Sector Agropecuario

Situación

m La confirmación de la obtención de la segunda cosecha en importancia en cuanto a volumen se refiere, vino de la mano de una nueva caída de los precios internacionales de los granos, al no verse confirmados los pronósticos de sequía en Estados Unidos, causantes de las importantes alzas de los dos últimos meses.

m En este contexto, al que se suman dificultades en las exportaciones de aceite, la SAGPyA produjo un documento revelador de las transferencias que tuvieron lugar por parte del sector agropecuario al resto de la economía en la década de 1990. Dicho documento “comparte el doble carácter de herramienta intelectual e instrumento político”, al decir del secretario del área.


El instrumento técnico-político

La difusión de un documento de análisis de la política comercial externa argentina y sus efectos sobre los incentivos, la producción y el ingreso del sector agropecuario -aunque restringida a los referentes sectoriales-, abrió un debate en torno al papel del sector como generador de productos, divisas y empleo, en comparación con los restantes sectores de la economía, en particular el industrial, y pretende proporcionar fundamentos para la elaboración y adopción de políticas activas para el sector.

Según ese documento, la política arancelaria, el empleo de cuotas, la vigencia de prohibiciones de importación y otras políticas destinadas a proteger al sector industrial, -en particular las ramas automotrices, de autopartes, metalurgia y siderurgia-, han impedido utilizar en mayor grado el potencial productivo del sector agropecuario y, consecuentemente del agroindustrial. Como consecuencia de estas políticas y de la política tributaria -IVA no recuperable e ingresos brutos, por ejemplo-, el agro transfiere recursos a otras actividades protegidas de la economía y al Estado por montos que representan 20 % del PIB de la actividad y más de 30 % de sus exportaciones.
Según esta investigación los sectores agropecuario y agroindustrial están transfiriendo alrededor de $ 5.000 millones anuales, de los cuales 3.600 millones están destinados a subsidiar sectores sustitutivos de importaciones y 1.400 millones son impuestos a la producción y sobre los insumos productivos.

Posibilidades en las economías regionales

Si bien a nivel de los productos básicos la situación se presenta oscura y algunas economías regionales ofrecen dudas respecto de su capacidad de supervivencia en condiciones de plena apertura, existen algunas regiones y productos que presentan perspectivas promisorias:

El Alto Valle del Río Negro inició un profundo proceso de reconversión para adaptarse a las exigencias del mercado internacional, tanto en la producción de manzanas como en la incorporación de frutales de carozo. Si bien el proceso se inició a través de las grandes explotaciones de la zona, el Banco Nación prevé su apoyo para la generalización del proceso.

En materia vitivinícola, la Asamblea General de la Organización Internacional de Vinos designó como su presidente a un representante argentino de la producción. En esta actividad la reconversión productiva se halla a la orden del día, con reconversión de cepas tanto para uva de mesa de calidad como para la producción de vinos finos. Actualmente el Banco Nación está encarando un plan de reconversión de 1.150 hectáreas de viñedos en la zona de San Rafael. En el plan intervendrían 210 pequeños y medianos productores que además de obtener variedades aptas para vinos finos, han ideado una modalidad consistente en la creación de un fideicomiso entre el Banco Nación, los productores y tres grandes bodegas que se comprometerían a adquirir la producción , la que a partir del cuarto año se estima sería de unos 16 millones de kilos de uvas finas. El plan resulta interesante no sólo en sí mismo, sino por las posibilidades de replicabilidad que implica en el apoyo a las PyME.

Asimismo, es destacable la posibilidad que se abre en torno a la colocación de limones en el mercado internacional, a partir de la autorización de Estados Unidos al ingreso de la producción del noroeste argentino en ese país. La Argentina aspira a llegar a ese mercado con fruta de contraestación, en los meses de junio a septiembre. Conviene tener en cuenta que el ingreso por caja de limones en Estados Unidos duplica el del mercado europeo y cuadruplica el del mercado interno.

El lento avance de la carne

La afirmación del titular del Departamento de Agricultura estadounidense admitiendo que “la carne argentina es la mejor del mundo” no puede ser interpretado como un compromiso de compra, pero refleja el potencial interés de los estadounidenses por consumir nuestras carnes, ya libres de aftosa.

Hoy día la Argentina tiene un cupo de 20.000 toneladas para ingresar a ese país, volumen que está quedando corto. En la dirección de ampliar esa cuota, la gestión del titular de la SAGPyA se centró, en su visita a los Estados Unidos, en lograr la reasignación de parte de la cuota otorgada a Australia y Nueva Zelanda, que actualmente estos países no logran completar. El tema estaría en estudio y la resolución dependería tan sólo del gobierno de Estados Unidos y no de la autorización de los países que no alcanzan a cubrir sus cuotas.

Obviamente, serán importantes las presiones en contra de la concreción de mayores ventas argentinas que realicen los productores ganaderos. Pero es necesario tener en cuenta que los importadores estarían interesados en aumentar las transacciones con la Argentina.

Un hecho destacable es la perspectiva casi cierta de que en el presente año se duplicarían las exportaciones de carne al mercado canadiense, en el que el producto argentino no tiene aranceles de importación y al que se llegaría con 30.000 toneladas.


Perspectivas

Un importante motivo de preocupación se presenta en el mercado internacional de productos oleaginosos, sobre todo teniendo en cuenta que 95 % de lo que se produce es destinado a las exportaciones. Se está verificando un acentuado proceso de reemplazo de los productos elaborados, por el ingreso de materias primas, siendo el caso de la India el más reciente y podría decirse emblemático. Ese país es uno de los cinco principales compradores mundiales de aceite y el más importante para la Argentina. India ha elevado los derechos de importación de aceites de girasol y de soja crudos, de 16,5 % a 30 %; para los refinados, pasaron de 25 % a 45 %.

m A esto se agrega el virtual precio sostén que reciben los productores estadounidenses de soja, que provoca un artificial incremento de la oferta de este grano.