Sector Externo

Situación


Algunos ejemplos de la “aduana colador”

Con relación al tema del ingreso de mercaderías contrabandeadas o subfacturadas, que significa un elevado perjuicio a la producción local y a los ingresos fiscales, resulta revelador un artículo del anterior titular de la Dirección General de Aduanas (DGA), Eduardo Cassullo (La Nación - Comercio Exterior, 2 de octubre de 2001).

El autor sostiene que -sin revivir el anterior proteccionismo- el país no ha logrado desde el comienzo de su política de apertura comercial, aplicar eficientemente las herramientas previstas en las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para enfrentar las diversas formas de competencia desleal.
En este sentido, señala a título de ejemplo algunos aspectos como el hecho de que no se puede impedir la importación de bienes falsificados, dada la carencia de un registro de marcas que posibilite a los legítimos titulares un reconocimiento de la autenticidad de los productos que ingresan al país. En tanto que mundialmente las restricciones arancelarias han ido cediendo paso a las barreras paraarancelarias, en nuestro país las medidas disponibles en materia paraarancelaria son simplemente certificados sobre la calidad de los productos, basados seguramente en “la intervención de alguna consultora especializada en presentar documentación en cualquier ignoto organismo”.

El ex-titular de la DGA afirma que el régimen antidumping es extremadamente lento, precisando que aún después de la flexibilización instrumentada recientemente por la Secretaría de Comercio, cualquier importación a precios de dumping dispone -a partir de 2002- de un lapso de nueve meses para que recién las autoridades dispongan una medida. Con respecto a los certificados de origen de importaciones de nuestros socios del Mercosur, los mismos son extendidos por entidades que lo máximo que pueden llegar a acreditar es el domicilio del exportador, pero que no han verificado jamás el proceso industrial de las mercaderías.
En tanto que desde hace más de un año viene anunciándose la reforma del decreto que instrumenta el régimen de admisión o importación temporaria, entre tanto cualquiera puede operar por este régimen sin acreditar antes la posibilidad de efectuar proceso de elaboración alguno. Asimismo, el autor señala que desde el abandono del régimen del Código Aduanero por el anterior gobierno, sólo se necesita la CUIT para realizar importaciones -lo que posibilitaría hechos ilícitos-, no existiendo ya los requisitos de solvencia y existencia bancaria.


Retorno a los anteriores reintegros a la exportación

Cuando en junio se introdujo el factor de convergencia o empalme -promediando los valores del dólar y del euro- a las operaciones de comercio exterior, los exportadores comenzaron a recibir un 7% adicional por cada dólar exportado, a la vez que se redujeron los reintegros a la exportación. La posterior revaluación del euro -acentuada tras los atentados en Estados Unidos- redujo el factor de convergencia, a lo que se agregó en perjuicio de los exportadores la fuerte devaluación del real.

Ante esta situación, el Gobierno dispuso el retorno a los anteriores niveles de reintegros, a los cuales se descontará el factor de convergencia, con lo cual la proporción percibida por los exportadores se mantendrá ahora estable. Este mecanismo continuará aplicándose a todas las exportaciones menos combustibles, incluyendo -como se inició en junio- las dirigidas al Mercosur. También se dispuso agilizar la devolución del IVA a las inversiones de aquellas empresas que destinen al menos un 20% de lo producido al exterior.
Al anunciar dichas medidas, el ministro de Economía apoyó la decisión en “el mayor peligro para la Argentina” de que
las empresas se trasladen a países vecinos con más bajos costos, la mayor competencia exportadora si hay una recesión mundial y la prolongada recesión acentuada en agosto. A fin de compensar a futuro el costo fiscal de estas medidas, se anunció oficialmente la postergación de los previstos programas de competitividad a aplicar para las actividades que no compiten con el exterior.



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