“Importante
entidad financiera multinacional incorporará profesional para coordinar y monitorear la
implementación de proyectos. La búsqueda está orientada a profesionales de carreras
afines a las finanzas, preferentemente con estudio de postgrado o MBA, con muy buen
dominio del inglés oral y escrito.” Cada vez es más común leer búsquedas
laborales de este estilo.
Hasta fines de los 70, las empresas buscaban personas que por lo menos hubieran finalizado
el colegio secundario. Esto, con el tiempo, fue cambiando. Ya en los 90 era casi una
obligación contar con un estudio universitario o, por lo menos, estar en el cursado de
alguno para acceder a puestos calificados. Poco a poco la academización fue tomando gran
protagonismo, así como las colegiaciones profesionales.
Ya en el nuevo milenio se redobló la apuesta. Y hasta lo que entonces resultaba
suficiente ya no lo fue tanto, y empezaron a aparecer estudios o especializaciones en
determinadas ramas de las ciencias y las artes. De esta manera, las universidades,
públicas y privadas, vieron que se abría una nueva alternativa educativa, una de grado
superior, que era viable y que estaba dando buenos resultados en todo el mundo.
El Anuario 2006 de Estadísticas Universitarias, último estudio enfocado en la población
estudiantil de las universidades argentinas, señala que entre ese año y el 2000 se
incrementó en un 60% la cantidad de alumnos de postgrados. Es decir, que de 39.725
estudiantes que había al inicio de la década, se pasó a 62.870 en tan sólo seis años.
En este contexto y a simple vista, parecerían corresponder a las universidades privadas
los doctorados. especialidades o maestrías, aunque no es así. Según el anuario, el 77%
de los estudios superiores es dictado por entidades estatales. De esta manera, 48.331
alumnos ocupan los claustros educativos con la misión de extender sus formaciones de
grado.
La complejidad de la posmodernidad exige enfoques interdisciplinarios y soluciones
acordes, además de la necesidad de nuestro país de insertarse en la región y en el
mundo globalizado.
Las carreras vinculadas con las Ciencias Económicas han crecido en número de graduados y
la demanda se ha diversificado en distintas especialidades, al igual que en otras carreras
de grado. Así, un Contador Público o un Licenciado en Administración, si quiere
dedicarse a alguna especialidad, debería encontrar en el mercado académico la
posibilidad de capacitarse en ella y de relacionarse con los especialistas que puedan
mostrarle, desde el campo conceptual y práctico, los caminos para desarrollarse en la
rama de la Ciencias Económicas que ha elegido.
“Este marcado interés por los estudios de postgrado responde,
posiblemente, a una sumatoria de cuestiones; por ejemplo, la explosión de conocimientos,
la vertiginosidad de los cambios en todas las áreas de actividad, los fenomenales avances
tecnológicos que han transformado al planeta en una verdadera ‘aldea global’
–como se ha dado en llamar– y el indudable protagonismo de la
interdisciplinariedad pueden generar la necesidad de continuar los estudios a nivel de
postgrado”, explica el Dr. Mario Burkún, director de la escuela de postgrado de la
Universidad Nacional de la. Y continúa: “Habitualmente se supone que la demanda
genera la oferta, pero también es necesario considerar que los ámbitos académicos
anticipan demandas, ya que disponen de información generada en centros de investigación
que orientan tanto acerca de tendencias como de escenarios en los cuales ciertos perfiles
serán requeridos. Las carreras de grado que cada universidad ha decidido crear y sostener
también generan demandas de postgrado”.
Para el Licenciado Horacio Val, de la Escuela de Economía y Negocios de la
Universidad Nacional de San Martín, el fenómeno es mundial y funcional a un proceso de
reducción en la extensión de las carreras de grado a cuatro años y a tres en algunos
casos de la Unión Europea”.
Pero en todo esto existe un punto interesante si miramos hacia el sector
público de la enseñanza superior. En este caso, a diferencia de las universidades
privadas, las instituciones públicas ven desde otro ángulo la puesta en escena de
“la oferta”. Para Daniel Solari, secretario de Investigación y Postgrado de la
Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de la Plata, “en las universidades
públicas no se tiene como objetivo el afán de lucro, sino más bien preparar a nuestros
recursos humanos para mejorar la sociedad, empezando por ellos mismos, tanto en el campo
profesional como en el académico”.
Por su parte, Mario Burkún tiene una visión similar a la de Solari y asegura: “En
ningún caso las carreras de postgrado se conciben cono un ‘negocio educativo’,
al menos en las universidades nacionales. Esto no significa desconocer la responsabilidad
institucional por el autofinanciamiento de los postgrados y por el apoyo financiero a las
carreras de grado y a los proyectos de investigación, que, en general, son las
actividades sustantivas de las universidades”.
Cada vez más, las empresas tienden a recurrir a profesionales con postgrados en curso o
ya concluidos. Inclusive, muchas firmas hacen un culto de la capacitación de su personal
y hasta arman planes de carreras para sus recursos humanos. En ocasiones, haber completado
un postgrado suma a la hora de calificar para determinadas posiciones, tanto en el sector
público como en el privado. A pesar de ello, Marcelo Podmoguilnye, secretario de
Investigación y Postgrado de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, cree que
“no es indispensable tener un postgrado. Muchas empresas incentivan los postgrados,
pero no con la finalidad de tener posiciones de privilegio dentro de la jerarquía
empresarial, sino con el objetivo de mejorar su capacidad y poder lograr el perfil de
recurso humano perseguido como factor crítico de éxito empresarial en esta
perspectiva”. Por su parte, Burkún está convencido de que es un requisito que deja
de ser excluyente si los aspirantes a un puesto “exhiben una gran experiencia en el
terreno laboral”.
Sin embargo, que no sea indispensable no quiere decir que no sea necesario.
En este contexto, Podmoguilnye concluye que “no quedan dudas de que la gran cantidad
de graduados y las necesidades del mercado del profesional en Ciencias Económicas hacen
de las carreras de postgrado una necesidad. Es la única manera a través de la cual el
profesional puede especializarse. En la universidad pública luchamos constantemente por
darles a nuestros graduados herramientas de capacitación y, dentro de lo posible, a
costos accesibles. Por lo general, las entidades no ganan y generalmente trabajan para
sostener un servicio de capacitación a su valor de costo”.Administración y Finanzas lideran el mercado
En el ámbito de las Ciencias Económicas, la Administración y las Finanzas se han
convertido en las ramas más elegidas a la hora de optar por un postgrado. El ya clásico
MBA (Master of Business Administration), formación que se consigue a través de una
Maestría en Dirección de Empresas, no sólo brinda habilidades de negociación y
gerenciamiento. Comunicación, Gestión, Responsabilidad, Marketing, son algunas de las
materias que completan una formación que intenta ser integral y funcional al mismo
tiempo.
En los últimos años, profesionales de otras disciplinas se han ido inclinando hacia los
postgrados relacionados con la Administración o las Finanzas. De esta manera, ingenieros,
licenciados en Sistemas, abogados o titulados en carreras relacionadas con la Ciencias
Sociales son tentados por los conocimientos económicos, administrativos o financieros que
pueden obtener de un MBA o un doctorado.
Muchas de las universidades, pensando en esta tendencia, contemplan módulos
nivelatorios para este tipo de alumnos a fin de que exista un umbral común para todos.
“Los profesionales que no son egresados de Ciencias Económicas procuran enriquecer
su espectro intelectual con conocimientos que les permitan tener una visión de la
administración aplicable a sus propias actividades, además de ampliar el espectro de
posiciones laborales y académicas”, expone el Licenciado Val.
La oferta en las universidades públicas es cada vez más abundante. Estas instituciones
están ganando terreno con respecto a las universidades privadas, pioneras en el país en
estudios de postgrado y especializaciones.
La Universidad Nacional de La Plata (UNLP) tiene su MBA con orientaciones en
mercado de capitales, creación de empresas y PyMEs, marketing, RR.HH., y bancos y
seguros. En la UNLP también se cursan maestrías en marketing internacional y un
doctorado en Administración empresarial. Durante el mes de noviembre, esta casa de
estudios realizará una exposición de postgrados juntamente con la Universidad
Complutense de Madrid.
La Universidad Nacional de Lomas de Zamora ofrece las maestrías en
Contabilidad Superior y Auditoría y Gestión de PyMEs. Por su parte, la Universidad
Nacional de San Martín dicta en su Escuela de Economía y Negocios la Maestría en
Economía y Desarrollo del Turismo.
La Universidad Nacional de La Matanza ofrece tres opciones en maestrías:
Finanzas Públicas, Relaciones Económicas Internacionales y Administración de Justicia.
Además, ya lanzó su Doctorado en Ciencias Económicas, próximo a abrir su ciclo lectivo
en la segunda mitad de 2008.
La Universidad de Tres de Febrero brinda una Maestría en Políticas y
Administración de la Educación. En tanto, la Universidad Nacional del Centro de la
Provincia de Buenos Aires tiene su versión genérica de un MBA, pero en dos modalidades:
full time y part time.
Desde el año 2001, la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires
ofrece su Maestría en Administración. Sin embargo, Consejo no tuvo
respuestas a las consultas efectuadas a fin de conocer de una manera más completa la
situación de la educación superior en esa Facultad.
La Escuela de Estudios de Postgrados de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA
ofrece información a través de su website. Además del MBA, estas son las Maestrías que
dicta la institución: Administración Pública, Contabilidad Internacional, Economía,
Gestión Empresarial del Comercio Exterior y de la Integración, HistoriaEconómica,
Políticas Económicas, Proceso de Integración Regional con Énfasis en el Mercosur y
Relaciones Económicas Internacionales. |
