Big Mac, Big Price
Una lata de Coca- Cola en Manhattan (Nueva York) vale U$S 0,90 mientras que en Buenos Aires sale U$S 1. Tomar Gatorade cuando uno termina de jugar un partido de fútbol 5 o una clase de gimnasia, en cualquier lugar de Estados Unidos vale U$S 1 mientras que en Buenos Aires se llega a pagar U$S 1,80 en promedio.

¿Es que los argentinos ya están pagando más por los mismos productos a los que acceden los consumidores de otros países? Seguramente.

Hay que admitir que el de los alimentos es un rubro especial. El 40% del aumento que hubo en la inflación durante 2007 se explicó por los mayores precios en ese capítulo, estima el economista Miguel Bein.

Pero es cierto que la comida subió en todo el mundo, no solamente en la Argentina.

Uno de los clásicos ejercicios a la hora de establecer una comparación sobre cuánto cuesta un mismo producto en distintos países es ver el precio del Big Mac, el sándwich más conocido de la cadena McDonald’s en las principales ciudades (la revista The Economist elabora una serie al respecto). Por ejemplo, en Buenos Aires cuesta U$S 3,60, prácticamente lo mismo que en Nueva York (U$S 3,70). Sin embargo hoy puede encontrarse el mismo sándwich en lugares como Texas o Houston al mismo precio que en Buenos Aires un año atrás: U$S 2,82.

¿Por qué aumentó un 27% en los últimos doce meses? Si se toma como hipótesis que la inflación en la Argentina puede rondar entre el 25 y el 28%, es evidente que la evolución del precio del Big Mac ha reflejado bastante bien lo que ha sucedido con los costos en la Argentina. En Nueva York, por ejemplo, el Big Mac ha aumentado menos de un 5%, al igual que en Londres. Precisamente uno de los Big Mac más caros del mundo es el de Inglaterra (U$S 4,20).

Chango
Si tiene en cuenta lo que se gasta en una compra en un supermercado en la Argentina y en el resto del mundo, se observa que en Buenos Aires “llenar el carrito” sigue siendo más barato que en otras ciudades. Una reciente nota de Clarín muestra que una compra promedio de supermercado sale 17% menos que en Santiago de Chile, 24% más económica que en Montevideo y 32% más barata que en San Pablo. Mientras que una canasta de 35 productos básicos en Buenos Aires sale U$S 43,13 (tomando un dólar a $ 3,06), un set parecido cuesta U$S 52,12 en un supermercado de Santiago de Chile, U$S 57,02 en Montevideo, U$S 63,98 en San Pablo, U$S 68,94 en Londres, 69,21 en Madrid y U$S 76,94 en Nueva York.

Yendo a productos específicos, el azúcar en Buenos Aires cuesta U$S 0,58 mientras que en Estados Unidos vale U$S 1,97. La cerveza (lata de 350 ml) se consigue por U$S 0,52 en Buenos Aires; más barata que en Uruguay (U$S 0,88), Chile (U$S 0,56), Estados Unidos (U$S 0,94), España (U$S 0,90), Inglaterra (U$S 0,83) y Brasil (U$S 0,55). Los fideos también son más económicos en la Argentina (U$S 0,71) que en Chile (U$S 1,10), Brasil (U$S 1,13), Estados Unidos (U$S 1,5) o Inglaterra (U$S 2,33).

Hay precios que sin embargo son más caros en los supermercados argentinos, como la botella de Coca-Cola de litro y medio (U$S 1,43 contra U$S 1,37 de Brasil, U$S 1,19 de Estados Unidos).

Subsidios
¿Por qué en la Argentina los alimentos en general siguen siendo más económicos que en otras partes del mundo pese a haberse incrementado en el último año?

Hay varias razones, pero los expertos señalan en general que esto se debe a los subsidios que el Estado paga a las empresas privadas para que a su vez puedan comercializar sus productos a precios más accesibles.

El tema de los subsidios no es algo menor. Según la Asociación Argentina de Presupuesto, las transferencias a sectores económicos alcanzaron en el primer trimestre del año los $ 4.588 millones. Los destinatarios fueron el energético y el del transporte; en tercer lugar quedó el agroalimentario.

El sistema de compensaciones administrado por la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (ONCCA) para subsidiar el consumo interno de los productos derivados del trigo, el maíz, la soja, el girasol y lácteos, realizó transferencias por $ 430 millones en el primer trimestre del año, triplicándose respecto de igual período del año anterior. De acuerdo con la política agropecuaria prevista, es muy probable que estos subsidios se incrementen sustancialmente en los próximos meses.

Otra de las explicaciones de por qué los alimentos han subido tanto en el último tiempo se refiere al alza del petróleo, ya que ello impacta sobre los costos del transporte. A principios de siglo, el valor del barril se encontraba en U$S 30, pero a mitad de año superó la barrera de los U$S 140 y Goldman Sachs calcula que hacia fines de 2008 podría llegar a cotizar U$S 200.

En todos estos años, la Argentina ha mantenido el precio de los combustibles subsidiado, abaratando en términos relativos lo que cuesta llevar un producto desde la fábrica a la góndola. Los subsidios al transporte en los primeros tres meses del año sumaron $ 1.345 millones; han crecido un 52% anual y representan un 29% del total de los subsidios que se pagan.

Lo cierto es que en la Argentina el precio de los combustibles, con todo lo que ello atañe, resulta más barato que en otras partes del mundo. Según el economista Mario Blejer, el gas en la Argentina cuesta 24,5 veces menos que en Brasil, la nafta 2,2 veces menos, el colectivo 4,8 y viajar en subte 1,9 veces menos.

Tal vez por ello el próximo verano siga siendo más económico irse de vacaciones a Mar del Plata o a Pinamar que al exterior. Difícilmente un hotel en La Feliz valga menos que en Cancún (U$S 60 la doble en un establecimiento tres estrellas a una cuadra de la playa en la Península de Yucatán) o un almuerzo sobre la playa cueste más en Punta del Este que en Pinamar (en enero de 2008 los precios fueron iguales). Pero más difícil será que el precio de la nafta en la Argentina suba tanto como el petróleo de acá a fin de año. Y más difícil aún será encontrar en los próximos meses algún país que aumente tanto los recursos destinados a subsidiar el combustible como la Argentina.

The Police y Cirque du Soleil: más baratos en Londres
Ver a The Police ne Buenos Aires en marzo último salía más caro que verlo en el mítico Brixton Academy de Londres (algo así como el Obras de los londinenses): en la Argentina, la entrada más barata costaba U$S 63 y en la tierra del rock se podía conseguir a U$S 50.

Algo parecido pasa con el espectáculo del Cirque du Soleil: es más barato en Londres que en Buenos Aires.

Sin embargo, no todos los espectáculos son más caros que en esa ciudad. Ver una película en algunos de los cines de Leicester Square (algo así como el antiguo Lavalle argentino) no sale menos de $ 40. En Buenos Aires cuesta la mitad.

El fútbol es otra historia. La entrada a las tribunas populares en los estadios argentinos vale $ 24, bastante más barato que los 24 euros que cuesta en Europa (promedio). Pero si uno quiere verlo desde la platea tiene que pagar bastante más. Por ejemplo, las plateas en los últimos partidos del Torneo Clausura 2008 costaban $150. Claro que las instalaciones que usa (baños, accesos, puertas, etc.) no son las mismas a las que acceden los europeos pagando 25 euros. Incluso hay partidos de la primera ronda de la Champions League (el torneo de fútbol mejor organizado del mundo) que pueden verse por $60.