Sector Agropecuario


Situación

Ya comenzada la cosecha de trigo, todo indica que los resultados de la campaña l998/99 serán inferiores a las ya bajas previsiones.
A la contracción del área cultivada se agregaron condiciones climáticas desfavorables, con lluvias inoportunas en algunas zonas -sur de Santa Fe y sur de Córdoba- y una persistente sequía en el sur bonaerense.
Aun cuando oficialmente se sigue estimando la producción en 10,5 millones de toneladas, estimaciones privadas más pesimistas no pasan de los 9,5 millones.

Si bien menos definida aún, tampoco se esperan excelentes resultados de la cosecha gruesa.
De hecho, las estimaciones preliminares ubican la producción total de granos en 60,4 millones de toneladas, 9,3% inferior a la campaña pasada, que fue récord histórico.

La situación del sector al cierre de 1998

Junto con la disminución de la producción, en materia de granos se presentan otros factores que dibujan un panorama no del todo feliz para el sector.

La caída de la demanda asiática y dos campañas consecutivas de buenas cosechas generaron excedentes de granos que han deprimido los precios internacionales.

Esta baja de los precios motivó la reapari-ción de las prácticas pro-teccionistas por parte de Estados Unidos y de la Unión Europea, con la entrega de subsidios que tienen como efecto profundizar la crisis al aislar a los productores de las señales del mercado.

El plan de ajuste de Brasil, principal deman-dante de las exportaciones agropecuarias argentinas, constituye una amenaza a la fluidez de las coloca-ciones en ese país.
De hecho, en las últimas semanas se han estado verificando prácticas aduaneras paraarancelarias bajo la forma de controles sanitarios de frontera.
Es dable esperar que el problema de la circulación de mercaderías argentinas hacia Brasil se supere a partir del acuerdo de reconocimiento mutuo, que firmaron los dos países en el marco de la XV Reunión del Consejo del Mercado Común, por el cual no existirían más controles en frontera sino que serán considerados válidos los certificados que emitan los respectivos organismos de control de cada país.

El sector exportador está siendo víctima de una suerte de cuasi cesación de reintegros del IVA por parte de la AFIP.
Sólo en concepto de exportación de productos oleaginosos se han acumulado deudas por 310 millones de pesos, correspondientes a montos impagos desde el mes de julio.
Como forma de presión, el sector exportador amenazó con trasladar el problema a los productores, desdoblando el pago de granos en 85% al contado y 15% a 150 días.
El sector productor respondió a la presión negociando con la industria los términos de la formación de un frente común para el reclamo ante las autoridades.
A la fecha, el Gobierno asumió el compromiso de comenzar a normalizar la devolución del IVA a los exportadores en el primer bimestre de 1999.

Incremento de la presión impositiva a través del adelanto del impuesto a las ganancias y de las medidas incluidas en la recién sancionada ley de reforma tributaria, entre las cuales la rebaja del IVA a las ventas de granos, sin una simétrica disminución en la compra de insumos, es la más resistida por el sector.

En la ganadería prima la incertidumbre

Luego de unos meses de recuperación de las cotizaciones como fruto de un proceso de retención, se ha producido una baja que ha llevado los precios a niveles inferiores a los de antes del ascenso.

La decisión de dejar de vacunar contra la aftosa ha suscitado algunas voces importantes como la del ex titular del SENASA, Ing.
Bernardo Cané, calificando la medida como altamente riesgosa.
Si además se tiene en cuenta que el objetivo de la misma es el de ampliar los mercados, resulta muy desalentadora la respuesta dada por el primer ministro de Japón -el más codiciado de esos mercados potenciales- a los requerimientos argentinos de dejar de lado la prohibición japonesa a la importación de carne vacuna argentina que, sin dejar de reconocer los esfuerzos y los avances en la lucha del país contra la fiebre aftosa, sostuvo que la Argentina tiene que mejorar todavía para poder satisfacer los requerimientos sanitarios nipones.

Tampoco la trazabilidad tiene los parámetros definidos.
No se conoce la metodología a aplicar, pero tampoco los requerimientos precisos de la Comunidad Europea, de la que surge la exigencia.
En efecto, en la reunión organizada por la SAGPyA, el SENASA y la Oficina Internacional de Epizootias, sobre Sistemas de Identificación Permanente de Animales y Trazabilidad del Campo al Plato, se escucharon opiniones tan contradictorias como las siguientes:

“Para que la carne vacuna argentina ingrese en la UE solamente se deberán garantizar que proviene de bovinos nacidos, criados y faenados en la Argentina.
Nada más.
Se sabe que acá no hay vaca loca” (Dr.
Werner Zwingmann, jefe de Servicios Veterinarios del Ministerio de Alimentación, Agricultura y Forestación de Alemania).

“Existen presiones muy grandes de los ganaderos europeos para que el trato sea equivalente con los productos provenientes de terceros países”, (Dr.
Bernard Vallat, jefe del Servicio de Calidad Alimentaria del Ministerio de Agricultura, de la Pesca y de la Alimentación de Francia).


Perspectivas

Para las dos patas del sector agropecuario, la palabra clave es productividad:

En la actividad agrícola la Argentina es hoy tal vez el único país que, a los actuales niveles de precios, todavía presenta márgenes de rentabilidad.
En todo caso y en distintas escalas, Estados Unidos y la Unión Europea no dejan de subsidiar la producción agrícola.

La coincidencia de los expertos es total sobre la ganadería, cuando identifican la necesidad de incrementar la producción de terneros y por lo tanto los estímulos a la cría, como la clave del crecimiento de la actividad.