Economía Internacional

Situación


Hacia una convocatoria de acreedores para países endeudados

El FMI comenzará próximamente el análisis sobre la posible instrumentación de una instancia internacional para países deudores que sería similar a la convocatoria de acreedores utilizada en el sector privado.
Según expresó a fines de noviembre la estadounidense Anne Krueger -subdirectora ejecutiva del FMI-, el objetivo del mecanismo en estudio es estimular a acreedores y deudores a reestructurar deudas soberanas insostenibles de una forma rápida y eficiente. El país deudor podría solicitar al Fondo una decisión de “no innovar” por un lapso de unos pocos meses, durante el cual se suspenderían los pagos relativos a la deuda y se negociaría con los acreedores una reducción del peso fiscal de la misma y probablemente una rebaja o quita de su valor nominal.
Krueger señaló, asimismo, las dificultades que un país enfrenta para renegociar su deuda, porque ya no tiene a unos pocos bancos como acreedores, sino un escenario mucho más atomizado.
El mecanismo debería incluir la imposibilidad legal de que algunos acreedores -los llamados “buitres” u otros- busquen judicialmente el pago de la deuda durante el lapso de congelamiento y renegociación. La gran incógnita -según Krueger- es si los países del Grupo de los Siete limitarán la capacidad de sus ciudadanos de demandar en sus tribunales a gobiernos extranjeros.
Asimismo, una vez logrado un acuerdo de reestructuración entre una “mayoría suficiente” de los acreedores y el país deudor, los acreedores minoritarios estarían obligados a integrarse al acuerdo.
El país deudor estaría obligado a “negociar de buena fe” y a instrumentar políticas apropiadas y sostenibles para prevenir la repetición de problemas similares, esto último bajo la supervisión del FMI.
Otras características vinculadas al mecanismo propuesto por la representante norteamericana fueron las siguientes:

Krueger señaló que si hubiera estado en vigencia el mecanismo propuesto se podría haber aplicado para la actual crisis argentina, pero que el proceso de aprobación del mismo puede demorar entre dos y tres años.
Por otra parte, acreedores de la Argentina nucleados en la Asociación de Acreedores de Mercados Emergentes han condicionado eventuales quitas a la deuda, a que también el FMI y el Banco Mundial acepten una reducción del valor de sus préstamos a nuestro país.

Pronósticos de crecimiento menos favorables

A mediados de noviembre el FMI actualizó sus estimaciones sobre el crecimiento económico, las cuales son menos favorables que las efectuadas en setiembre pasado.
Tanto para el presente año como para 2002, el pronóstico de crecimiento mundial es de 2,4%, que contrasta claramente con el 4,7% observado en el año 2000, que fue el más elevado en doce años.
Se estima que los países industrializados disminuirán en 2002 sus tasas de crecimiento respecto del corriente año, en términos generales. La Unión Europea crecería en 2001 un 1,7% (1,4% en 2002), Estados Unidos un 1,1% (0,7%) y Japón declinaría 0,9% (-1,3%).
El conjunto de los países en desarrollo tendría un crecimiento de 4,0% en 2001 y de 4,4% en 2002.
Se destaca el crecimiento esperado para Asia, que es de 5,6%, tanto este año como en 2002. Para Africa, se pronostica un 3,5% en 2001 y 3,6% en el año próximo. Para el conjunto de Medio Oriente, Malta y Turquía, el crecimiento previsto es de 1,7% en 2001 y de 4,0% en 2002.
Para América del Sur y Central, el pronóstico es de 1,1% en este año y de 1,7% en 2002. Según el FMI, los países más afectados de la región serían los del Caribe, ya que dependen en gran medida del turismo, uno de los sectores más desfavorecidos después de los atentados en Estados Unidos.
En el año actual y en el próximo, Brasil crecería un 2% anual, en tanto que la Argentina tendría un crecimiento entre nulo y negativo en 2001, mientras que en 2002 apenas habría variaciones de su PIB.


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