Sector Agropecuario

Situación

m Todo el mes de agosto y lo que va de septiembre estuvo centralmente signado por la lucha contra la reaparición de brotes de aftosa a partir del ingreso que tuvo lugar a principios de agosto de una tropa de animales desde Paraguay, que presentaba serología positiva.

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Pero también hicieron su aparición algunos síntomas alentadores, así como la puesta en marcha de algunas medidas tendientes a paliar los perjuicios del sector.
El alza del precio de la leche en el mercado internacional se encuentra entre los primeros y la provisión del gasoil agropecuario entre los segundos.


Buenas perspectivas para la superación del problema de la aftosa

Si, como todo lo indica, no surgen indicios desfavorables, las principales y más drásticas medidas adoptadas en el momento en que se tomó conocimiento de la situación de emergencia podrían ser derogadas a partir del 18 de septiembre. Ello es así porque para esa fecha habrían transcurrido los 21 días que demora la enfermedad en dar señales de actividad y propagación.

Concretamente, a partir del 18 se podrían realizar, bajo determinadas condiciones (sangrado previo, uso de determinado tipo de instalaciones, intervalos entre actividades, observación del ganado en destino, etc.) remates de hacienda y de reproductores, venta y movimiento de hacienda de invernada y cría sin concentración en remates feria, ventas particulares de cerdos, lanares y caprinos con destino a invernada con cuarentena en destino, movimiento entre campos de un mismo propietario, presentación de reproductores bovinos, ovinos, caprinos y porcinos en exposiciones, movimiento de ovinos al sur del río Negro. De hecho, y habida cuenta de las precauciones, la actividad adquiriría su ritmo normal, postergándose sólo la realización de remates feria de invernada para evitar la concentración de hacienda. Por otra parte, en varios departamentos de Entre Ríos, Chaco, Corrientes y Formosa la actividad permanecería restringida.

Muchos aspectos derivados de la lucha sin cuartel presentada contra la aftosa han quedado poco claros. Así, mientras el SENASA y la SAGPyA afirman que no se han realizado vacunaciones en el período, gran parte de los productores, sobre todo los residentes en General Villegas, Lincoln y 9 de Julio, afirman que su ganado ha sido vacunado por agentes del SENASA, sin haber recibido constancia del hecho. De confirmarse esta aplicación de vacunas, la Argentina podría perder temporalmente su status sanitario como país libre de aftosa sin vacunación. De hecho, y sin poner en tela de juicio la necesidad de la transparencia en el manejo y de la determinación de las responsabilidades, sería inútil ignorar las consecuencias que – más allá de las dificultades de su cuantificación – el episodio tendrá: baste tener en cuenta que la Organización Internacional de Epizootias ha transmitido a sus 155 países miembros tres informes sobre la situación existente en la Argentina.

Sin embargo, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) enviará a fines de septiembre una delegación de expertos para estudiar el problema.
De las conclusiones de ese análisis dependerá, finalmente, la decisión de mantener o levantar la prohibición de importar la cuota pactada de 20.000 toneladas de carne que fue suspendida este mes, con la aparición del problema. Y sabido es que las decisiones sanitarias de los Estados Unidos son seguidas por los países que, a la fecha, han suspendido sus importaciones.


Política regional frente a la aftosa


Si hay una ocasión propicia para la aplicación del dicho popular de que no “hay mal que por bien no venga”, ésta podría constituir una de ellas si se consigue que la lucha contra la enfermedad cobre carácter regional, abarcando a los países limítrofes que aún la padecen. De la reunión de los titulares de Agricultura de los cuatro países integrantes del MERCOSUR surgió esa intención de regionalización de la lucha contra la aftosa y se determinó que los organismos sanitarios trabajasen en forma conjunta para la adopción de una estrategia para la prevención y la erradicación de la enfermedad. La importancia vital del hecho radica en la elevada probabilidad del ingreso de la epidemia dado lo extendido de la frontera argentina con Brasil y Bolivia, ambos declaradamente víctimas de la enfermedad y con Paraguay, que aún cuando continúa declarándose libre de aftosa, ha tomado la decisión de comenzar a vacunar, comprando 4 millones de dosis a la Argentina y a Brasil.


Medidas de apoyo

Los costos incurridos por los productores en la lucha contra la aftosa serán paliados a través de las siguientes medidas recientemente anunciadas:

m Una línea especial de crédito de los bancos Nación y Provincia para compensar los desajustes financieros provocados por la inmovilización de hacienda.
En el Nación se otorgarían a un plazo de 180 días y a una tasa de 13,5 %, con 3 puntos de bonificación de la SAGPyA, mientras que aún resta confirmar las condiciones del Provincia.

m Diferimiento del pago de las cuotas de las moratorias, retenciones y aportes de consignatarios y productores hasta el 21 de octubre, estando en estudio el diferimiento del pago a la renta presunta hasta la misma fecha.

m Cese de ejecuciones fiscales hasta el 21 de octubre.


Incipientes cambios en la actividad lechera

El mercado internacional podría constituirse en el motor del cambio de signo en la tendencia de la actividad a través de una mejora de las cotizaciones.
Dicho mercado, subsidiario para la Argentina que es predominantemente abastecedor del mercado interno y colocador de saldos en el mercado externo, se hallaba hasta hace poco sobreabastecido de productos lácteos. Sin embargo, hace apenas unos meses y frente a un inesperado desabastecimiento, los precios comenzaron a subir, pasando de
u$s 1.500 a 2000 en el mercado internacional y a 2.200 en Brasil. Sin embargo, las distorsiones en la comercialización interna de leche no parecen permitir que los productores de leche, que en 1999 sufrieron los avatares de una muy baja rentabilidad, se entusiasmen significativamente al punto de elevar la producción hasta recuperar los 10 millones de litros alcanzados en ese año. Las estimaciones de producción oscilan alrededor de los 9 millones de litros.


Perspectivas

m La superficie sembrada con trigo en la campaña 2000/01 llegaría a 6,3 millones de hectáreas según la última estimación de la SAGPyA, superficie que representa un incremento del 3 % respecto de la temporada anterior. En cuanto a la soja, fuentes privadas estiman un vuelco masivo hacia este cultivo, que registraría un nuevo récord de siembra, con un incremento de alrededor del 6 % respecto de la campaña 1999/00. Las causas de esta expansión radicarían tanto en perspectivas de mejores precios –así lo insinúan las cotizaciones vigentes para la posición mayo 2001, que a principios de septiembre se ubicaban en u$s 169– como en los menores costos de implantación derivados del empleo de variedades genéticamente modificadas.

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El maíz no será un cereal muy cultivado debido a la abundancia de stocks mundiales, inundados por la importantísima cosecha estadounidense.