Sector Agropecuario

 Disponer una refinanciación de la cartera en mora por parte de los dos bancos oficiales de importancia con los que todavía cuenta el país.

Algunas declaraciones

Para conocer las medidas que más allá de la coyuntura adopten las autoridades, será necesario esperar a que se complete un "minucioso estudio" sobre las distintas variables de peso sobre la rentabilidad agropecuaria, que permita determinar exhaustivamente costos e ingresos, en especial los costos tranqueras afuera que soportan los productores. Este estudio, que estará concluído a fines de febrero, servirá de base para definir las medidas que se considere conveniente adoptar y para fundamentar la necesidad de su adopción ante las autoridades económicas (Ministerio de Economía).

Mientras esto ocurre, resulta interesante reproducir algunas o- piniones vertidas por el titular de la SAGPyA, que sin duda orientarán su accionar.

 La distorsión de los precios relativos está provocando una transferencia de recursos del campo a otros sectores económicos.

 La Oficina Nacional de Control Comercial Agroalimentario (ONCCA), trabajando con otros organismos, será encargada del control contra la evasión y contra la distorsión de los mercados , tanto de carnes como de granos.

 En la actual gestión el objetivo será la rentabilidad, que no necesariamente pasará por las cosechas récord, porque muchas veces los mayores volúmenes provocan una depresión de los precios.

Confusión en la ganadería

Si la situación agrícola tanto en materia de productos básicos como de productos regionales es incierta y merece un diagnóstico, la situación de la ganadería linda con la confusión. Las estimaciones sobre existencias ganaderas siempre fueron divergentes y la evasión fiscal tendió a enturbiar los cálculos. Las consecuencias se reflejaron en medidas de política sectorial, tanto más desajustadas cuanto más alejada era la estimación de la realidad concreta. Pero en las circunstancias actuales las divergencias abarcan una multiplicidad de aspectos de los cuales cabe destacar dos en particular: el primero referido a la productividad de la ganadería y el otro respecto de las posibilidades y conveniencias de colocación.

Para algunos analistas "...la tasa de producción se habría mantenido estable en el mejor de los casos" (Copyright El Cronista, 4 de febrero de 2000), en tanto que para otros "... los buenos precios de los últimos tiempos indujeron cambios en la productividad de la ganadería...hoy la tasa de extracción a nivel nacional es más alta que hace 5 ó 10 años" . (Ignacio Iriarte, Informe Ganadero, 28 de enero de 2000). En la misma publicación, este experto se pregunta "¿Qué sucede si en vez de vender bifes y lomos de novillos pesados...por los que tendríamos que entrar en competencia con los americanos, vendemos cortes desvalorizados del cuarto delantero, pero con un 20, 30 ó 40 % de mejora en sus precios?". Y se contesta: "Lo que sucederá es que mejorará la integración de la res, y por ende el poder de compra de los frigoríficos exportadores en el mercado de hacienda en pie". A esta posición minoritaria o al menos original, se contraponen múltiples voces que abogan por la conquista de mercados de consumo de cortes de calidad superior, tales como la de Antonio Monteagudo (La Nación, 8 de enero de 2000) que, alentado por el primer embarque de Carne Angus Certificada a los Estados Unidos, concluye: "La colocación de productos calificados fuera de la cuota constituye una conquista de relevancia y abre interesantes perspectivas para el futuro de los cortes finos de alto valor y selectividad".

Si bien estas posiciones podrían no ser contradictorias y aún complementarse, sí lo son las medidas que se derivarían de las siguientes visiones respecto del futuro de los precios al productor y del destino de la producción: "Puede especularse con la recuperación de las exportaciones, dados los síntomas de reactivación de la economía mundial. Pero sucede que los precios actuales de la hacienda en la Argentina son similares a los de los principales competidores...De la intensidad de la reducción del stock dependerá el achicamiento de la oferta y la recuperación de los precios" ( op. citada, El Cronista), y "...el mercado internacional de carnes vacunas está pasando por un momento excepcional, y hoy no podemos renunciar a aprovechar esta oportunidad. La apertura de los mercados asiáticos le permitirá a los exportadores mejorar la integración de la res y la capacidad de pago del novillo" (op citada, Ignacio Iriarte).

Tal vez las diferentes miradas tengan que ver con la posición que ocupan las distintas voces en la cadena de comercialización. En este sentido cabe destacar que el precio de la carne al mostrador no se redujo aun cuando el mercado interno absorbió cantidades crecientes de la faena, en tanto que sí lo hizo el precio del ganado al productor, con el consiguiente beneficio de los compradores de ganado en pie.

A los motivos de la lucha contra la evasión ganadera –pérdida de ingresos fiscales, competencia desleal y falta de controles sanitarios - se sumaría entonces un cuarto factor de interés: la necesidad de contar con información sobre diferentes aspectos, necesaria para la toma de decisiones, tanto a nivel micro como a nivel macro, tanto a nivel de la producción como de la industria y tanto para optar por el tipo de producto según sea el mercado interno o el externo y dentro de éste la franja de consumo al que va dirigido.

Tal vez el remanido y nunca concretado Organismo de Promoción de Carnes debiera comenzar por realizar un serio y minucioso estudio del mercado internacional al que se aspira llegar, hasta el presente, a tientas.

 Los ajustes realizados por el USDA en sus estimaciones de producción, consumo y stocks finales permiten esperar el mantenimiento de los actuales niveles de precios que, para todos los granos de significación en la producción argentina, son superiores a los vigentes al inicio de campaña.

 Sin embargo, la cordialidad reinante entre las autoridades económicas y las entidades representativas del sector pende del delgado hilo de las medidas que, en un marco presupuestario tan restrictivo como el actual, puedan adoptarse a favor del agro. La carga impositiva, tanto la referida a la renta presunta como al gravamen a los intereses, y el precio de algunos insumos, especialmente el gasoil, serán factores a discutir, sea cual fuere el resultado del estudio emprendido en forma conjunta por técnicos públicos y privados.