SECTOR AGROPECUARIO


Situación

Durante el mes de junio se pudo observar que la crisis del sector agropecuario, hasta ahora bastante recortada dentro del conjunto de la economía, comenzó a ser alcanzada por factores -entre los cuales el político no es el menos importante- que inciden en la economía en su conjunto, como es el caso de la reacción del transporte de carga al impuesto destinado a mejorar la situación salarial de los docentes, que afectó al sector paralizando buena parte de sus operaciones.

Por su parte, las autoridades económicas parecen haber tomado conciencia de las dificultades del agro y de sus repercusiones macroeconómicas, adoptando algunas medidas que no obstante no alcanzan a satisfacer a los productores, que a través de los gremios que los agrupan, han resuelto continuar con sus expresiones de protesta.


La caída de los precios agrícolas

El tremendo descenso de los precios agrícolas., particularmente de la soja, se ha visto agravado a comienzos del mes de julio como consecuencia de que el comportamiento climático de los Estados Unidos ha sido favorable para el desarrollo de la cosecha gruesa, artificialmente estimulada a través de la vigencia de precios sostén.

Esta caída se ve agravada por el hecho de que no se vislumbran factores alcistas en un horizonte temporal razonable, ya que la oferta se presenta creciente, o al menos no declinante, al tiempo que la demanda no da muestras de recuperación. Más aún, la tendencia de largo plazo parece indicar que aun cuando el consumo se tonifique -impulsado por el crecimiento de la población y una mejora en la alimentación de los países en desarrollo-, la oferta de granos crecería a un ritmo mayor que la demanda. Dos factores intervienen para que esa tendencia se perfile, el uno perverso y antieconómico y el otro genuino y enriquecedor, a saber, la política de subsidios de los países desarrollados y el desarrollo de la biotecnología.

Influencia de los subsidios sobre la oferta de granos

Luego del Acuerdo de Marrakesh alcanzado trabajosamente en el marco de la Ronda Uruguay del entonces GATT (hoy la OMC), sobrevino un ciclo de alza de precios de los granos, que permitió el cumplimiento sin conflictos de los compromisos asumidos por los países en ese acuerdo, referidos a la reducción de los subsidios, tanto a la exportación como a la producción agrícola.

Pero ya en 1998 la tendencia de los precios se había modificado y debilitado el cumplimiento de los acuerdos. Los productores europeos liderados por los franceses, cuya capacidad de presión sobre los gobiernos ha demostrado ser grande, no verían sus costos cubiertos sin la restitución de subsidios directos o indirectos y de otras medidas proteccionistas paraarancelarias. La reacción de Estados Unidos no se hizo esperar, acudiendo a medidas similares o manifestando su intención de hacerlo como represalia.

La Argentina no está en condiciones de afrontar el costo fiscal que implicaría la adopción de una política como la estadounidense; más aún, su sector agropecuario se ve agobiado por un incremento de la presión impositiva que agrava las circunstancias y que es precisamente uno de los mayores reclamos del sector.

El desarrollo tecnológico y el incremento de producción

La introducción de semillas biológicamente modificadas ha implicado en el caso del maíz, la reducción del uso de plaguicidas, con la consecuente reducción de los costos de producción y de contaminación ambiental. En el caso de la soja también hay ahorro en el uso de plaguicidas, al que se agrega el de herbicidas y un sustantivo incremento de los rendimientos. En la Argentina la adopción ha sido masiva en el caso de la soja (el 70% de la producción es obtenida a partir de las semillas transformadas), mientras que en el maíz la incorporación se vio demorada por las objeciones que la Comunidad Europea -importante destino de las exportaciones argentinas de maíz- pone a su consumo, precisamente como barrera paraarancelaria, aun cuando declara que se trata de razones sanitarias y medioambientales. Cabe destacar que es precisamente la incorporación de la soja “RR”, la que permite conservar cierto grado de competitividad en el cultivo, por el mencionado efecto de disminución de costos e incremento de los rendimientos.

La crema de la ganadería: la cuota Hilton

Una nueva y discutida distribución de la cuota Hilton ha establecido la Secretaría de Agricultura. La misma implica modificar el criterio anterior de adjudicación en función del desempeño exportador de cada frigorífico, para dar cabida a frigoríficos de menor envergadura y a los localizados en el interior del país. Esta cuota es la parte más rentable del negocio de exportaciones cárneas, ya que 28.000 toneladas gozan de un precio 60% superior al de cortes equivalentes en otros mercados, al ingresar a la Unión Europea. Se trata de una compensación por parte de ese bloque -por las barreras proteccionistas vigentes desde fines de la década del 60- a los países exportadores de carne.


Perspectivas

Los avatares preelectorales que se avecinan y los cambios de conducción del área agropecuaria que ya se han estado produciendo, no favorecen al sector. En este marco resulta relevante la realización, a mediados de julio, del “Taller sobre la continuación de las negociaciones agrícolas en la Organización Mundial de Comercio”, organizado por la Secretaría de Agricultura como un paso inicial en el sentido de elaborar una estrategia conjunta entre el sector público y el privado para la próxima ronda de negociaciones multilaterales sobre agricultura, que se iniciará en Ginebra a fines de 1999 y que tendrá un antecedente en Seattle en el mes de noviembre.