PRECIOS, SALARIOS Y OCUPACION

Situación

Cuarta caída consecutiva del índice minorista

El índice de precios al consumidor de mayo disminuyó 0,5% respecto del mes anterior, constituyendo la cuarta deflación mensual consecutiva en el año. En los últimos doce meses el indicador minorista acumuló una caída de 1,2%.

En el examen por rubros, se comprueba que la variación mensual del indicador se explica básicamente por la recesión actual, que provoca una retracción del consumo. Con deflación aparecen los capítulos de esparcimiento (-1,6%); alimentos y bebidas (-0,9%), con las principales caídas en verduras, frutas y lácteos; vivienda (-0,5%); indumentaria (-0,2%), y equipamiento del hogar (-0,1%). Permanecieron sin variación los capítulos de educación y de bienes y servicios varios. Por otra parte, registraron un aumento los de salud (0,1%) y transporte (0,1%).

El índice de precios al por mayor (IPIM) de mayo no registró variación respecto del mes anterior. Este indicador en lo que va del año presentó una deflación de 0,1%, mientras que en los últimos doce meses acumuló una caída de 5,2%.

En el análisis por capítulos se observa un aumento de los precios de los productos primarios (0,8%), en razón del alza en petróleo y gas (8,6%), en tanto que los precios de los manufacturados y electricidad disminuyeron 0,2%.

Respecto de los precios de los productos importados, se observó una reducción de 0,9%.

En el índice del costo de la construcción se registró una disminjución de 0,1% respecto del mes anterior, a consecuencia de una baja de 0,1% en cada uno de sus tres componentes. En los últimos doce meses este indicador presentó un alza de 0,2%.

Pobreza y desempleo

A partir del conocimiento del estudio del Banco Mundialtitulado “Argentine Poverty Assessment”, se puede tener una visión algo más amplia de la situación de pobreza en el país y su relación con el desempleo. El informe sobre la actual gestión de gobierno lo realiza el Banco para definir cuáles sectores serán prioritarios en los créditos a conceder al próximo gobierno.

La evaluación introduce la novedad de considerar a todo el país en su medición y establece que en 1998 el 35,8% de la población, unos 13,4 millones de personas, estaban por debajo de lalínea de pobreza. Esta categoría incluye a la familia tipo que gana $ 490 por mes, que el costo estimado para cubrir una canasta de bienes y servicios básicos de costo mínimo.

Asimismo, en 1998 el 8,8% de la población, es decir unas 3,2 millones de personas, se hallaban por debajo de la línea de indigencia. Este agrupamiento involucra a las familias cuyo ingreso no supera los $ 280 mensuales.

El estudio parte de 1990 y las comparaciones pertinentes detectan un incremento de la pobreza en los últimos años, al confrontarlos con la existente entre 1992 y 1994, cuando la población por debajo de la línea de pobreza llegaba al 27,4% (9,3 millones de personas) y la de los indigentes era del 5% (1,7 millones de habitantes).

Recién si se compara con la época hiperinflacionaria se puede advertir una disminución; si se toman los datos del informe para 1990, momento de la segunda híper, se computa que un 42,1% estaba debajo de la línea de pobreza o sea unos 13,7 millones de personas.

La comparación oficial, bajo la forma de una solicitada, se basa en la encuesta permanente de hogares del INDEC y establece que en octubre de 1989 bajo la línea de pobreza se hallaba 38,4% de hogares (unos 15 millones de personas) y en octubte de 1998 sólo llegaban a 18,2% (unos 9 millones de pobres). De todos modos dicho registro es superior a los de la década del 70, a gran parte de los contabilizados durante la década del 80 e inclusive, a la primera mitad de los 90.

Respecto de las comparaciones pertinentes, los expertos concuerdan en que el método de la línea de pobreza supera al del NBI necesidades básicas insatisfechas, que sirve más bien para casos específicos, pero reconocen que aquella metodología tiene una fuerte dependencia del fenómeno inflacionario.

El aumento de la pobreza se debe a varias causas, entre las que se destacan el incremento del desempleo y la subocupación(personas que desean trabajar más de lo que trabajan actualmente); la baja relativa de lo que perciben las familias de menores recursos por la concentración de los ingresos; el incremento del empleo informal con ingresos mensuales promedio inferiores al asalariado en blanco ($ 435 versus $ 792), y la ayuda de los planes oficiales de empleo que resulta inferior a los $ 200 mensuales, que morigeran el desempleo pero no disminuyen los registros de pobreza.

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