ANALISIS GLOBAL

El conflicto en el MERCOSUR

En los últimos años, el MERCOSUR no ha logrado avancessignificativos en el proceso de integración, pero de todas maneras el persistenteincremento en los flujos comerciales entre los cuatro países miembros había permitidodiluir la falta de progresos, en temas tales como la coordinación macroeconómica, lafijación definitiva del arancel externo común, los acuerdos sectoriales y la soluciónde controversias.

Por otra parte, las crisis externas con epicentro en el sudesteasiático y en Rusia afectaron a los países del MERCOSUR, que comenzaron a encontrardificultades para acceder al financiamiento internacional, por un lado, al tiempo queexperimentaban la caída en los precios de sus principales productos de exportación, porel otro. La pérdida de dinamismo económico y la contracción en el flujo de susexportaciones se evidenciaron como una tendencia dominante desde mediados de 1998.

En este contexto se produjo, a principios del corriente año, ladevaluación de la moneda brasileña, fenómeno que agudizó los problemas económicos alincrementar la tasa de riesgo-país al interior del MERCOSUR y, simultáneamente, desequilibrólos precios relativos del comercio intrazona a favor de la producción brasileña. Taldesequilibrio generó tensiones crecientes entre los socios del MERCOSUR, en particularentre la Argentina y Brasil.

Una expresión de todo ello es que las exportaciones argentinas alMERCOSUR disminuyeron sensiblemente (-27%) en el primer cuatrimestre del año en curso-ver cuadro adjunto-, aunque también es cierto que la recesión imperante ha restringidolas importaciones de ese origen (-26%), permitiendo a la Argentina mantener un pequeñosuperávit de u$s 223 millones.

Pero el conflicto entre la Argentina y Brasil ha movilizado, endefinitiva, a los gobiernos de ambos países para tratar de evitar un distanciamientocreciente y fortalecer aquellos temas en los cuales puedan encontrarse puntos decoincidencia. En tal sentido, es factible puntualizar tres niveles temáticos distintospara conformar la agenda de negociación entre las partes.

En el plano más inmediato está la resolución de aquellos aspectos que, en la actualidad, más afectan la relación comercial bilateral. Los temas más salientes se vinculan con las trabas impuestas por la Argentina al ingreso de ciertos productos brasileños -en especial, siderúrgicos y textiles- y por los requisitos de control sanitario (una restricción para-arancelaria) establecidos por Brasil, que afectan nuestras colocaciones de alimentos y medicamentos. Además, se decidió acelerar el Acuerdo Automotriz que deberá comenzar a regir desde el 1° de enero del 2000.

En segundo lugar y desde una perspectiva más estratégica, se haplanteado la necesidad de iniciar acciones de coordinación macroeconómica,comenzando por la fijación de límites al déficit fiscal. En verdad, este es un aspectoen el cual ambos países -independientemente del MERCOSUR- están obligados a realizar unesfuerzo significativo y, por lo tanto, ello facilita una convergencia en tal sentido.

Más complejo es asumir compromisos en otros campos, referidos-siguiendo los lineamientos del Acuerdo de Maastricht para la Unión Europea- a límitesen la deuda externa, a la convergencia de las tasas de interés y al realineamiento de lostipos de cambio. Este último tema es, sin duda, el que más obstáculos plantea, vista lafuerte discrepancia existente tanto en los niveles como en los regímenes cambiarios deambos países.

Finalmente, Argentina y Brasil han decidido avanzar conjuntamente enlas futuras negociaciones comerciales con otros bloques o iniciativas regionales. Elcaso más inmediato es la próxima Cumbre de Río donde el MERCOSUR y la Unión Europeadiscutirán las condiciones para la conformación de una zona de libre comercio. De todasmaneras, la negativa europea -en particular de Francia, el Reino Unido e Irlanda- aincluir la cuestión de los subsidios agrícolas puede llevar al fracaso de talesnegociaciones.

Las tratativas con la Unión Europea deben interpretarse, por otrolado, como una forma de posicionamiento de los países del MERCOSUR frente a la eventualconformación de una Asociación de Libre Comercio de las Américas (ALCA) propiciada porel gobierno de los Estados Unidos y también como un mecanismo de presión ante ese paísconsiderando el incremento de ciertas actitudes proteccionistas en los últimos tiempos.

BALANZA COMERCIAL ARGENTINA EN EL MERCOSUR
Primer cuatrimestre del año (millones de dólares)
Rubro l998 * l999 * Var.%
Exportaciones 2.904 2.122 -27
Importaciones 2.578 l.899 -26
Saldo 326 223 -32
* Cifras provisionales.
Fuente: INDEC.

Difícil situación del sector agropecuario

El Banco de la Nación Argentina dispuso a principios de juniosuspender por 180 días los remates de campos hipotecados o embargados; flexibilizar lascondiciones de ingreso al régimen de refinanciación de deudas -a 20 años- de pequeñosempresarios de zonas en emergencia, y ampliar de 3 a 5 años la línea de créditos aproductores agropecuarios para capital de trabajo.

A su vez, la AFIP resolvió reducir de 26% a 21% el IVA pagadopor la compra de insumos agrícolas; eliminar la retención de $ 5 por cabeza en la ventade porcinos, y comprometer la devolución del IVA por exportación a los pequeñosproductores dentro de los 20 días de su aprobación.

Estas medidas favorables al agro han sido consideradas insuficientespor el sector, que en abril y mayo realizó dos paros y actos con una fuerte adhesión,preparándose una próxima movilización nacional.

Después de la cosecha récord de 67 millones de toneladas obtenidas enla campaña 1997/98, para la presente se estima oficialmente un descenso de 15,7%, o sea,unas 10 millones de toneladas menos, debido fundamentalmente a caídas de casi 30%en la recolección de maíz y trigo. Ello reflejará la menor superficie sembrada(-3,2%) y una reducción de los rindes cerealeros por exceso de lluvias -con inundacionesen amplias zonas- y heladas tardías.

El cuadro general muestra una gran masa de productores, especialmentelos de pequeña y mediana dimensión, seriamente afectados por menores ingresos -losesperados y los de la campaña anterior-, alto endeudamiento y escasa liquidez.Estos factores configuran un círculo vicioso al producir un menor uso de insumostecnológicos, lo cual redunda en menores rendimientos por hectárea y mayores costosunitarios.

En el actual contexto macroeconómico, el preocupante estado del sectorreconoce su causa fundamental en la caída de los precios internacionales desdefines de 1996 -a partir de los muy altos niveles de 1995 y, especialmente, 1996-,computándose actualmente para los principales granos, según fuentes privadas, preciossimilares al promedio del período 1987/92.

Actualmente, a la fuerte reducción de precios observada en 1997 y1998, se ha agregado la baja de este año, que a mayo presentaba -respecto de mayode 1998, según la Bolsa de Cereales local- leves variaciones negativas para el trigo y elmaíz, pero caídas de 40,7% para el girasol y de 24,4% para la soja. En medidasignificativa, esas caídas reflejan el efecto de la inclusión de las oleaginosas -desdefines del año anterior- en la nueva Ley Agrícola de Estados Unidos, que apoya laproducción a través de un complejo régimen de préstamos luego de la cosecha y otro depagos por deficiencia a los productores que no hubieran recibido dichos préstamos.

Cabe destacar que el impacto de la baja de precios de este año se vepotenciada -en términos de ingresos- por el hecho de que las caídas de precios mássignificativas se han verificado para el girasol, que tendrá una cosecha récord(estimada en 16,1% superior a la campaña precedente) y en la soja (inferior en sólo3,9%).

En un cuadro de prolongada caída del precio de los granos, losexcedentes que predominan en el mercado internacional incentivan las políticas desubsidios -directos o indirectos- que aplican la Unión Europea y Estados Unidos, a lavez que frenan la lógica disminución de la producción que se esperaría de los menoresprecios, formando un cierto círculo vicioso.

Al respecto, un informe de la Organización para la Cooperación y elDesarrollo Económico (OCDE), que reúne a las economías más industrializadas, señalaque el total de subsidios directos e indirectos en los países miembros alcanzó en 1998 aunos u$s 360.000 millones, equivalentes a 1,4% del PBI de dichos países y superioral PBI de la Argentina.

Ante la reducción de los precios, además de la citada leyestadounidense, se observaron otras reacciones o sucesos que en diferentes países ymomentos permitieron sostener su competitividad sectorial, como el aumento de lossubsidios y la baja del euro en la Unión Europea, las fuertes devaluaciones de Australiay Nueva Zelanda, además de las ocurridas en el sudeste asiático y en América Latina,especialmente la devaluación en Brasil y otros países como Chile, México y Venezuela.

El último informe del Departamento de Agricultura estadounidense(USDA) espera una cosecha récord de soja para su próxima campaña -fines de 1999y principios del 2000-, aunque estimando precios menores a los actuales, en tanto noprevé cambios para los precios presentes del maíz. Asimismo, las últimasprevisiones del Banco Mundial, el FMI y la OCDE apuntan en líneas generales a una leverecuperación de los precios recién en el 2000, lo cual podría continuar planteandodificultades sectoriales y macroeconómicas más allá del corto plazo.