Informe Económico de Coyuntura

Nº 228 - Marzo 2003 - AÑO 22

 PRECIOS, SALARIOS Y OCUPACION

SITUACION

El índice minorista de enero registró un incremento de 1,3% respecto del mes anterior, interrumpiendo la tendencia deflacionaria que se iniciara en noviembre de 2002.
En el ámbito laboral, el informe de “Tendencias Económicas” viene registrando un descenso de las cesantías y suspensiones en los últimos meses. En enero hubo una reducción de 25% en los despidos con relación a diciembre de 2002, llegando al menor nivel desde 2000, en tanto que las suspensiones fueron 23% inferiores respecto del mes anterior.

Importante incremento del índice minorista

El índice de precios al consumidor de enero creció 1,3% respecto del mes anterior, significando la mayor alza mensual desde setiembre de 2002 y quebrando la tendencia descendente que venía registrándose en los últimos meses. El indicador minorista acumuló un aumento de 39,6 % en la comparación interanual.

En el examen detallado se observan incrementos en los rubros de esparcimiento (4,8%) por incremento en turismo; alimentos y bebidas (1,5%), gastos de salud (1,4%), vivienda y servicios básicos (1,3%), transporte y comunicaciones (1,0 %), equipamiento del hogar (0,6%) y educación (0,2%), en tanto que la única baja se verificó en indumentaria (-2,2%) por las liquidaciones de fin de temporada.

En resumen, si bien el aumento del indicador minorista obedece principalmente al incremento estacional en esparcimiento, tuvo una importante contribución el rubro de alimentos y bebidas (con 40,7% de ponderación) que aparece segundo en el orden de importancia de los aumentos. En este sentido, si se deduce la incidencia del subrubro de turismo, el índice minorista hubiese registrado, de todos modos, un aumento de 0,85%.

En enero, por primera vez desde la salida de la convertibilidad, los precios de los servicios crecieron más que los de los bienes: 2,1% versus 0,8%, iniciando presumiblemente una senda de recuperación. Cabe acotar que respecto de diciembre de 2001, el incremento en los bienes llega a 70%, mientras que en los servicios alcanza sólo a 13,5%.

Este mayor impacto de los alimentos y los servicios en el mes hizo que la “canasta básica alimentaria” (mide el nivel de indigencia) creciera 1,1%, acumulando un incremento de 76,9% desde la devaluación. Esto implicó que dentro de los 20,8 millones de personas pobres, existieran 9,9 millones de indigentes.

El índice de precios al por mayor (IPIM) de enero se incrementó 0,5%, interrumpiendo la serie de valores deflacionarios registrados en el último bimestre de 2002, y acumulando un incremento de 106,0% en los últimos doce meses. Aun cuando el incremento mensual fue inferior al del indicador minorista, la brecha entre ambos desde la convertibilidad sigue siendo relevante, dado que sólo 36% del aumento mayorista se ha trasladado a los precios minoristas.

En el análisis por rubros se verifica un aumento de 0,9 % en los productos nacionales, con un alza de 1,3% en productos primarios -impulsados por el incremento del petróleo crudo y gas (8,2%)- y un aumento de 0,8% en productos manufacturados y energía . Por su parte, los productos importados cayeron 3,4%.

El índice del costo de la construcción presentó un incremento de 0,7 % respecto del mes anterior, acumulando 38,4% en los últimos doce meses .En el análisis por capítulos, se explica el resultado por el incremento de 2,5% en mano de obra -por la asignación no remunerativa de $130-, en tanto que materiales acusó una disminución de 0,4%.

Caída del poder de compra de los trabajadores

Según datos del INDEC, el poder de compra de los salarios de 8 millones de trabajadores disminuyó, en promedio, 23,8% durante 2002, en tanto que para los que menos ganan el deterioro alcanzó a 27,1%.

Este resultado surge al considerar que en 2002 los salarios tuvieron sólo una mejora de 7,45% por el incremento “no remunerativo” de $ 100 que se otorgó exclusivamente a los trabajadores registrados entre julio y diciembre, frente al aumento de 41% de los precios minoristas.

El INDEC señala que dado que el sector de menores recursos consume más alimentos en proporción a los ingresos que percibe, la inflación que debe computarse es de 47,4%, por lo que la caída en sus salarios llega al 27,1% mencionado.

La situación se agravaba aun más para los trabajadores privados no registrados, para los cuales además del impacto de la inflación debe agregarse una reducción de sus ingresos nominales de casi 6%, por lo cual su poder de compra se redujo en 33,2%.

Para los empleados en el sector público que mantuvieron sus sueldos congelados durante 2002 por estar excluidos del incremento de $ 100, la pérdida ascendió a 28,7% de sus ingresos.

Por el contrario, para los trabajadores privados registrados la reducción fue menor, alcanzando a 17,1% en razón de la mejora apuntada de los $ 100 y a los incrementos adicionales que otorgaron algunas empresas.

El INDEC completó el estudio indicando que 50% de los asalariados corresponde a trabajadores privados registrados, mientras que otro 30% se desempeña en los distintos organismos del sector público y el 20% restante no está registrado (trabajo “en negro”).

Se estima que en todo el país existen 8 millones de asalariados ocupados (excluyendo al personal doméstico), la mitad de los cuales percibe menos de $ 400 mensuales.

PERSPECTIVAS

La variación del índice minorista de febrero se estima positiva y algo menor a la del mes anterior, originándose fundamentalmente por el alza de las tarifas de luz y gas y en menor medida por el incremento de los precios de diversos productos de consumo masivo.
En el campo laboral, el Banco Mundial ha otorgado un préstamo para el Programa Jefes y Jefas de Hogares Desocupados, por el cual se cubren $ 2.100 millones sobre los 3.500 millones presupuestados para el año.
Según una encuesta de la Sociedad de Estudios Laborales (SEL), en empresas líderes el 72% prevé no modificar sus dotaciones, lo cual influiría en esperar un tenue incremento de la ocupación que acompañe al 3,6% de crecimiento anual del PBI, estimado oficialmente.

Gráficos

Tablas