Sector Agropecuario

Situación

• El sector agropecuario sufre, como todo el resto de la economía, el inédito grado de incertidumbre derivada del conjunto de medidas adoptadas el 30 de noviembre y las siguientes.
  
  A ello se agregan dos factores de incertidumbre adicionales:
  

• El grado en el que las condiciones climáticas reinantes en los dos últimos meses afectaron los cultivos.
  
  
• El resultado de la misión de la Unión Europea con relación al estado sanitario de la actividad ganadera, del que depende la apertura de ese mercado -y con él de otros que lo toman como referente- a las carnes argentinas.

Las medidas de mediados de noviembre

A mediados del mes de noviembre el gobierno lanzó un conjunto de medidas financieras, previsionales e impositivas que significaban algún alivio para una parte importante de las explotaciones agro- pecuarias. Algunas de ellas son:

• Posibilidad de cancelar deudas bancarias en mora por medio de títulos públicos, lo que significa una significativa disminución de la deuda real.
  
• Amplia moratoria impositiva y previsional que permite la normalización tributaria
  
• Amplia exención impositiva en vastas regiones declaradas como zonas de desastre con eximición del pago de los impuestos a las ganancias y ganancia mínima presunta.
  
• Posibilidad de computar como crédito fiscal en el IVA el pago de contribuciones patronales.
  
• Declaración de interés nacional, de la producción y comercialización de biodiesel para su uso como combustible, otorgando exenciones impositivas para los inversores, tanto en la producción como en la comercialización.
  
• Beneficios impositivos adicionales en la provincia de Buenos Aires.
  
• Continuidad de la vigencia de los convenios de competitividad dispuestos para distintas actividades.

Este conjunto de medidas fue juzgado insatisfactorio, aunque el sector admitió que iba encaminado a paliar algunos aspectos de la crisis sectorial.

Las expectativas de la ganadería

El 19 de noviembre se inició la misión de los funcionarios del Comité Veterinario de la Unión Europea destinada a analizar el caso argentino y las posibilidades de reanudación de las compras de carne, suspendidas desde el mes de marzo, con el reconocimiento de la existencia de la fiebre aftosa en los rodeos nacionales, tantos meses ocultada.
La SAGPyA y el SENASA tienen expectativas ampliamente optimistas respecto de la respuesta europea a un informe de la misión que dan por positivo, al menos ante la opinión pública. No se excluyen, sin embargo, voces más pesimistas en relación con la fecha en que las exportaciones podrían reanudarse y que ubican ese momento, no antes del mes de febrero del 2002. Esta visión se apoya en un análisis del tiempo necesario para instrumentar las recomendaciones no escritas que desgranaron los expertos antes de su partida, como resultado de su inspección.

Estando el mercado de carnes acotado al consumo interno, las cotizaciones siguieron sufriendo contracciones como consecuencia de la afluencia de ganado al mercado ante la necesidad de cumplir compromisos financieros.

Se concretó la creación del Instituto de Carnes

El proyecto de ley para la creación del Instituto de Promoción de Carnes que el Poder Ejecutivo había enviado en el mes de julio se convirtió en ley, después de varios años de controversia. Entre los objetivos del Instituto figuran la promoción del consumo de carne vacuna y el fomento de las exportaciones cárnicas con el fin de aumentar la competitividad de las empresas del sector ganadero e industrial. El presupuesto del Instituto se estima en 12 millones de pesos anuales, provenientes del aporte de un peso por cabeza faenada, compartido por productores y frigoríficos.

En la agricultura

Es muy discutida la cantidad final de la cosecha de trigo, con estimaciones que, como las de la SAGPyA, siguen manteniendo una producción de entre 16,8 y 17,5 millones de toneladas y que, como la de la Bolsa de Cereales, la ubica entre 16 y 16,4 millones. Lo que no está en discusión es la pérdida de calidad del cereal como consecuencia de las enfermedades desarrolladas en un caldo de cultivo muy propicio.
El panorama es bastante distinto en lo que se refiere a granos gruesos, en particular oleaginosas (soja y girasol) debido a que la normalización de los factores climáticos han permitido una siembra masiva. Mientras el maíz habría sufrido una disminución de las áreas cultivadas de alrededor de 500.000 has en relación a la campaña anterior, la superficie cultivada con soja y girasol se habría incrementando en un 7% como consecuencia de precios remunerativos, así como del desplazamiento del maíz que no pudo ser sembrado, hacia soja y girasol.

Perspectivas

• Ninguno de los factores de importancia que inciden en el desenvolvimiento del sector está en manos de los productores y de las organizaciones que los representan:
  
  
• La decisión de la Unión Europea respecto de la reanudación de las importaciones de carne argentina.
  
  

• El resultado final de la campaña 2001/2002, tan afectada por factores climáticos.

• El decurso de la economía argentina que presenta, al momento de escribir este artículo, incógnitas de carácter económico y político de tal magnitud que dificultan los pronósticos.