Sector Externo

Situación

En los meses de junio y julio el balance comercial volvió a presentar déficit, acumulando en los siete primeros meses del año un saldo negativo de unos u$s 700 millones, frente a un saldo deficitario de 2.838 millones en igual período de l998.

Desde mediados de julio la tasa de riesgo-país viene presentando -aunque con altibajos-, una tendencia decreciente, si bien ubicándose aún en el elevado nivel de 9% aproximadamente, a mediados de setiembre.

En el ámbito internacional, resulta favorable al país la reciente tendencia al alza en los precios de los productos básicos de exportación, así como también la reciente depreciación del dólar -y por tanto, del peso- frente a otras principales monedas.

Parcial recuperación de los precios de exportación

En la primera semana de setiembre, los precios de casi todos los productos básicos de exportación del país mostraron un aumento respecto de agosto, mes que a su vez había presentado también incrementos generalizados con relación a julio.

Entre los factores causales de dicha tendencia creciente, cabe señalar sintéticamente:

la suba de los productos agrícolas responde fundamentalmente a factores climáticos adversos sobre las cosechas en Estados Unidos y a una mayor demanda de Asia;

desde fines de 1998 hasta principios de setiembre el precio del petróleo se ha duplicado, reflejando el acuerdo logrado entonces por los países productores para reducir la oferta y la mayor demanda de Japón y otros países asiáticos;

respecto de otros productos básicos como acero, aluminio y cobre, el factor decisivo de la suba de precios ha sido la recuperación de las economías asiáticas.

De todas formas, cabe observar lo exiguo de esta recuperación frente a la fuerte caída registrada por nuestros precios de exportación desde fines de 1996. En particular, comparando los precios de las exportaciones argentinas en los primeros siete meses del año con los observados en igual lapso de 1998, se aprecian aún significativas bajas en aceite de soja (-30%), harinas y pellets de soja (-19%), trigo (-8%), maíz (-6%) y petróleo (-6%), de acuerdo a lo informado por el INDEC.

Sensible baja de la tasa de riesgo-país

Culminando su tendencia decreciente comenzada a fines de abril, la cotización de los bonos argentinos llegó a un mínimo el 12 de julio, cuando inició una tendencia ascendente que, si bien con altibajos, prosiguió hasta la actualidad (mediados de setiembre).

Todos los títulos mostraron así recuperaciones de significación -especialmente los de largo plazo, con la consecuente reducción de sus tasas de interés implícitas. Esto representó, asimismo, una importante baja de la tasa de riesgo-país, es decir, de la brecha entre los rendimientos de los bonos argentinos y sus similares del Tesoro de Estados Unidos.

En los últimos dos meses -de mediados de julio a mediados de setiembre-, el riesgo-país disminuyó de más de 11% anual (ó 1.100 puntos básicos) a menos de 9%, nivel que obviamente aún resulta muy elevado.

A principios de julio la tasa de riesgo-país era mayor en 0,5% al promedio de mercados emergentes -según el índice elaborado por JPMorgan-, en tanto que actualmente se ubica más de 2% por debajo, reflejando así la mejora mencionada.

Evolución del programa de control de importaciones

Desde diciembre de 1997 se halla en vigencia el Programa de Inspección de Preembarque de Importaciones, a cargo de seis firmas controladoras de valor en origen, con el objeto de evitar la subfacturación vía precio o la declaración falsa de aranceles (vía tipo de producto).

Así se tiende a prevenir la evasión impositiva y la competencia desleal en las importaciones de bienes de consumo no durables y otros productos incluidos como autos, telefonía, computación, textiles y partes y piezas. El programa representa un control sobre operaciones que suman aproximadamente 27% de las importaciones totales del país.

Según informara el Comité Ejecutivo del programa, existe un comportamiento creciente del índice de precios -a pesar de las fuertes devaluaciones en varios países exportadores- entre marzo de 1998 y marzo de 1999, lo cual contrasta claramente con su evolución errática y tendencia decreciente en el período anterior a la instrumentación del programa.

Al prevenir las maniobras ilícitas, el programa permitió en 1999 incrementar la recaudación en u$s 319 millones. Las controladoras perciben por su servicio 0,95% del valor FOB de las operaciones incluidas, con un arancel mínimo de u$s 120 por inspección. Del análisis cuantitativo surge una amplia brecha positiva entre el beneficio fiscal y el costo del programa.

Ultimamente, ha mejorado el poder de control de la Aduana con la puesta en marcha, en todo el país, del sistema María, entre otros factores. Sin embargo, el Comité Ejecutivo considera que la Aduana “deberá armarse de bases de datos reales y actuales para valorar correctamente los productos”.

Perspectivas

Se estima en medios privados que este año el déficit de la cuenta corriente del balance de pagos podría superar el nivel de 4% del PIB, reflejando así un fuerte y vulnerable desequilibrio externo, si bien muy levemente inferior al obtenido en 1998.

A principios de setiembre el FMI señaló públicamente que está dispuesto a respaldar -en el marco del acuerdo de crédito vigente o de uno nuevo- “un conjunto sólido y creíble de medidas en el sector fiscal y estructural”, tras las próximas elecciones presidenciales.