Sector Agropecuario

Situación

Producción esperada de granos

Salvo la soja y el girasol, para los que se espera una expansión del 5,5% y del 13,4% respectivamente, el área cultivada de los principales granos (trigo, maíz y sorgo) habría descendido en la presente campaña. No obstante, según información de fines de enero, se esperan excelentes rendimientos de los cultivos, mejorando la estimación de producción de trigo del mes anterior, que es ahora de unos 10,6 millones de toneladas y llevando a 15 millones de toneladas las expectativas de producción de maíz. Este último grano, del que la Argentina es segundo exportador mundial, engrosará la muy abultada oferta inter-nacional de los Estados Unidos. La soja, por su parte, arrojaría un volumen de 18,5 millones de toneladas, en tanto que en girasol se batirían todos los récords históricos con unos 7 millones de toneladas.

La evolución en picada de los precios agrícolas dará como resultado una disminución del valor de la producción y por ende del ingreso de los productores que, a los precios vigentes a la fecha de cosecha, alcanzaría los $ 1.500 millones en relación con los correspondientes a 1998.

Pero esto no es todo. La crisis brasileña introduce nuevos factores de incertidumbre en tres frentes, las ventas argentinas a Brasil, las ventas a terceros mercados y las compras de Argentina a Brasil.

Las ventas argentinas a Brasil

El peligro vinculado con este frente tiene que ver con la contracción de la actividad económica que se espera en ese país, así como con el encarecimiento de las importaciones a partir de la devaluación del real. Existe un consenso mayoritario según el cual no ofrecerían inconvenientes las colocaciones de trigo en ese mercado. La proximidad y la calidad de la oferta argentina, unidas a la escasa producción de Brasil en la presente campaña, hacen que aún cuando se produjera una cierta reducción de la demanda, los envíos no se verían afectados. De hecho, el precio del trigo argentino es más competitivo que el del norteamericano o del canadiense.

Pero salvo este cereal, es dable esperar que las exportaciones de los demás productos agropecuarios se vean resentidas en cantidad y/o en precio. Lácteos, harina de trigo, legumbres, hortalizas, frutas, arroz y fibra de algodón serían los más perjudicados. La elasticidad de la demanda por esos productos tendrá gran incidencia en la envergadura de la caída que, cabe destacarlo, na-die está en condiciones de prever a la fecha, dado que Brasil no ha logrado aún un cierto equilibrio de su economía. Dado el origen predominante de esas producciones, son las economías regionales las que e verían más afectadas.

Las ventas extra MERCOSUR

La competencia de Brasil en terceros mercados ofrece perfiles amenazadores en dos frentes, siempre en lo que hace a productos agropecuarios; ellos son soja y carne vacuna. Brasil y Argentina son grandes productores de soja y se presentan en el mercado en forma simultánea. De la manera en que opere Brasil, dependen en gran medida los resultados que se obtengan por la comercialización de soja argentina. Así, si los productores brasileños, urgidos por necesidades de liquidez y por la incertidumbre cambiaria, deciden volcar su producción al mercado en forma masiva para cambiar soja por dólares, la tendencia a la baja de los precios se acentuaría. Si en cambio, encuentran el modo de retener la producción cubriéndose del riesgo cambiario que implican los 15/20 días que van desde la entrega hasta el cobro de la mercadería, la salida se produciría en forma gradual y los precios podrían defender sus ya bajos niveles actuales.

En carnes, serían las termoprocesadas, con mercados como los de Estados Unidos y Europa, las que se verían sometidas a la competencia con Brasil.

Las compras argentinas a Brasil

Pollos y cerdos son, en este caso, las producciones más amenazadas por el ingreso masivo de productos brasileños.

Perspectivas