Precios, Salarios y Ocupación


Situación

La deflación registrada en octubre -tanto en el índice minorista como en el mayorista- parece indicar el impacto de la crisis internacional en la retracción del consumo.

Una economía con menor nivel de actividad, que tardará en reponerse, no presenta un panorama propicio para la generación de empleo.

Todos los índices revelaron deflación

El índice de precios al consumidor de octubre cayó 0,4% respecto del mes anterior, con lo cual se llegó a la tercera deflación en el año y la más profunda desde marzo de 1997, cuando alcanzó a 0,5%.
En los últimos doce meses el acumulado alcanzó un incremento de 0,9%, el más bajo desde marzo de 1998, cuando había llegado a 0,8%.

En el análisis por rubros se observa la baja en alimentos y bebidas (-0,1%), con una fuerte caída en la carne (-4,0%), en particular en los denominados “cortes populares”.
También registraron deflación los rubros de indumentaria (-0,2%), vivienda (-0,1%) y bienes y servicios varios (-0,1%).

La distinta exposición al comercio internacional se manifiesta en que en el último año los precios de los servicios tuvieron un incremento de 1,5%, versus el 0,3% que alcanzaron los precios de los bienes.

El índice de precios al por mayor (IPIM) de octubre tuvo una caída de 1,0% respecto del mes anterior, mientras que en los últimos doce meses acumuló una deflación de 5,1%.

En el análisis detallado se observa entre las principales variaciones, la caída de los precios de los productos nacionales (baja de 5% en los últimos doce meses), con una deflación en primarios (-2,6%), derivada de caídas en pesca (-18,2%) y en petróleo y gas (-1,3%), éste con una baja de 31% en el último año.

El índice del costo de la construcción disminuyó 0,1% como resultado del descenso en el rubro de materiales (-0,1%), en tanto que el de mano de obra no tuvo variación y gastos generales aumentó 0,1%.
En los últimos doce meses este indicador registró una deflación de 0,8%.

Al término de la primera semana de noviembre las estimaciones para el índice mensual de precios al consumidor no prevén cambios en la tendencia, pronosticando un valor levemente negativo.

La caída de los salarios

Sobre la base de los datos que aportan las empresas al sistema previsional, se puede concluir que el salario promedio cayó en términos reales 2,6% en los últimos tres años para el universo que constituyen los casi 4,9 millones de trabajadores registrados.
Por supuesto que la disminución es mayor si se toma como base el salario por hora, en razón del aumento del número de horas trabajadas en el período, que reconocen tanto mediciones oficiales como privadas.
Para la consultora Econométrica, en el período 1990-98 el salario industrial cayó 18,5%, en tanto que para la construcción la baja fue de 11,2% y se mantuvo inalterado para el comercio.

Para el Instituto de Economía de la UADE, en la actualidad el sueldo promedio industrial es 4% menor al promedio de 1993, mientras que para el lapso setiembre 1995-setiembre 1998 el poder de compra salarial del operario no calificado cayó 3%, en tanto que para el calificado disminuyó 2,4%.

Según la estadística del Ministerio de Trabajo, el sueldo promedio mensual de los 4,9 millones de asalariados es de $ 683 al mes de mayo.
Asimismo, existen otros 3,3 millones de trabajadores no registrados cuya remuneración promedio sólo alcanza a $ 380 por mes.

Para efectuar una aproximación al valor real de un salario se puede recurrir a la medición que hace la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE), que para mayo calculó una canasta mínima de $ 1.080 para una familia tipo (matrimonio con dos hijos) del Gran Buenos Aires, la cual sólo contempla alimentos, transporte y gastos generales.

Flexibilización laboral para PyME

El Ministerio de Trabajo envió a la firma presidencial el decreto que reglamenta el capítulo laboral de la denominada “Ley PyME” sancionada en 1995, que estableció cláusulas laborales especiales para este tipo de empresas, que ocupan hasta 40 trabajadores y con topes, según su actividad, en facturación y activos.

La reglamentación propuesta extiende el tope de personal a 80 trabajadores (con acuerdo de partes), con lo cual se estima que podría incluir un universo de unas 300 mil empresas, que emplean aproximadamente 1,8 millones de personas, lo que configura algo más del 40% de asalariados declarados.

Esta normativa flexibiliza varios aspectos clave, entre ellos, las vacaciones se podrán otorgar en cualquier momento del año y fraccionarse en un período no menor a seis días.
Asimismo, el aguinaldo podrá abonarse en tres cuotas, y el preaviso de despido se reduce a un mes aunque el trabajador tenga una antigüedad mayor a 5 años.

Por otra parte, al margen del convenio, cada empresa podrá redefinir con el sindicato las categorías laborales y el acuerdo será homologado por el Ministerio de Trabajo.
Los convenios también podrán reemplazar el régimen de indemnización por un fondo de capitalización.
La negociación de dichos convenios se llevará a cabo entre los sindicatos y las cámaras empresariales de cada actividad.


Perspectivas

La caída de la demanda interna, con su efecto de acumulación de existencias en las empresas -que inclusive no pueden colocarse fluidamente en el exterior-, tiende a hacer prever valores deflacionarios para el mes de diciembre.

La prevista contracción del nivel de actividad económica lleva a esperar un cierto deterioro en los indicadores de empleo, a registrarse en la encuesta de noviembre del INDEC.