Economía Internacional

Situación

La confianza de los inversores en la recuperación de la economía japonesa influyó en una apreciación del yen frente al dólar, llevando a que la moneda estadounidense se cotizara a mediados de setiembre a menos de 106 yenes, su nivel más bajo desde mayo de 1996.

En su reciente Informe sobre el Desarrollo Mundial de 1999, el Banco Mundial señaló que las crisis financieras y sus efectos de contagio han llevado a un aumento de la proporción de pobres, destacándose al respecto el caso de América Latina.

Tomando una “postura netamente expansiva” de la actividad económica, el Banco Central de Chile suspendió a principios de setiembre su compromiso formal con la banda cambiaria, dejando fluctuar libremente al dólar, con lo cual se prevé una devaluación de la moneda chilena -con el consecuente estímulo a las exportaciones-, lo que posibilitaría superar más rápidamente el actual cuadro recesivo y de creciente desempleo.

El FMI apoya una renegociación de deuda en Ecuador

La deuda pública externa de Ecuador es de u$s 13.000 millones, representando su servicio en 1999 42% del total del presupuesto. Desde 1995 la economía ecuatoriana no ha tenido crecimiento, esperándose oficialmente para este año una caída del PIB de 7%, en tanto que entre enero y julio la inflación alcanzó a 56%. De sus 12 millones de habitantes, 65% vive en condiciones de pobreza, habiéndose estimado últimamente una tasa de desempleo de casi 19%.

Ante el vencimiento el 31 de agosto de un pago de intereses de los bonos Brady por u$s 96 millones, el gobierno anunció que aplazaría su cumplimiento hasta fines de octubre -de acuerdo al plazo contractual de 30 días de gracia- y que propondría a los acreedores una reestructuración de su deuda (bonos Brady y obligaciones con el Club de París).

Dos días después de ese anuncio, se informó que el país llegó a un acuerdo preliminar de crédito con el FMI por u$s 400 millones, que sumados a otros préstamos del Banco Mundial y del BID, totalizarían unos 1.800 millones.

De lo anterior se desprende que ha habido en este caso un cambio sustancial en la actitud del FMI -y del Banco Mundial- con respecto a los diversos salvatajes efectuados durante 1997 y 1998 mediante montos masivos de crédito. Se tiende ahora a que los costos de una crisis sean compartidos no sólo por los países deudores y los organismos internacionales, sino también por los acreedores.

El FMI justificaría frente a los acreedores su nuevo accionar en un artículo de su acta fundacional que le prohíbe otorgar préstamos a los países si ese dinero es destinado directamente a los acreedores para atender las deudas, si bien se estima que en realidad el Fondo no ha cumplido con ese artículo en numerosos casos.

En las negociaciones con los acreedores -que requerirían una aprobación unánime por parte de los numerosos tenedores de bonos-, el gobierno de Ecuador cuenta con el asesoramiento de la firma Salomon Smith Barney y la reestructuración que persigue comprendería obtener una reducción significativa de su deuda total y una prolongación de la misma en el tiempo, mediante el canje de los títulos actuales por otros nuevos.

Puede apreciarse que los organismos internacionales de crédito tenderían -de generalizarse su accionar en el caso ecuatoriano- a evitar el denominado “riesgo moral”, consistente en acordar préstamos alegremente, confiando que ante eventuales problemas de solvencia el FMI efectuaría las necesarias operaciones de rescate. Cabe pensar -en este posible nuevo contexto- que al evaluar los prestamistas privados en forma más objetiva el riesgo crediticio, tenderían consecuentemente a elevar las respectivas tasas de interés.

Viabilidad de la reforma tributaria

Existen serias dudas sobre la viabilidad -de todo tipo-e presenta el proyecto presentado al Congreso ecuatoriano sobre el presupuesto para el 2000 y las reformas tributarias, que incluyen un fuerte incremento del IVA, una drástica reducción del nivel mínimo de ingreso gravable, la supresión de numerosas exenciones impositivas, el fin para julio próximo de una congelación de los precios de la gasolina, etc.

Cabe señalar las lógicas dificultades económicas y sociales que presenta el propósito oficial de instrumentar un significativo aumento tributario en un contexto altamente recesivo, inflacionario y de pobreza, como presenta Ecuador. En julio último, tras una huelga general, el gobierno debió anular un aumento de los combustibles.

Desde el punto de vista legislativo, habría una baja probabilidad de aprobación de los proyectos fiscales presentados, considerando que el Congreso se resistió a sancionar medidas similares a lo largo del corriente año.

En consecuencia, también se vería afectado el acuerdo preliminar alcanzado con el Fondo, el cual depende en gran medida de la aprobación de dichos proyectos. Cabe preguntarse en ese caso, sobre el grado de factibilidad que tendría la intentada reestructuración de la deuda.

Perspectivas

En su “Panorama Económico Mundial”, según trascendió, el FMI pronostica para 1999 un crecimiento de 3,7% en Estados Unidos, que se reduciría a 2,6% en el 2000, señalando que son preocupantes en ese país la elevada cotización de las acciones, las abismales bajas tasas de ahorro y el alto precio del dólar.

El titular del FMI consideró necesaria una desaceleración de la demanda interna en Estados Unidos, sugiriendo así implícitamente una suba de las tasas de interés. Ello permitiría reducir el alto déficit de su balance comercial y controlar el riesgo de un aumento abrupto de la inflación.

Habiendo continuado el proceso de recuperación de varias economías asiáticas afectadas por las crisis iniciadas en 1997, se espera que Japón pueda consolidar su reactivación del primer semestre, lo cual ayudaría significativamente al logro de un mayor crecimiento global.