Sector Agropecuario

Situación


Récord dudoso

La SAGPyA había pronosticado una cosecha récord de 73 millones de toneladas para la campaña 2000/01, a partir fundamentalmente de grandes producciones de trigo y de soja. Factores climáticos, aunados a enormes dificultades para la obtención de financiación, ponen en duda el cumplimiento de esta estimación. Los primeros se presentaron de manera contradictoria. En efecto, a la escasez de lluvias le sucedieron precipitaciones abundantes que beneficiaron el cultivo del trigo, pero empeoraron la situación de grandes zonas inundadas que no podrán sembrarse. Sin embargo, y desde el punto de vista granario, la disminución de las áreas cultivadas por inundaciones se podrían ver compensadas por la expansión de la soja en áreas tradicionalmente destinadas a otros cultivos como algodón, poroto y arroz.

Por el contrario, para lo que no parece haber compensación es para la escasez de crédito que aqueja al sector, dificultando la aplicación de los recursos tecnológicos necesarios para alcanzar la meta estimada por la SAGPyA. Si bien el Banco Nación anunció un incremento de los montos otorgados para la financiación de insumos a través de la tarjeta AgroNación a un monto récord en agosto, esta fuente resulta muy insuficiente frente a la demanda del sector, agobiado por la falta de liquidez.

La banca privada no está dispuesta a otorgar préstamos al sector agropecuario, fuertemente endeudado. Las empresas de insumos son las encargadas de la financiación, pero también restringen fuertemente las formas de pago, limitándose a financiar productos a cosecha con tarjetas agropecuarias o con cheques en dólares; otras ofrecen no más de 90 días y todas seleccionan minuciosamente los clientes a financiar.


El examen ganadero y la baja de los precios

La Secretaría de Agricultura informó que la misión técnica de la Unión Europea llegará al país el 19 de noviembre, a fin de evaluar la evolución de la lucha contra la fiebre aftosa.

Repasando los temas de examen parece quedar claro que la situación sanitaria se presenta favorable, con menos de 50 focos de aftosa en actividad. Pero ni la prohibición de uso de anabólicos -de cuya aplicación puede haber residuos- ni la trazabilidad de la carne son temas de éxito tan probable como el sanitario.

Hasta que la reapertura de los mercados de exportación se produzca, el precio de la hacienda quedará condicionado a la evolución de la oferta, que por distintos factores se prevé creciente. Cabe consignar que la evolución del precio del novillo ha sido descendente, partiendo de un precio promedio en la primera mitad de 2001 de alrededor de $ 0,83 el kilo para llegar a setiembre con niveles por debajo de los $ 0,70.

El primer factor -la afluencia de la oferta desviada de los mercados de exportación al de consumo interno- es el que más influyó para producir la caída descripta. El segundo es estacional, con la obtención y afluencia al mercado de ganado terminado a partir de las pasturas de primavera. Un tercer factor es la necesidad de efectivo que aqueja a los productores y que, como queda dicho, no puede verse satisfecha por la oferta crediticia.


Subsidios encubiertos y una nueva restricción

La batalla por lograr la supresión de los subsidios a la producción y a la exportación del agro, para la cual la Argentina y el grupo Cairns se están preparando, no parece fácil. Las definiciones presentadas por el comisario de Agricultura, Desarrollo Rural y Pesca de la Unión Europea en una nota del diario La Nación del 6 de octubre, dan señales de los obstáculos que deberán enfrentarse en la próxima ronda de la OMC. En dicha nota, el autor, que se presenta como negociador en jefe del bloque europeo, manifiesta: “También estamos (los países integrantes) listos para reducir aún más nuestras subvenciones a las exportaciones, siempre y cuando además se atenúen todas las demás formas de ayuda a aquéllas”. Y agrega “Mas no basta con centrarse sólo en el comercio. Los aspectos no comerciales también son importantes. Recompensamos a nuestros agricultores por la amplia gama de servicios que proporcionan a la sociedad al margen de la mera producción de alimentos”. Pasando la frase en limpio, el resultado es encubrir los subsidios bajo otros conceptos.

Tampoco es buena señal la emitida por Estados Unidos en relación a las compras de limones argentinos. A principios de octubre se suspendieron las importaciones de limones tucumanos y otros cítricos del noroeste. La suspensión, motivada en el dictamen de un juez californiano a favor de los productores locales, tendrá vigencia hasta que el Departamento de Agricultura estadounidense apele y logre que se levante la medida.


Perspectivas