Sector Industrial


Situación

Después de la desaceleración observada en el nivel de actividad manufacturera durante el último bimestre de 1997, especialmente en noviembre -debido básicamente a los efectos de la crisis del sudeste asiático y su repercusión en el Brasil-, se ha verificado una evolución positiva en los primeros dos meses del corriente año, considerando al sector en su conjunto.

De acuerdo al índice de producción industrial elaborado en forma preliminar por FIEL, se detectaron aumentos de 6,4 % en enero (de 7,8 %, según el INDEC) y de 7,5 % en febrero, con relación a iguales meses de 1997, conformándose un incremento en el primer bimestre del año de 7,3 %.
Entre las ramas manufactureras más dinámicas durante el citado período, se encuentran la automotriz, siderurgia y cemento, así como las actividades a ellas vinculadas.

La evolución conocida de diversos indicadores tiende a señalar que la industria de la construcción presenta en los comienzos del año un incremento significativo con relación a igual período de 1997, favorecida incluso por la recuperación observada luego de las abundantes lluvias del último bimestre del año precedente.


Perspectivas

Puede estimarse que de no mediar variaciones negativas en el frente externo y no adoptarse medidas restrictivas del nivel de actividad en el plano interno, la evolución de las industrias manufacturera y de la construcción continuará siendo positiva en los meses próximos, si bien posiblemente a un menor ritmo que el observado en el primer bimestre, durante el cual estas actividades se recuperaron de la desaceleración previa.

Interesará especialmente observar la evolución de la industria automotriz en los próximos meses -dada su gravitación en el conjunto del sector manufacturero-, a fin de ajustar la evaluación de su destacado comportamiento en el primer bimestre del año.

Existe una seria preocupación en gran parte del sector manufacturero sobre una probable invasión de productos del sudeste asiático -a raíz de las sustanciales devaluaciones y caídas de la demanda interna en esos países-, que se observaría crecientemente a medida que se restablezcan los circuitos crediticios en esas economías.