Informe Económico de Coyuntura

Nº 223 - Septiembre 2002 - AÑO 21

 ECONOMIA INTERNACIONAL

SITUACION

La fuerte asistencia financiera a Brasil -y a Uruguay- marca un cambio importante en la política estadounidense tendiente a no rescatar a países en crisis, lo cual se vio confirmado con la intermediación de EE.UU. en la solicitud brasileña a los bancos internacionales de restablecer sus líneas de crédito.
El escaso crecimiento del PIB de 1,1% en el segundo trimestre del año -después del 5,0% observado en el primero- y la tendencia bajista en el ámbito bursátil, han contribuido a confirmar la incertidumbre predominante sobre la recuperación económica de Estados Unidos.
La única región del mundo que presenta niveles satisfactorios de crecimiento económico es, en términos generales, Asia -excluyendo a Japón-, ya que la Unión Europea continúa con muy escaso dinamismo y América Latina presentaría este año una cierta contracción.

Se prevé completar “media década perdida” en América Latina

Al iniciarse agosto, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL-ONU) estimó que la economía de la región se contraerá en 2002 aproximadamente un 0,8% -reduciendo sus proyecciones por tercera vez en el año-, mientras que el desempleo aumentará a más de 9%.

Sin considerar a la Argentina, el PIB regional mostraría un incremento de poco más de 1%, siempre respecto del año anterior.

Según el titular del organismo multilateral, la reactivación registrada dos años antes fue de corta duración, dando lugar en 2001 a un estancamiento -la región creció apenas 0,3%-, observándose en el primer trimestre del corriente año una contracción superior a 3%. Se completará así -según el organismo- “media década perdida” en la región.

Para el presente año, se prevé que la economía argentina tendrá una caída de 13,5%, en tanto que también retrocederán las de Uruguay (-5,0%) y Paraguay (-1,0%), esencialmente por el contagio de la Argentina. El citado funcionario indicó que hay muchas señales de que la crisis argentina ha tocado fondo y que la situación económica puede haber comenzado a rebotar suavemente.

Sin embargo, todavía ronda el peligro de que las perturbaciones argentinas vuelvan a transmitirse a otros países, lo cual podría originar en la región una crisis sistemática.

Tendrían tasas positivas de crecimiento, entre otros países, Brasil (1,5%), México (1,0%) y Chile (2,5%).

El titular del organismo afirmó que desde la primera mitad de la década de 1980 no se presentaba para la región una situación tan adversa como la actual.

“Vía rápida” estadounidense para acuerdos de libre comercio

A principios de agosto fue sancionada y promulgada en Estados Unidos la ley que establece la Autoridad para la Promoción Comercial (TPA, en inglés), que permite al Poder Ejecutivo gestionar hasta 2005 -y con una posible extensión hasta 2007- acuerdos de libre comercio con otros países, que después el Congreso tendrá 90 días para aprobar o rechazar pero no modificar.

Esa autorización, antes conocida como “vía rápida”, estuvo vigente en el período 1974-94, no pudiendo luego el Ejecutivo conseguir su renovación, debido a las presiones proteccionistas.

Con este instrumento facilitador del logro de convenios comerciales, el Gobierno planea alcanzar próximos acuerdos con Chile y Singapur, después con Australia y otros países africanos y para 2005 poner en marcha el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), además de poder afrontar la reanudación de importantes negociaciones en el ámbito de la OMC.

La nueva norma incluye diversas compensaciones para los trabajadores que pierdan su empleo a raíz de la competencia comercial de otros países, incluyendo a granjeros y empleados en empresas proveedoras de fábricas que cierren. El monto para atender los costos de recapacitación laboral y seguros de salud temporales se triplicará a unos u$s 1.200 millones por año. A los trabajadores desplazados que acepten un empleo de menor remuneración se les otorgará u$s 5.000 anuales.

Por una parte, la nueva ley contó con un fuerte impulso del Ejecutivo, evidenciado por ejemplo, con lo expresado por el secretario del Tesoro: “el comercio es un componente crítico de nuestra economía y el TPA ayudará a acelerar el ritmo de nuestra recuperación”. Asimismo, contó con el apoyo de grandes empresas, especialmente de las exportadoras.

Por otra parte, la ley tuvo la oposición de los sindicatos y de las organizaciones ecologistas. Esto se vio reflejado en diversas restricciones incorporadas en la norma:

antes de cerrar una negociación comercial, el Ejecutivo deberá consultar con cinco comisiones del Congreso las cuestiones vinculadas a una lista de 300 bienes “sensibles”, entre ellos, diversos productos agrícolas;
los negociadores estadounidenses deberán considerar las metas en materia laboral y ambiental como “objetivos principales de negociación”;
a fin de proteger las duras normas antidumping estadounidenses, se deberá anunciar anticipadamente al Congreso sobre posibles modificaciones a las mismas.

La situación de los “países menos adelantados”

El Informe 2002 de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) sobre la situación de los Países Menos Adelantados (PMA), señala que en los 49 países más pobres:

50% de la población tiene un nivel de consumo por habitante de u$s 0,64 por día;
81% de los habitantes vive con menos de u$s 2 diarios;
la cantidad de personas que vive en la pobreza extrema -con menos de u$s 1 por día- se duplicó desde mediados de los años 60.

Esa situación contrasta con la de 22 países en desarrollo con un bajo ingreso por habitante -China, India, Indonesia y otros-, donde la pobreza extrema disminuyó en las últimas dos décadas.

Con respecto a la integración de los PMA a la economía global -requisito para el desarrollo enfatizado frecuentemente-, se señala en el informe que las exportaciones e importaciones de esos países significan en promedio 43% de sus PIB, nivel superior al de los países más ricos, agrupados en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

La UNCTAD señala la estrecha relación entre los bajos niveles de ingreso por habitante y la alta dependencia de los PMA de sus exportaciones de productos primarios, como un aspecto central en esos países. El problema sería, entonces, no la integración a la economía mundial, sino la forma que adopta esa integración.

Se subraya la volatilidad y el descenso de los precios de los bienes primarios, especificándose que el índice combinado de precios de productos básicos no energéticos representa un valor equivalente a la mitad de su valor anual en el período 1979-81.

También se apunta la estrecha asociación existente entre la pobreza y la acumulación de una carga excesiva de deuda externa. Se destaca la situación de los países incluidos en el programa internacional de reducción de deudas, de los cuales -en el lapso 2003-05- cuatro deberán pagar más que antes, seis disminuirán sus pagos anuales en menos de u$s 15 millones y sólo tres los habrán reducido en más de 50 millones.

PERSPECTIVAS

Si bien no se considera en general como probable, han crecido últimamente los temores a una “doble recesión” (nueva caída o “W”) en la economía estadounidense y sus negativos efectos sobre la debilitada economía mundial.
A pesar del apoyo financiero recibido del FMI por el Estado y de los bancos extranjeros por el sector privado, continúan en Brasil los altos niveles de cotización del dólar y de riesgo-país, evidenciando la alta inseguridad percibida por los inversores frente a la elevada deuda pública y las próximas elecciones.
Las economías latinoamericanas en conjunto mostrarían este año una leve contracción, debida en gran medida a la fuerte caída en la Argentina y la desaceleración registrada en Brasil.

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