Sector Agropecuario

Situación


Pérdidas climáticas

El sector está sufriendo una de las periódicas inundaciones que caracterizan a vastas zonas de las provincias de Buenos Aires, sur de Santa Fe, sur de Córdoba y este de La Pampa, esta vez agravadas por la persistencia de las lluvias, el cambio climático y la falta de obras de infraestructura.

Frente a este hecho hay sólo una certeza: la cosecha de la campaña 2001/2002 ya no será récord y no alcanzará los 74 millones de toneladas. Pero cuando se trata de estimaciones de los daños las opiniones no son unánimes. Los pronósticos más pesimistas prevén que la cosecha de trigo no podrá recolectarse en buena parte de las áreas cultivadas por falta de piso y que el ataque de hongos disminuiría, además, la calidad del cereal que se obtenga. Aseguran, también, que si la lluvia persiste como lo indican los pronósticos, hasta principios de diciembre, también se verá dificultada la siembra de granos gruesos.

Los pronósticos optimistas aseguran que si bien habrá una disminución de la producción de trigo respecto de los pronósticos de principios de campaña, el volumen obtenido sería similar al de la campaña 2000/01. Respecto de la cosecha gruesa, prevén un récord de la producción de soja, cultivo que reemplazaría al maíz por admitir una siembra más tardía.

La misión de la Unión Europea

El 19 de noviembre llegará al país una delegación de técnicos europeos cuya misión será la de auditar la situación sanitaria de la ganadería argentina y evaluar los cambios registrados desde la visita anterior.

A pesar de la eventual buena voluntad europea ante la situación económica argentina y de su conocimiento del peso que las exportaciones de carne tienen sobre la generación de divisas, la escasa modificación en los factores objetados en la misión del mes de mayo arroja dudas sobre la inmediata reapertura de los mercados europeos. Sin embargo, en el frente de lucha contra la aftosa se ha producido un gran avance, a tal punto que si el peso de este factor fuera determinante en la decisión, la apertura del mercado europeo sería, seguramente, un hecho a partir de principios de 2002.


El marco para iniciar las negociaciones de la OMC

El inicio de la conferencia de la OMC en Qatar reabre las negociaciones en torno a la liberalización del comercio de los productos agropecuarios. La posición de la Unión Europea es bastante clara al respecto cuando, aceptando la necesidad de ir hacia la abolición de las medidas de protección a la producción y a las exportaciones, defiende la necesidad de reconocer al sector agropecuario roles y funciones no vinculadas a lo productivo/comercial, manteniendo de ese modo su posición proteccionista bajo otras denominaciones.

Más ambigua es la posición de los Estados Unidos. La política vigente en ese país en relación al comercio de productos agropecuarios consiste en la aplicación de una amplia gama de medidas tendientes a restringirlo o a distorsionarlo. Es así como existen subsidios a los precios internos, a los ingresos y a las exportaciones, al tiempo que se aplican restricciones al acceso a su mercado.

Según surge de un artículo elaborado para el último informe de Coyuntura Agroalimentario del IICA, publicado en El Cronista Agropecuario del 9 de noviembre de 2001, la ley agrícola que tiene vigencia en Estados Unidos desde 1996 y hasta el 2002 constituyó un avance, aunque muy parcial, hacia la liberalización de los mercados agrícolas ya que los subsidios pasaron a ser un monto fijo y decreciente para un período de 7 años. Sin embargo, mantuvo los precios sostén y los préstamos de comercialización que garantizan ingresos a los productores con independencia de los precios vigentes en el mercado, con la consecuencia de que el precio promedio de la soja en el período 1998- 2000, que en el mercado fue de u$s 178 la tonelada, se compara con un precio sostén de u$s 194. La ley que, de ser votada por el Senado, entraría en vigencia en el 2002, consolidaría los niveles de precio sostén alcanzados en ese período y tendría afectos nocivos adicionales sobre el libre comercio de otros productos tales como maní, azúcar, lácteos, etc.

Estas leyes parecen ser contradictorias con el apoyo de los Estados Unidos al Grupo Cairns al que la Argentina pertenece y cuya principal razón de ser es la lucha por la supresión de todo tipo de subsidio a la producción y al comercio internacional de productos de origen agrícola. Esta paradoja encuentra explicación en los crecientes niveles de producción que ese país obtiene y que no pueden ser absorbidos por su mercado interno, siendo el mercado internacional el destino de los excedentes.

La motivación que hay detrás de las posturas aparentes de los dos principales bloques de producción, consumo y comercio internacional de productos de origen agopecuario no permite ser muy optimistas respecto de los logros de la próxima conferencia de la OMC en materia de eliminación de subsidios.


Perspectivas