... doy conferencias; ahí soy un artista (entre
risas). Para mí es un orgullo. Yo me considero un mercader de felicidad.
Y los problemas de esta
empresa deben ser completamente diferentes de los de una industria o de una de servicios.
En el Cirque du Soleil, el eje está en las personas
que lo hacen. No fabricamos objetos para distribuir. Son personas en un escenario;
personas que tienen que estar contentas para que puedan poner toda sus energías y su
calidad en el espectáculo. Nosotros nos ocupamos de cosas que no son
importantes(ironiza): crear espectáculo, felicidad, entretener a las personas. En otros
lugares, justamente eso no es lo más importante.
En Síntesis
Cirque du Soleil es
una compañía canadiense creada por Guy Laliberté en el año 1984 en Québec, Canadá.
Vende 10 millones
de entradas y factura US$ 700 millones anuales.
Tiene un staff de
4.000 personas y 15 espectáculos distintos.
Alegría, el espectáculo que el Cirque du Soleil presentó en la Argentina,
fue creado para conmemorar los primeros 10 años de la formación del grupo.
Este show está
dirigido por el italiano Franco Dragone y cuenta con 55 artistas (acróbatas, músicos,
cantantes, payasos y personajes) de 17 nacionalidades, cuyas edades van desde los 12 a los
54 años. |