Moneda y Finanzas

Situación

m Las autoridades económicas han realizado un par de anuncios tendientes a influir sobre los inversores internacionales y su evaluación del riesgo-país.

m Se ha comunicado que se cuenta con una especie de colchón financiero de unos u$s 9.000 millones, que garantizaría el pago de un semestre de obligaciones externas.

m Se ha renegociado con el Fondo Monetario Internacional nuevas metas de déficit fiscal para este año y el bienio siguiente.


Anuncios Tranquilizadores

Con el objetivo de llevar tranquilidad a los inversores y disipar rumores acerca de posibles incumplimientos de los compromisos financieros, el equipo económico realizó diversos anuncios.

Entre ellos se destacó la conformación de una especie de colchón financiero, que totalizaría unos u$s 9.000 millones, compuesto por:


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u$s 2.000 millones, por desembolsos pendientes del FMI, debido al cumplimiento de las metas pactadas para los dos primeros trimestres del presente año;

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unos u$s 3.000 millones, que se podrían solicitar a los bancos como adelanto de lo que se comprometieron a pagar los contribuyentes por la moratoria impositiva;

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alrededor de u$s 3.100 millones serían aportados por el mercado de capitales a través de las distintas emisiones de títulos que se vienen efectuando regularmente,

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y u$s 900 millones provenientes de un crédito conjunto del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desa-rrollo; la porción corres-pondiente de esta última entidad -unos u$s 400 millones- está a punto de ser desembolsada.

Otro anuncio importante en dicho sentido ha sido la negociación con el Fondo Monetario Internacional de una nueva meta fiscal para este año y la reformulación de las metas acordadas para los años 2001 y 2002.


Apertura del endeudamiento a pequeños ahorristas

En cumplimiento del programa financiero anunciado para el presente ejercicio, el sector público continuó con su política de colocación de títulos en el mercado local.

Los datos relevantes de dichas operaciones son:

m a mediados de agosto se licitaron Letras del Tesoro (LETES) por u$s 250 millones, a un plazo de 91 días; la tasa de corte fue de 7,54% anual;

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en ese momento se colocaron u$s 400 millones en Bonos del Tesoro (BONTES) correspondientes a las series con vencimiento en los años 2003 y 2005; las tasas de interés fueron de 11,92% y 12,48% respectivamente, más altas que en la operación anterior;

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en septiembre se licitaron dos clases de LETES por un total de u$s 600 millones; a un plazo de 91 días se colocaron 250 millones, a una tasa de 7,62% anual, en tanto que a 182 días fueron 350 millones, a 8,37% anual.

Esta fue la primera operación abierta a pequeños ahorristas, los cuales pueden participar con un capital mínimo de u$s 100.

Estos inversores podrán participar en el denominado “tramo no competitivo” de la licitación, tomando como dato el precio de corte que se haya fijado en el tramo competitivo.

De este modo podrán participar de las colocaciones de todos los títulos ofrecidos en el mercado local, como las LETES, los BONTES y los bonos-pagaré.


Rentabilidad de las inversiones

Los bonos emitidos en el marco del denominado plan Brady encabezaron los rendimientos financieros en agosto último.

La versión Par de estos títulos creció 2%, en tanto que la Descuento lo hizo en 1,5%.

Los Bonos de Consolidación (BOCON) se mantuvieron prácticamente sin variaciones con respecto a los valores registrados a fin de julio.

En cuanto a los papeles privados, el índice MERVAL, representativo del panel de acciones líderes, descendió 5,5%, acumulando en el año una caída de 13,8%.

Cabe consignar que el proyecto de ley de emergencia económica que se encuentra en tratamiento legislativo avanzado, autorizaría a emitir bonos de consolidación para pagar deudas con jubilados y proveedores del Estado.

Con respecto a las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP), su rentabilidad anual promedio a fin de agosto fue de 13,47%, con lo que el rendimiento histórico anualizado desde su puesta en marcha en 1994, es de 12,18%.


Perspectivas

m Deberá observarse la influencia de las nuevas emisiones de bonos de consolidación, que surgirían de la proyectada ley de emergencia económica, sobre los títulos que cotizan actualmente en el mercado.

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En el corto plazo es poco probable que tenga marcado éxito la operatoria que permite a los pequeños ahorristas participar de las licitaciones de títulos públicos, ya que ello implica un cambio importante en su cultura financiera, al pasar del tradicional depósito a plazo fijo a invertir en bonos representativos de deuda.