Precios, Salarios y Ocupación

Situación

La suave deflación del índice minorista de agosto acentúa la tendencia a la baja de los precios, que continúa en medio de una retracción del consumo atribuible a los menores ingresos y a la incertidumbre preelectoral.

En el campo laboral, un informe de las inspecciones realizadas en los últimos tres meses por el Ministerio de Trabajo reconoció el aumento del empleo en negro, que llega a casi 40%, en tanto que se eleva a 26% en las empresas registradas.

Deflación en minoristas y leve alza en mayoristas

El índice de precios al consumidor de agosto cayó 0,4% respecto del mes anterior, continuando la tendencia a la deflación. Esta observación se corrobora al verificar que en los últimos doce meses el indicador minorista acumuló una disminución de 1,9%, que es uno de los registros mayores durante la convertibilidad.

En el análisis por rubros, se puede evaluar que la caída del indicador minorista tuvo su origen en los menores ingresos de los consumidores y la incertidumbre de la coyuntura. En este sentido, los rubros que registraron bajas fueron los de indumentaria (-1,4%); alimentos y bebidas (-0,5%) -cuyas principales caídas se dieron en aceites (-1,6%) y carnes (-1,1%)-; esparcimiento (-1,9%), y equipamiento del hogar (-0,2%). No hubo variaciones en transporte y comunicaciones; educación, y bienes y servicios varios. Solamente dos rubros mostraron alzas: vivienda (0,2%) y salud (0,3%).

El índice de precios al por mayor (IPIM) de agosto registró un aumento de 0,2% frente al mes anterior, fundamentalmente a consecuencia de un incremento del precio del petróleo (4%). En los últimos doce meses acumuló una deflación de 4,0%.

En el análisis por capítulos, se verificó una suba de los precios de los productos nacionales de 0,2%, derivada del alza de los productos primarios (1,8%) y de una baja de los precios de los productos manufacturados y energía eléctrica (-0,1%). A su vez, los precios de los productos importados disminuyeron 0,5%.

El índice del costo de la construcción observó una baja de 0,5% respecto del mes precedente, con caídas en todos sus componentes: mano de obra (-0,8%), gastos generales (-0,9%) y materiales (-0,1%). En los últimos doce meses este indicador mostró un alza de 0,3%.

Caída de los salarios reales en la industria

Un informe del INDEC reveló que entre 1993 y 1998 los salarios reales del 80% de los trabajadores industriales registraron una caída de hasta 23%, a pesar de que el producto interno bruto creció 11,6% durante el mismo lapso. Es decir, que aproximadamente un millón de trabajadores de la industria vieron deteriorado su poder adquisitivo entre 1993 y 1998.

A la vez, se verificó un fuerte aumento de la productividad (volumen producido por cada trabajador ocupado). En la manufactura del hierro y el acero el incremento de productividad por hora trabajada fue de 72,2% y en la industria automotriz, de 92,1%, en tanto que para el promedio de la industria en esos cinco años fue de 30%. Estos incrementos son aún mayores si se mide la productividad respecto de los salarios pagados.

Asimismo, se comprobó una reducción importante del costo salarial real en la mayoría de las ramas industriales, es decir, de los sueldos pagados ajustados por la evolución de los precios de cada actividad.

De la encuesta oficial surgen caídas del salario real en 15 actividades de las 22 que componen el universo de la industria, siendo las principales en textiles (-23,1%), autos y autopartes (-22,8%), cueros y calzados (-19,5%), prendas de vestir (-19,3%), equipos de transporte (-16,8%) y maquinaria de oficina (-15,6%), mientras que las alzas más significativas se dieron en siderurgia (29,5%), instrumentos médicos (20,5%), productos minerales (12,5% y productos químicos (10,9%).

De acuerdo con el detalle, se infiere que las ramas industriales donde se produjeron las caídas más importantes -a las que habría que añadir alimentos y bebidas (-5,3%)-oncentran la mayor parte del empleo industrial.

Perspectivas

Las expectativas de precios para setiembre tienden a una variación levemente negativa, con lo cual proseguiría la tendencia a la deflación verificada a lo largo de un año caracterizado por una importante recesión.

En este contexto, no cabe esperar que las estadísticas mensuales presenten alguna mejora en materia de empleo en los meses inmediatos.