Informe Económico de Coyuntura

Nº 232 - Julio 2003 - AÑO 22

 SECTOR AGROPECUARIO

SITUACION

El ministro de Economía y las entidades agropecuarias tendrán su primera reunión conjunta con miras a definir una agenda común. Los reclamos de los ruralistas se centrarán en el tema impositivo: retenciones, IVA diferencial para los cereales y ajuste por inflación. Otro punto en la agenda será la refinanciación de los pasivos bancarios. El Banco de la Nación tiene en cartera hipotecas que afectan a 12.000.000 de hectáreas. El sector oficial ofrecerá la integración de un Foro Nacional Agropecuario con las entidades para definir las políticas de largo plazo del sector.
La Organización Mundial de Epizootias le devolvió a la Argentina el carácter de "país libre de aftosa" (con vacunación). Si bien la Argentina ya había recuperado gran parte de los mercados perdidos, quedan dos cerrados: Canadá, que los reabrirá en setiembre y Estados Unidos, que fijó un plazo mayor, mediados de 2004.
Las primeras estimaciones hablan de un nuevo aumento de la cosecha esperada de cereales para la campaña 2003/2004. Se señala que se podrían superar holgadamente los actuales 71.000.000 de toneladas.

La nueva campaña luce muy favorable

El sector agrícola ofrece hoy las mejores perspectivas de una buena rentabilidad, derivadas de los precios sostenidos en el mercado mundial y el nivel del dólar, neto de retenciones. Hay indicios ciertos en cuanto a las estimaciones optimistas sobre la próxima campaña. Hoy, por ejemplo, ya es difícil conseguir campos en alquiler y los precios crecieron entre un 20 y un 30% sobre los niveles del año pasado. El salto se produjo en los últimos seis meses, tanto en los arrendamientos como en el precio de los campos. En el caso de los campos ganaderos se nota una escasez todavía mayor y los precios pedidos superan largamente los rendimientos esperados. El desplazamiento de la ganadería por la agricultura explica esta carencia.

Otro hecho que sostiene el optimismo, pese a la carencia de crédito, es que los productores disponen de un stock de entre 13 y 14 millones de toneladas sin vender. Ese stock es un depósito de valor que les permitiría financiar con recursos propios las labores de la nueva cosecha. Los productores, sin embargo, deberían cubrirse ante alteraciones de los precios que pueden incidir en el valor del grano retenido.

Nadie duda de que el centro de la producción de cereales es hoy la soja. Ese cultivo explica el avance de la última cosecha y figura en lugar destacado para la campaña 2003/2004. A partir de 1996 sus variedades transgénicas permitieron ir incorporando más y más superficie y corrieron su frontera productiva. Y es aquí donde han comenzado a levantarse algunas voces de alarma, señalando los peligros de caer en una suerte de monocultivo. Se sabe que el avance de la soja desplazó hacia zonas marginales a la ganadería y también sustituyó en gran proporción a la actividad tambera. Pero el avance fue mayor, ya que también desplazó a cultivos regionales alimenticios (arvejas, lentejas, porotos y frutales). Otro signo que muchos miran con preocupación es que pasó a transformarse en el principal producto de exportación dentro del complejo granos-carnes. El salto de la producción agrícola en las últimas campañas está, sin duda, atado a la expansión de un solo cultivo: la soja.

Las buenas perspectivas agrícolas han creado una mayor demanda de maquinaria. Las ventas de cosechadoras en el primer cuatrimestre de 2003, según la Asociación de Fábricas Argentinas de Tractores y Componentes, más que duplicaron las de igual período de 2002. Las perspectivas es que en 2003 se tripliquen las cifras de ventas del año 2002. Ante la falta de financiación, las operaciones, sobre todo las más grandes, se harían mediante canje por cereal.

Problemas en la actividad ganadera

La ganadería no está en su mejor momento, con precios que no dejan mucho margen de rentabilidad. Por otra parte, la competencia con los cereales, especialmente con la soja, determina que se deba pagar entre 50 y 60 kilos de carne equivalente por hectárea arrendada, cuando los rendimientos pueden estar entre los 120/150 kilos por hectárea. La declaración de país "libre de aftosa" no agrega mucho a la evolución del sector, ya que la mayor parte de los mercados perdidos fueron ya recuperados, quedando, para el futuro, Canadá y Estados Unidos.

A los problemas de la producción se agregó una agria disputa en el sector de la exportación, derivada de la decisión del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) de sacar de la lista de exportadores de carne a la Unión Europea a 17 frigoríficos, por no cumplir con los requisitos de certificación de calidad requeridos por los inspectores europeos. La decisión llevó a que el presidente de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICRA) criticara la medida, por considerarla "discrecional" y adelantó que se podrían producir más de 2.000 despidos. Las plantas cuestionadas tienen, en su conjunto, unas 7.000 toneladas de la cuota Hilton, lo que les representa un ingreso de u$s 35 millones. Funcionarios provinciales objetaron la medida por su impacto sobre la ocupación de mano de obra y las economías regionales. El grupo de frigoríficos que controla el 95% de la exportación, sin embargo, apoyó la medida. Y señalan que la decisión de los europeos se debería en cierta medida a la "crisis de credibilidad" que la Argentina arrastra desde el ocultamiento del brote de aftosa en 2000 y 2001.

Líneas de exportación promisorias

Según informaciones extraoficiales, la apertura de la Unión Europea a las mieles chinas se ha postergado, por lo menos, hasta setiembre. La misión europea de estudio que debía viajar a China en mayo, decidió postergar el viaje como consecuencia de la epidemia de SARS. Para 2003 se espera superar con creces los u$s 114.000.000 de ventas que se registraron en 2002. Los precios al productor crecieron 580% entre abril de 2001 y el mismo mes de este año.

La Argentina exportó el año pasado 41.263 toneladas de productos orgánicos vegetales hacia la Unión Europea, Estados Unidos y Suiza. La legislación vigente para determinar el carácter de orgánico de un producto es severa y se estableció pensando en la Unión Europea. Pese a ese deseo, nuestras exportaciones alcanzan a sólo unos u$s 35 millones en un mercado que mueve anualmente u$s 23.000 millones. Los programas en marcha, sin embargo, dicen que la Argentina, con productos de calidad reconocida, podría rapidamente llegar a exportar u$s 300 millones al año.

PERSPECTIVAS

Aparte de la evolución de los precios, que están hoy un 20% por encima del promedio 1999/2001, la revalorización del euro contra el dólar seguiría su marcha. Esto favorecería a la Argentina en sus exportaciones de alimentos a la Unión Europea. Carnes, oleaginosas, aceites comestibles, pieles y cueros, y preparados de animales, son los rubros que serían mayormente beneficiados.
Los precios ganaderos no mostrarían síntomas de recuperación fuerte, al menos en el corto plazo. Pero hay que mirar con atención la evolución del mercado externo, ya que las exportaciones en el primer trimestre de 2003, con 61 mercados reabiertos, mostraron un aumento de 100% tanto en volúmenes como en divisas.
En trigo y maíz las tendencias de precios siguen manifestando firmeza, sobretodo por finales de campaña con stocks ajustados a nivel mundial. El área que se sembrará de maíz en los Estados Unidos es menor a la esperada inicialmente y se estimó un fuerte recorte del stock final mundial para la campaña 2003/2004 debido a la caída en la cosecha de China.
En soja se espera otra campaña récord, con participación destacada del cono sur, que aportará aproximadamente 52 millones de toneladas de Brasil y 37 millones por parte de la Argentina. La cosecha estadounidense se estima en 78 millones de toneladas, con un área ya sembrada para esta fecha de 50% de la superficie total estimada. Según el USDA, sin embargo, habría un aumento del stock final de la cosecha 2002/2003 en Estados Unidos, por caída de la demanda para molienda interna. La cosecha total mundial marcará otro récord, al estimarse en 204 millones de toneladas, con un bajo nivel de stock anterior. La evolución de la demanda será fundamental para determinar el precio futuro probable.

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