1. El Dólar:
Esa vieja obsesión de los argentinos
Lorenzo Sigault dijo: el que apuesta al dólar pierde. Y ganaron todos (los
que apostaron al dólar, claro). Este año volvió esa vieja timba: todos compran dólares
porque piensan que hoy está muy barato y mañana el Gobierno no podrá sostenerlo.
Pronósticos hay para todos los gustos: Miguel Angel Broda, Ricardo Arriazu, Fiel y el
Citibank lo ven para fin de 2009 a más de $4. El argumento detrás de este pronóstico es
que si el Gobierno no devalúa entonces no tendrá exportaciones suficientes que le dejen
divisas y recaudación en concepto de retenciones. Por otro lado, economistas como Miguel
Bein o Mario Blejer dicen que no, que el actual nivel está bien y que en todo caso podrá
subir unos centavos más, pero no habrá una devaluación del 100%.
La realidad es que nadie puede saber a cuánto estará el valor del dólar. Y tal vez ése
sea el principal interrogante para 2009.2. Inflación:
De cuco a ninguneada
¿No lo recuerdan? Sí, señor: a principios de año todos estaban desesperados por la
inflación. Todas las encuestas decían que era la principal preocupación de los
argentinos. Hoy ya no (son otras, en realidad).
El ex ministro de Economía Martín Lousteau anunció en marzo un esquema de retenciones
móviles sobre los granos con el objetivo de brindar estabilidad en los costos sobre la
cadena de alimentos. Fue el gran dolor de cabeza del Gobierno. El plan no solamente no fue
bien recibido por la oposición, sino tampoco por la gente en general. Encima la
inflación continuó subiendo hasta llegar al 30% anual. La presión se hizo insostenible
y a Lousteau no le quedó otra cosa que renunciar.
Pero, volviendo al tema precios, ¿qué fue lo que sucedió para que la inflación ya no
sea más la principal preocupación de la gente? Simplemente que la Argentina ya no crece
a tasas chinas y ello sin duda ha servido para disciplinar el ritmo al que los precios
crecían. Y todo indica que seguirá ocurriendo lo mismo el año que viene. La
inflación en 2009 será similar a la de este año, cerca del 18% de la mano de una
economía al borde de la recesión, pronostica el economista Miguel Ángel Broda.
El relevamiento de los precios de los alimentos y de las bebidas que realiza
periódicamente la consultora Finosoport mostró una significativa desaceleración de la
tasa de inflación de este rubro durante el mes de octubre. De hecho, ese guarismo se
redujo desde 0,9% en septiembre a 0,2% en octubre. En este último mes, y después de más
de un año, los pronósticos de los economistas privados y el INDEC coinciden en cuanto a
la inflación (no así en materia de desempleo y actividad).
3. Las AFJP vuelven al
Estado
El Gobierno logró una reforma estructural: que la administración de los fondos de
jubilación y pensión vuelva a manos del Estado. La oposición criticó duramente la
medida. La tildaron de oportunista y de acaparar los recursos necesarios para encarar el
proceso electoral de 2009. El Estado tendrá activos por $ 80.000 millones gracias al
dinero acumulado por los aportantes en sus cuentas individuales. Por otro lado, recibirá
un flujo anual de ingresos de $15.000 millones por los montos que los trabajadores activos
aportaban a una AFJP. Asimismo, asumirá un pasivo a futuro (el pago de las jubilaciones).
Aquellos que el año pasado optaron por quedarse en el régimen de capitalización (el
año pasado se permitió que los afiliados de ambos sistemas decidieran dónde querían
estar: el 85% optó por seguir en el sistema privado) ahora serán trasladados
automáticamente.
4. El año de las
commodities récord
Hoy existe gran incertidumbre sobre el precio futuro de los productos básicos. Si
continúan descendiendo respecto a los niveles de principios de 2008, puede ser positivo
porque entonces las poblaciones tendrán acceso a las viviendas, los alimentos y los
combustibles a un costo menor. Pero, si, a su vez, la corrección sigue siendo brusca como
en los últimos meses, el pánico podría aumentar.
El escenario más realista es uno intermedio. Distintos organismos nacionales e
internacionales, como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la Organización
de Cooperación y Desarrollo Económicos, la Organización de las Naciones Unidas para la
Agricultura y la Alimentación, la Agencia Internacional de Energía y el Departamento de
Agricultura de los Estados Unidos coinciden en que la demanda global de productos básicos
continuará siendo alta en los próximos años, pero que en 2008 se llegó a un récord.
5. 2008: Odisea en el
espacio (financiero)
El año 2008 ya es un mojón en la historia de la globalización. Es el año en el que se
rompe la favorable tendencia del ciclo económico de más de cinco años a causa de
fuertes turbulencias, cuyos orígenes se encuentran en la etapa previa de prosperidad.
Los puntos más salientes del proceso fueron: el estallido de la crisis de las hipotecas
de alto riesgo, que comenzó en 2007 en los Estados Unidos y amenaza con una recesión en
la economía de ese país y del mundo; el debilitamiento del dólar y los movimientos
especulativos con las commodities; los coletazos de la crisis de las hipotecas de alto
riesgo.
6. Cómo se desató la
crisis internacional
La crisis de las hipotecas de alto riesgo es un caso de burbuja inmobiliaria en Estados
Unidos que, al reventar, afectó a las instituciones financieras que tenían más cantidad
de activos respaldados en el pago de esas hipotecas. Las pérdidas de tales operaciones
elevaron la deuda y redujeron el capital de esas instituciones, limitando su capacidad de
atender las necesidades crediticias de la economía. Ante esta situación, procedieron a
vender activos, acentuando la caída de los precios de los activos y, por ende, sus
propias dificultades de deuda y capital. Esa espiral descendente desató la desconfianza
entre los propios bancos, lo que produjo una contracción del crédito y propició las
condiciones para la quiebra de gigantes financieros (Lehman Brothers) comprometidos de
manera imprudente con operaciones demasiado riesgosas y con financiamientos a corto plazo.
En tal momento, la intervención del Estado se transformó en un requisito indispensable
para restaurar la confianza y restablecer la normalidad de los flujos financieros.
7. ¿Ya pasó lo peor de la
crisis internacional?
Para muchos especialistas, sí. Otros (tal vez más honestos) dicen no se
sabe: la modalidad de operaciones fuera de balance que caracterizó el accionar de
los bancos de inversión hace difícil proyectar la profundidad y la duración de la
crisis.
Por de pronto, es necesario que termine de desinflarse la burbuja inmobiliaria para que
los precios del conjunto de los activos contaminados vuelvan a niveles sustentables. Sólo
entonces se conocerá con precisión el volumen de las pérdidas.
Estos procesos no son breves. De allí la magnitud del paquete de rescate del sistema de
700.000 millones de dólares propuesto por la administración estadounidense para
restaurar la confianza y asegurar la continuidad de la cadena de pagos para evitar la
quiebra de empresas y agencias financieras bien administradas. Hoy, con un nuevo gobierno
a meses de asumir, se sabe que su principal prioridad será la economía.
8. Estado Unidos, Brasil y
la Argentina en 2009
La Argentina exporta a Brasil el 18% de sus ventas al mundo. Y según JP Morgan y el FMI,
el crecimiento de la economía brasileña se reducirá a la mitad el año próximo al
pasar de 5% a 2,5%, por lo cual es probable que la Argentina coloque menos producción en
el país vecino. Lo importante es qué evolución tendrá la economía de Estados Unidos,
hoy en recesión. Continuará así hasta por lo menos el segundo trimestre de 2009. Como
el dólar seguirá en alza en todo el mundo (esto es, se revaluará), las exportaciones de
ese país no crecerán y además se debilitarán las importaciones. Por lo tanto, el
comercio mundial se enfriará.
Como los gobiernos y el público en general se refugian en el dólar cuando hay una
crisis, la demanda de divisas aumentará.
En este contexto, algunos países están perdiendo reservas internacionales
y sufriendo algunas corridas en los mercados de cambio. Brasil enfrentará un deterioro en
el resultado del balance de pagos porque se dificultarán las ventas de bienes al
principal socio comercial (Estados Unidos). Por lo tanto, el Banco Central de Brasil (BCB)
deberá tomar una decisión trascendental: vender reservas internacionales y achicar el
crédito interno, o dejar que la moneda (el real) siga perdiendo valor incesantemente. Si
el BCB optase por dejar que el tipo de cambio siga subiendo, la competitividad de las
exportaciones argentinas disminuirá aún más y se reducirá el superávit de la balanza
comercial argentina.
9. Las economías BRIC
desafiadas
Durante 2003-2007, la economía mundial vivió el mejor ciclo de los últimos 40 años al
registrar elevadas tasas de crecimiento, baja inflación, bajas tasas de interés,
financiamiento fluido y un comercio internacional en expansión. Casi la mitad del
incremento económico mundial correspondió a los grandes países emergentes: Brasil,
Rusia, India y China. Goldman Sachs los bautizó con el nombre de BRIC.
Ese favorable escenario internacional, sumado a la mejor calidad de las
políticas macroeconómicas de la región, explica el mejor desempeño económico de
América Latina y el Caribe en cuatro décadas. A esa buena performance contribuyó
también la alta demanda mundial de energía, alimentos y otros productos básicos, que
impulsó las exportaciones de la región.
10. El año que fracasó
DOHA
Durante 2008, la Ronda de Doha transitó desde un razonable optimismo hacia un
significativo estado de incertidumbre, producto del fracaso de la reunión miniministerial
convocada por el director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Pascal
Lamy, en la última semana de julio. Esta ronda de negociaciones es especialmente
relevante, pues es la primera que tiene lugar desde el término de la Ronda Uruguay del
GATT, celebrada en diciembre de 1993, 15 años atrás. Para los países en desarrollo, la
Ronda de Doha conlleva la posibilidad de reponer la dimensión del desarrollo en la agenda
del comercio internacional; de ahí deriva su nombre: Programa de Doha para el Desarrollo.
El fracaso de la reunión miniministerial de julio de 2008, marcada por las discrepancias
entre China, los Estados Unidos y la India, creó incertidumbre respecto de la capacidad
de los protagonistas responsables de las negociaciones -beneficiarios del proceso de
globalización- de otorgarle gobernabilidad al sistema multilateral de comercio.
La Argentina no obtuvo un buen resultado en Ginebra y mantuvo una posición contraria a la
de su país vecino, Brasil. |