ECONOMIA INTERNACIONAL

Situación

Brasil: efectos de la devaluación sobre los precios

De casi R$ 1,20 por dólar, después de la devaluación de enero la moneda brasileña llegó a alcanzar un máximo de 2,22 por dólar, para luego ir disminuyendo hasta girar en torno a 1,66 en la primera mitad de mayo, tras lo cual se ha vuelto a depreciar, ubicándose en R$ 1,78 por dólar el 15 de junio.

Tomando un promedio aproximado de R$ 1,70 para el mes de mayo, frente a un nivel de 1,18 previo a la devaluación, se observa un aumento del tipo de cambio (o revaluación del dólar) de 44%, que equivale a una devaluación del real de prácticamente 30%.

A su vez, los precios no presentaron grandes cambios en ninguno de los varios índices que estiman su variación, la cual fue un alza moderada en febrero (de entre 1,41 y 4,44%), para luego desacelerarse paulatinamente en los tres meses siguientes, incluyendo una leve deflación en mayo -de -0,29 respecto del mes anterior-, al menos según uno de los índices.

En junio podría registrarse un moderado repunte inflacionario, originado principalmente en aumentos de la nafta, el gasoil y el querosén (como efecto demorado del aumento del precio del petróleo), incrementos de los medicamentos (por el mayor costo de las materias primas importadas) y reajuste de las tarifas telefónicas (de acuerdo al contrato de privatización).

Estimaciones oficiales y privadas apuntan a una inflación de 6% a 7% para todo 1999. La previsión oficial es de una inflación anual de 7%, sustancialmente inferior a la tasa de 15,8% incluida en la última revisión del acuerdo suscripto con el FMI.

Los principales factores explicativos del muy escaso efecto que tuvo la fuerte devaluación sobre los precios, serían -sin un orden de importancia- los siguientes:

Nueva política monetaria

Según informó su presidente recientemente, el Banco Central de Brasil adoptará próximamente una política de tasas de interés basada en la evolución de la inflación en relación con metas predeterminadas de aumento de los precios.

Este tipo de política es utilizada en otros países cuyas monedas fluctúan libremente, como Inglaterra, Canadá y Nueva Zelanda, en los cuales si los precios suben más que la meta fijada, se dispone aumentar las tasas de interés para enfriar la economía, mientras que en caso contrario, se reducen las tasas.

Alabando los grados de responsabilidad y transparencia de este régimen monetario, el presidente de la autoridad monetaria señaló que es probable que se fije una meta de inflación hasta el 2001 -por 30 meses- y se siga agregando una cada 12 meses.

Según dicho funcionario, sería conveniente que las metas de inflación sean determinadas por el Ministerio de Finanzas -del cual depende el Banco Central-. ya que ello aseguraría que el gobierno respalda la política instrumentada.

Al respecto, actualmente los precios se han estabilizado en promedio y las tasas de interés, tomando la fijada por el Banco Central como tasa de referencia -la tasa Selic-, han bajado del máximo de 45% anual a principios de marzo -en que asumió el actual presidente del Banco- a 22% el 8 de junio, cuando se dispuso la octaba reducción desde entonces.

El gobierno, por su lado, anunció que sus metas en materia de inflación se guiarán por el denominado "Indice de Precios al Consumidor Ampliado" (IPCA), el cual acumuló en los primeros cinco meses del año un aumento de 3,75%.

Perspectivas