Informe Económico de Coyuntura

Nº 228 - Marzo 2003 - AÑO 22

 MONEDA Y FINANZAS

SITUACION

Finalmente, se ha llegado a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, el cual, aunque precario y de corto plazo, permite evitar la cesación de pagos con los organismos multilaterales de crédito.
Algunas entidades financieras han anunciado la devolución de los depósitos a plazo fijo reprogramados de manera anticipada a lo previsto en el cronograma dispuesto por las autoridades.

Acuerdo con el FMI

Hacia fines de enero se anunció oficialmente el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, luego de un año de negociaciones plagadas de rispideces y desconfianza mutua.

El acuerdo es de corto plazo, hasta agosto de este año, y precario, dado que ya en marzo se efectuará una evaluación parcial por parte del FMI.

A pesar de las características negativas señaladas, a las que habría que agregar que no implica recibir fondos frescos, el acuerdo permite evitar que nuestro país incurra en una nueva cesación de pagos, esta vez con los organismos multilaterales de crédito.

Los vencimientos con estas instituciones hasta agosto de 2003 suman unos u$s 6.780 millones, de los cuales u$s 4.400 millones corresponden al Banco Mundial y al Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

A los efectos de demostrar voluntad de cerrar el trato, nuestro país desembolsó u$s 1.150 millones de las reservas de divisas para afrontar diferentes pagos, por lo que su nivel a fines de enero había descendido a u$s 9.326 millones.

En materia de política monetaria se imponen límites a la emisión de pesos por parte del Banco Central, tanto por la compra de dólares en el mercado como por la financiación a la Tesorería.

La base monetaria en una definición amplia, que incluye las cuasimonedas, debe volver a los niveles de diciembre de 2002, lo que implica una absorción de unos $ 3.000 millones.

Con respecto a este tema, cabe mencionar que la base monetaria creció $ 340 millones en enero, muy por debajo de los $ 2.800 millones en que había aumentado en diciembre último, debido a factores estacionales principalmente.

Otro compromiso asumido, de orden monetario, es el de revisar las metas si se produjera una salida excesiva de fondos del sistema bancario, sea vía amparos sobre los depósitos reprogramados, o en caso de un fallo de la Corte Suprema que los redolarice.

Con respecto a las entidades financieras, el Estado avanzaría en la compensación a los bancos por la pesificación asimétrica, las diferencias de cambio por los amparos y la indexación desigual.

Flexibilización del mercado cambiario

Durante el segundo semestre de 2002 la cotización del dólar mostró una clara tendencia decreciente, llegando a caer un 15% desde los valores máximos alcanzados a fines de junio.

A lo largo de ese período, la estrategia del Banco Central, para acumular dólares y evitar una caída más pronunciada del tipo de cambio, había sido la de intervenir en el mercado comprando dólares.

De este modo, la autoridad monetaria se convertía en la principal demandante en una operatoria totalmente regulada y con sobreoferta de divisas por parte de los exportadores. Estas compras representaban, a su vez, una abundante inyección de pesos en el mercado monetario.

En el marco del previsto acuerdo con el FMI, el BCRA varió su política de intervención cambiaria para evitar seguir incrmentando la liquidez y con ella, un posible rebrote inflacionario.

Es por ello que dispuso una serie de medidas de flexibilización y liberación cambiaria:

suspender las operaciones de compraventa por cuenta y orden del BCRA;
eliminar restricciones al pago de importaciones;
autorizar la libre transferencia de fondos al exterior en concepto de pago de utilidades y dividendos;
elevar el mínimo obligatorio para la liquidación de divisas de exportación en el Banco Central a u$s 1.000.000, y
liberar el giro de divisas para el pago de intereses de deudas contraídas en el exterior.

Depósitos y tasas

En enero comenzó a hacerse efectiva la devolución de depósitos reprogramados, según el cronograma dispuesto oportunamente por las autoridades.

Por otra parte, un grupo de bancos anunció que devolvería anticipadamente los fondos que se encuentran en el denominado “corralón” a los clientes que lo soliciten.

Cabe destacar que la aceptación de esta propuesta implica una pérdida para los depositantes en términos de la moneda de origen, a la vez que deberían resignar la posibilidad de presentar acciones de amparo ante la justicia.

Con respecto a los depósitos “nuevos”, los plazos fijos crecieron algo más de $ 2.000 millones durante enero, alcanzando así un total de 21.500 millones.

La evolución de las tasas de interés y los plazos se reflejan en las licitaciones de las Letras del Banco Central (LEBAC). A fin de diciembre la tasa de 30 días era de 6,90% anual y la de 180 días, de 46%; un mes después esos rendimientos eran de 9,50% y 33%, respectivamente.

Parece observarse, sin embargo, cambios en cuanto a los plazos de imposición: mientras que meses atrás crecían las colocaciones a más de 90 días, atraídas por las elevadas tasas de interés, hacia principios de febrero parecen priorizarse los plazos cortos, de 30-60 días, en busca de mayor seguridad ante la proximidad del cambio de gobierno.

Las LEBAC se han convertido en el principal instrumento de absorción de liquidez que posee la autoridad monetaria.

PERSPECTIVAS

El acuerdo alcanzado con el FMI permite configurar un escenario de cierta previsibilidad financiera, para encarar el proceso eleccionario y el inicio del período de las nuevas autoridades.
Corresponderá a los próximos gobernantes negociar un acuerdo de fondo y de mediano o largo plazo, no sólo con el FMI, sino también con los acreedores privados.