Economía Internacional

Situación


Sombrías perspectivas del cambio climático

A mediados de febrero, presentó un importante informe el Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático, dependiente del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y de la Organización Meteorológica Mundial. El extenso informe fue producido por más de 600 científicos, revisado por otros 440 especialistas y aprobado por repre- sentantes de 100 países que integran el grupo.

Se prevé en el informe un muy sombrío panorama ambiental para las próximas décadas y el presente siglo, debido a la desmedida emisión de gases (dióxido de carbono, metano, etc.) que provoca el “efecto invernadero”, es decir, el aumento de las temperaturas medias en la atmósfera del planeta.

El significativo incremento de las inundaciones, sequías, ciclones, etc., implicará efectos devastadores en la naturaleza, la salud, la agricultura, la industria y los asentamientos humanos. Además, se señala que los cambios climáticos pronosticados pueden llevar a “cambios futuros de gran escala y probablemente irreversibles en los sistemas de la Tierra”.

Las pérdidas globales anuales de las “catástrofes naturales” aumentaron de unos u$s 4.000 millones en la década de 1950 a 40.000 millones en 1999, previéndose para el futuro que los daños por el cambio climático rondarían los 100.000 millones.

Se estima que las consecuencias del calentamiento planetario afectarán a todos los países, pero en mayor proporción a los países pobres -y a los grupos humanos pobres- por su menor disponibilidad de recursos de diverso tipo para hacer frente a los sucesos climáticos adversos.

La única forma de minimizar los efectos del cambio climático actualmente en desarrollo, consiste en disminuir drásticamente la emisión de gases de efecto invernadero.


Otra crisis financiera, ahora en Turquía


Si bien Turquía es el 17o país más industrializado del mundo, su índice de desarrollo humano lo coloca en el 86o puesto, presentando altos índices de pobreza e indigencia. Su ingreso por habitante es de u$s 2.900 anuales y en los últimos años ha crecido a un ritmo de 4,5% anual. Sus cuentas fiscales presentan déficit, así como también su cuenta corriente externa (casi -5% del PIB), a la vez que tiene elevados índices de endeudamiento con el exterior.

En 1999 había suscripto en un acuerdo con el FMI un programa para combatir la alta inflación e impulsar las privatizaciones en el amplio sector estatal. A fin de 2000 la economía entró en un brusco proceso de deterioro financiero, productivo y fiscal, que llevó al primer crédito de “blindaje” (pre-crisis) otorgado por el FMI, en diciembre último. El origen inmediato del deterioro consistió en gran medida en el tembladeral desatado por las investigaciones efectuadas por un ente de supervisión bancaria creado en noviembre. Ultimamente han quebrado once bancos.

Una fuerte disputa en la cumbre del poder sobre la corrupción, desató en febrero una caída de la bolsa y los títulos públicos, una abrupta suba de las tasas de interés y una reducción de las reservas internacionales. Estos hechos estuvieron relacionados con las fuertes irregularidades observadas en los cuatro bancos públicos sobre los que por otro lado se encuentra gran parte de la deuda externa.

Debilitadas las reservas del Banco Central por la intensa salida de capitales, el 22 de febrero se abandonó el régimen cambiario vigente y la lira turca adoptó la libre fluctuación, devaluándose más de 30%.

A fin de controlar la alta inflación, el FMI había recomendado el régimen cambiario anterior, una forma de tipo de cambio fijo basado en una “tablita cambiaria” que no dejaba que el precio de la lira variara más de 15% anual y que preveía la libre flotación a partir de mediados de 2001.

Confiados en la tablita, los bancos turcos tomaron créditos en dólares y compraron títulos públicos denominados en liras, por lo cual luego de la devaluación acumulan préstamos sin cobertura que pueden llegar hasta unos u$s 10.000 millones.


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