Sector Industrial


Situación

La acumulación de existencias y el deterioro de las expectativas empresariales -así como el “plan anticrisis” presentado por la Unión Industrial Argentina-, son expresiones que convergen en señalar una desaceleración, al menos, del nivel de actividad manufacturera.

Los principales factores explicativos están dados por el mayor costo de la financiación y su menor disponibilidad -tanto externa como internamente- y por el menor grado de confianza del consumidor, que influyen especialmente sobre la demanda de bienes de consumo durables y la construcción, así como en una cierta postergación de proyectos de inversión.

La actividad automotriz -uno de los motores principales de la anterior expansión-, mostró en setiembre una suba de la producción de sólo 0,7% respecto de igual mes de 1997, así como una reducción de 12,9% en los despachos internos, mientras que las exportaciones aún aumentaban 6,5%.

Indeseada acumulación de existencias en la industria

De acuerdo a la última estimación disponible del INDEC, en agosto la producción manufacturera aumentó 1,7% respecto de igual mes de 1997 y 1,5% frente al mes anterior en términos desestacionalizados.

En los primeros ocho meses del año, la producción acumulada se incrementó 4,9% con relación al mismo período de 1997.

En esta última comparación, las actividades de mayor crecimiento fueron:

agroquímicos (43,5%), debido a la sustitución de importaciones y la fuerte demanda del sector agrícola;

automotores (19,0%), a raíz del incremento de las exportaciones, y

aceites y subproductos oleaginosos (18,5%), en base a la mayor disponibilidad de los respectivos granos.

También presentaron aumentos superiores al nivel general las producciones de neumáticos, gases industriales, materias primas plásticas y carnes blancas.

En el otro extremo, las mayores caídas de producción se observaron en:

carnes rojas (-15,0%), debido principalmente a la disminución de las existencias ganaderas:

azúcar (-13,0%), por el adelantamiento de la zafra, e

hilados de algodón (-10,0%), a raíz de mayores importaciones.

Las expectativas empresariales para setiembre denotaron un empeoramiento, ya que 34,4% de las consultadas prevé una disminución de la demanda, frente a 17,2% que espera un aumento (el resto no estima cambios).

Con relación a los niveles de existencias, 30,8% de las empresas encuestadas los considera excesivos, mientras que sólo 1,5% los cree insuficientes.

Por otro lado, la encuesta de FIEL sobre el mes de agosto detectó un deterioro de las expectativas para los meses siguientes -por cuarto mes consecutivo-, ya que 15% de las empresas consultadas estima que su situación general empeorará, frente a 6% que espera una mejora.

Ajuste de la actividad automotriz

El derrumbe de la demanda brasileña -afectada por la fuerte suba de las tasas de interés, principalmente- y la reducción de la demanda local, están influyendo en forma desfavorable sobre la producción de la industria automotriz.

Ello se ha reflejado en setiembre y primera mitad de octubre en un menor nivel de actividad con las siguientes características, según las empresas:

reducción de horas o jornadas de trabajo en empresas terminales;

finalización de contratos temporarios de personal a su vencimiento;

evolución similar en la actividad productora de autocomponentes.

La importancia relativa del mercado brasileño puede apreciarse observando que durante los primeros ocho meses del año, casi la mitad de la producción local tuvo ese destino.

Deterioro de las expectativas en la construcción

El indicador del nivel de actividad en el sector de la construcción, elaborado por el INDEC, presentó en agosto un incremento de 5,5% con relación a igual mes de 1997.

Las expectativas de las empresas para el mes siguiente no fueron alentadoras, pues 48,2% de las consultadas espera una reducción de la actividad, en tanto que 8,4% estima un aumento.

Con respecto a la ocupación, 32,5% de las empresas encuestadas planea una disminución de sus planteles de personal, mientras que 10,9% espera un incremento.

Las restricciones observadas últimamente en la oferta de financiación bancaria -factor fundamental del fuerte crecimiento antes observado en el sector-, tales como la suspensión de líneas en pesos y a tasa fija, la suba de tasas de interés variables y el no otorgamiento de créditos para nuevos proyectos, vienen afectando seriamente a la actividad constructora.
A ello se ha agregado una natural retracción de la demanda de crédito hipotecario, dado el mayor grado de incertidumbre económica.


Perspectivas

Para el último bimestre del año cabe esperar una cierta ampliación de la cual tendencia a la desaceleración que presentan las actividades manufacturera y de la construcción, considerando un mantenimiento de las actuales condiciones en materia de financiación y de incertidumbre.

Ante el previsible descenso de la demanda de importaciones del Brasil, recibirían un adicional impulso desfavorable ciertas producciones con perfil exportador a ese mercado, tales como la automotriz y sus insumos, algunos productos textiles, lácteos y calzado.