Informe Económico de Coyuntura

Nº 221 - Julio 2002 - AÑO 21

 SECTOR AGROPECUARIO

SITUACION

Las condiciones objetivas que debe enfrentar el sector agropecuario -si por objetivas se entiende la situación de precios, mercados y posibilidades de colocación interna y externa, oferta potencial, manejo tecnológico, etc.- son favorables.
Sin embargo, el quehacer cotidiano se ve perturbado por diversos escollos de carácter básicamente operativo, que esterilizan en buena medida las oportunidades y ventajas del país como productor agropecuario. La corrección cambiaria que tuvo lugar hace un semestre, ve también trabada la plena manifestación de sus beneficios.

Falsa alarma sobre una reaparición de aftosa

La ganadería se vio amenazada en el mes de mayo por la aparición de dos presuntos focos de aftosa, hecho que fue dado de inmediato a publicidad ante los países compradores de productos ganaderos argentinos. Si bien se trató de una falsa alarma, el hecho tuvo el mérito de reforzar la credibilidad del país, tan dañada cuando hace un año la reaparición de la enfermedad -una vez declarado el país como libre de aftosa sin vacunación- fue ocultada y negada persistentemente, pese a las evidencias y denuncias de los propios productores afectados.

La Argentina, como productora de carne de primera calidad, de bajo contenido de colesterol, libre de la enfermedad de la vaca loca, con una genética de primera, ha comenzado a recuperar mercados tradicionales y de no producirse nuevos problemas sanitarios, tiene interesantes perspectivas de recobrar varios más y de primerísima importancia. Es el caso de Chile, cuya significación se aprecia cuando se tiene en cuenta que su demanda -de por sí importante en volumen- es complementaria de la proveniente de la cuota Hilton, permitiendo un total aprovechamiento del ganado, ya que la chilena se concentra en los cuartos delanteros, mientras que la de Europa -a la que se destinan los productos que integran la cuota Hilton- se compone exclusivamente de cortes delanteros de primera calidad.

Cabe destacar que, a mediados de junio la Unión Europea alcanzó el acuerdo para conceder a la Argentina 10.000 toneladas adicionales de esta cuota, de modo tal que entre julio de 2002 y junio de 2003 se podrán enviar 38.000 toneladas a ese mercado.

Estados Unidos y Canadá son otros dos países a ser recobrados por las carnes argentinas a partir de cumplido un año sin brotes de aftosa, enfermedad cuya aparición condujo al cierre de esos mercados.

Actualmente las exportaciones de carne vacuna no superan el 10% de la producción, pero en las actuales circunstancias resultan fundamentales para fijar un piso a los precios ganaderos, dada la debilidad de la demanda para consumo interno. En efecto, la reapertura de los mercados, tanto para carnes como para cueros y para achuras, permitió una revalorización del ganado, que en los cuatro primeros meses del año alcanzó al 95 % en términos nominales.

Si bien esa verdadera escalada se vio frenada en el mes de mayo, no se descarta que la reapertura de los mercados recobrados, sobre todo el chileno, permita un nuevo repunte.

En la recuperación de los mercados y en la conquista de nuevos destinos se esperaba el desempeño de un rol fundamental por parte del Instituto de Promoción de Carne Vacuna, creado por ley en noviembre de 2001. Sin embargo, luego de seis años de demora para su creación, aún no ha tomado forma, perpetuando el desacuerdo en torno a la figura de sus autoridades.

La siembra de la campaña 2002/03

En el marco del desacuerdo entre productores y proveedores de insumos respecto de las deudas de los primeros para con los segundos por el pago de los insumos de la campaña pasada -desacuerdo que no ha podido ser zanjado a pesar de reiteradas intervenciones oficiales-, la siembra de la próxima campaña presenta incógnitas y señales contradictorias. Las opiniones predominantes en cuanto a intenciones de siembra, indicarían una expansión del área cultivada, aunque la misma se concentraría exclusivamente en la soja, en detrimento del maíz, trigo y girasol. Este desplazamiento se debería al menor requerimiento relativo de insumos para la soja, cultivo que demandaría u$s 140 -frente a unos u$s 200 para el maíz- producto de la menor necesidad de fertilizantes y de la posibilidad de utilizar semilla propia.

Sin embargo, la tendencia podría cambiar si se llegara a un acuerdo con los proveedores, habida cuenta de las estimaciones del USDA, que prevé una mejora de los precios. En efecto, se espera un fuerte y sostenido aumento del consumo mundial que superaría el también esperado incremento de la producción, dando lugar a una importante caída de los stocks finales del cereal.

La retención de la producción, una estrategia de defensa del valor

En una actitud netamente defensiva, los productores evitan desprenderse de los granos acopiados. La situación de incertidumbre en la que se desarrolla la actividad indujo a los productores a desprenderse de los granos en la menor medida posible. Esta actitud les permite aprovechar la tendencia creciente del dólar, evitar ingresar en el poco confiable sistema bancario, esperar que el panorama se despeje para tomar decisiones mejor planificadas y enfrentar el pago de los insumos adeudados en los términos que se fijen para ello.

Cuentan para poder retener importantes magnitudes de granos con la tecnología de ensilado en bolsas. Se estima que hacia fines de mayo nueve millones de toneladas, el 30 % de la cosecha de soja, continuaba en poder de los productores. Tal nivel de retención llevó a que los precios del producto se reafirmarán, aún en plena cosecha, en los principales mercados, tales como Chicago, Golfo de México y Buenos Aires.

En trigo, la resistencia de los productores a entregar la mercadería fue también muy relevante, tanto que los molinos brasileños amenazan con comenzar a importar trigo de Asia y Europa ante el incremento del precio y la escasez del producto argentino.

Fue esta actitud de retención la que explica buena parte de la falta de liquidación de divisas de la que el Gobierno responsabilizaba a los exportadores y a raíz de la cual dispuso la entrega de las divisas de exportación directamente al Banco Central.

El maíz también vio incrementar su precio, pero no ya por el efecto retención sino por la caída de la producción argentina, segundo país en volumen de exportación mundial.

PERSPECTIVAS

En los próximos días deberán resolverse varios de los temas pendientes del sector, tales como el pago de la deuda de insumos, el desabastecimiento y precio del gasoil, la posibilidad de cancelación de pasivos con los bonos que reemplazarán los fondos indisponibles en los bancos, etc.
En este sentido, se espera una convocatoria oficial a una mesa nacional agropecuaria en el ámbito de la Jefatura de Gabinete, en la que participarían, al menos, su titular, el secretario de Agricultura y las entidades representativas del sector.

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