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Informe Económico de Coyuntura |
Nº 236 - Noviembre 2003 - AÑO 22 |
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Nivel de actividad económica y financiación del sistema |
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La información suministrada por el Indicador Mensual de Actividad
Económica -que anticipa el comportamiento del PIB- muestra un incremento de 7% en
el acumulado de los primeros ocho meses del año, con relación a igual período
de 2002. Es precisamente en base a esta evolución que muchos analistas privados y hasta
las propias autoridades económicas, interpretan que el aumento del PIB, para todo el año
2003, podría situarse en el entorno de ese porcentaje.
Otro elemento que también avala esta proyección, es que los tres principales componentes
de la demanda global del sistema económico -el consumo privado, las inversiones y la
exportaciones- están mostrando un comportamiento expansivo. No obstante, cabe señalar,
por cierto, que los valores de comparación son muy bajos como consecuencia de la crisis.
Basta recordar que el PIB correspondiente al II trimestre del año en curso es, todavía,
un 12% inferior al registrado en igual período del año 1998.
En el caso del consumo privado -que está creciendo a un ritmo similar al del PIB-
tienen incidencia favorable la estabilidad de precios, por un lado, y la mejora en los
indicadores laborales, por el otro, tanto por el incremento en el empleo como por la
mejora en los salarios nominales. La última información al respecto, referida al empleo
en la industria y elaborada por el INDEC, señala que al comparar el III trimestre del
corriente año frente a igual período de 2002, se verifica que la cantidad de obreros
ocupados aumentó 6,3%, las horas trabajadas 8,4% y el salario por obrero 16,8%.
Nuevamente, a pesar del citado incremento, conviene poner la situación en perspectiva, ya
que la cantidad de obreros ocupados sigue siendo 23% inferior a la existente en el III
trimestre de 1998.
Con relación a las inversiones en el aparato productivo, las mismas
experimentaron un incremento significativo en la primera mitad del año en curso, ya que
se ubicaron casi 30% por encima de igual lapso de 2002. Además, el aumento se dio tanto
en el rubro construcción como en equipo durable de producción, correspondiendo destacar
el fuerte impulso registrado por la importación de bienes de capital -creció 60% en los
primeros ocho meses del año-, especialmente por la demanda proveniente del sector
agrícola (cosechadoras, trilladoras, camiones, tractores).
De todos modos, las inversiones todavía se ubican en un nivel relativamente bajo
como proporción del PIB, ya que representan aproximadamente 13% cuando en buena
parte de la década de los años 90 ascendían a casi 20% del PIB. En valores absolutos,
además, la contracción es mayor -superior al 40%-, dado que se está comparando con
respecto a un PIB más bajo. Por lo tanto, queda un largo camino a recorrer en materia de
incremento de las inversiones, si se pretende asegurar un crecimiento sostenido de la
economía en los próximos años.
Un factor clave, entonces, es recuperar la capacidad crediticia del sector financiero,
severamente afectada por la crisis 2001/02. Una medida de la contracción del volumen de
crédito al sector privado se observa al considerar que el mismo equivalía a 23% del PIB
en 1999 y que, en la actualidad, sólo representa 8% del PIB. Este guarismo se
compara muy desfavorablemente con el vigente en otras economías de la región, ya que
asciende a 30% en Brasil y a más de 60% en Chile.
A lo largo del corriente año el stock de préstamos al sector privado continuó
disminuyendo hasta el mes de julio inclusive, para luego mostrar una leve recuperación.
Las razones de tal comportamiento deben buscarse tanto del lado de la oferta crediticia
como de la demanda. Desde el lado de la oferta, subsisten problemas no resueltos en las
compensaciones al sistema bancario por pesificación e indexación asimétricas, amparos
judiciales, etc. Desde el lado de la demanda, por su parte, hay todavía niveles
importantes de incertidumbre que se combinan con la vigencia de altas tasas reales activas
de interés. La excepción, en todo caso, es la existencia de una nueva línea crediticia
para Pymes, con subsidio estatal, que permite acceder a préstamos con tasas inferiores,
en promedio, a 10 % anual.
De todos modos, teniendo en cuenta la liquidez excedente que tienen los bancos, la
reducción de encajes dispuesta por el BCRA y el ritmo al que se está expandiendo la base
monetaria, es indudable que existe una capacidad prestable potencial muy
significativa, que puede traducirse en una mayor financiación a la actividad
económica.
Por último y con referencia al comportamiento de las exportaciones, cabe
consignar un alza de 16% en los primeros ocho meses del año frente a igual
período de 2002. Tal incremento se descompone en un 11% correspondiente a mejores precios
y un 5% a mayores cantidades. Un dato relevante es que dos terceras partes de las mayores
exportaciones se explica por el aumento de las ventas externas del complejo sojero (
porotos, aceites, subproductos). Adicionalmente, la expansión del área sembrada con soja
está generando preocupación, tanto porque desplaza otras producciones como por el
eventual efecto adverso sobre la fertilidad de los suelos, ante la falta de rotación en
los cultivos.
Un comentario en particular -más allá de lo que se señala en el punto siguiente- merece
el comportamiento de la exportación de las manufacturas de origen industrial, ya que
experimentaron una disminución del 3% en el período eneroagosto de 2003 con
relación a igual lapso del año anterior. La reducción se explica, fundamentalmente, por
las menores exportaciones de material de transporte terrestre -en particular con destino a
Brasil- y de tubos sin costura para la industria del petróleo. |
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Tendencia creciente de la actividad manufactuera |
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La industria manufacturera ha presentado,
según el Estimador Mensual Industrial (EMI) del INDEC, las siguientes variaciones
de producción:
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una baja desestacionalizada de 1,4% en setiembre respecto
al mes anterior, luego de tres meses de alzas consecutivas; |
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un incremento desestacionalizado de 1,7% en el III
trimestre del año -frente al trimestre precedente-, después de un II trimestre estancado
(0,3%) y un I trimestre con fuerte suba (7,4%); |
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un aumento de 16,7% en los nueve primeros meses, con
respecto al deprimido nivel del mismo período de 2002. |
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A su
vez, el índice de utilización de la capacidad instalada en la industria
-nueva serie del INDEC- viene presentando a nivel trimestral una ininterrumpida tendencia
creciente desde el II trimestre de 2002, pasando de 49,9% en el I trimestre de ese año a
66,5% en el III trimestre de 2003. En setiembre último la utilización alcanzó a 67,2%,
proporción aún baja históricamente.
Ese promedio sectorial es acompañado de un importante grado de asimetría
en sus componentes. En setiembre, los bloques con mayor uso de su capacidad fueron los de
industrias metálicas básicas (91,5%), papel y cartón (85,8% ) y refinación de
petróleo (84,5%). Inversamente los menores porcentajes de utilización se observaron en
vehículos automotores (25,6%), minerales no metálicos (53,0%) y metalmecánica (56,3%).
Por otra parte, la cantidad de obreros ocupados -formalmente- en la
actividad manufacturera se incrementó en 1,2% en el III trimestre del año respecto al
trimestre anterior, acumulando en los nueve primeros meses una suba de 4,1% frente a igual
lapso de 2002.
Asimismo, el índice de horas trabajadas aumentó 1,2% en el III
trimestre y 11,8% en los primeros nueve meses. De esta forma, se aprecia un incremento del
grado de intensidad laboral en lo que va del año, al menos en los registros de trabajo
formal.
En el período enero-setiembre, el bloque que mostró un mayor aumento de producción con
relación al mismo período de 2002 fue el de la industria textil, con
88,2%, favorecida por el cambio de precios relativos que estimuló la sustitución de
importaciones. Este incremento reflejó la mayor fabricación de tejidos y de hilados de
algodón, ya que las fibras sintéticas y artificiales presentaron una pequeña baja.
A su vez, la industria metalmecánica -excluida la automotriz- exhibió
en su conjunto un aumento de 67,1% en los nueve primeros meses, debido en gran medida a la
sustitución de importaciones. Uno de sus componentes, el rubro de maquinaria agrícola,
se halla trabajando a plena capacidad. También exhibió una suba el rubro de
máquinas-herramienta, si bien especialmente en la fabricación de piezas especiales y
componentes. El importante rubro de bienes de consumo durables ha experimentado cierta
mejora en el período aprovechando un incremento de la demanda local, si bien han
impactado en su evolución las fuertes importaciones desde Brasil de artefactos a gas,
electrodomésticos, productos electrónicos y otros.
Entre los bloques sectoriales que tuvieron un comportamiento menos dinámico, el de refinación
de petróleo aumentó su producción en 4,9% durante los primeros nueve meses del
año. La elaboración de los diversos subproductos tuvo una evolución dispar,
destacándose los efectos de la caída del consumo de naftas en forma paralela al
incremento de las ventas de gas natural comprimido.
El bloque de vehículos automotores exhibió en el período un incremento
de 5,2% en su producción, en tanto que las ventas totales a concesionarios acumularon una
suba de 64,1%, favorecidas desde setiembre por las operaciones de compra con Boden. A su
vez, las exportaciones de los nueve primeros meses cayeron 10,5%, habiéndose compensado
parcialmente la menor demanda brasileña con mayores colocaciones en otros mercados.
La elaboración de productos minerales no metálicos presentó un aumento
de 25,0% en su producción de enero-setiembre, destacándose los rubros de cemento y de
otros materiales de construcción, así como también el de vidrio, el cual cuenta entre
sus principales demandantes a las embotelladoras de gaseosas y a la actividad
vitivinícola.
Por otro lado, el bloque menos dinámico en el citado período -en el cual los 12 bloques
considerados mostraron subas de producción- fue el de la industria alimenticia,
el cual posee la mayor ponderación (24,4%) en la elaboración del EMI. Casi todos los
rubros registraron aumento, destacándose el de aceites y subproductos, favorecido por la
mayor disponibilidad de materia prima, especialmente de soja. La excepción fue el rubro
de industria láctea, perjudicado por una importante disminución de la oferta de leche
cruda.
Cabe destacar, finalmente, que si hasta principios del corriente año las actividades
sustitutivas de importaciones y las de perfil exportador fueron las que lideraron el
proceso de recuperación industrial, en los últimos meses las
producciones más dinámicas han sido las vinculadas al consumo interno masivo -bienes de
consumo no durables- y a la provisión de insumos para la construcción.
Para los próximos meses-, puede estimarse una continuación de la
tendencia creciente del nivel de actividad en la industria manufacturera, prosiguiendo con
un mayor dinamismo probablemente las mismas actividades que lo hicieron en los últimos
meses.
Utilización de la capacidad
instalada en la industria |
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Périodo
2002 |
% |
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Périodo
2003 |
% |
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Enero |
48,2 |
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Enero |
58,9 |
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Febrero |
51,0 |
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Febrero |
61,0 |
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Marzo |
50,3 |
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Marzo |
61,9 |
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Abril |
55,1 |
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Abril |
63,2 |
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Mayo |
55,2 |
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Mayo |
64,1 |
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Junio |
55,4 |
|
Junio |
64,3 |
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Julio |
56,7 |
|
Julio |
66,1 |
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Agosto |
56,9 |
|
Agosto |
66,2 |
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|
Septiembre |
58,6 |
|
Septiembre |
67,2 |
|
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Octubre |
59,7 |
|
Octubre |
---- |
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|
Noviembre |
61,2 |
|
Noviembre |
---- |
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Diciembre |
60,0 |
|
Diciembre |
---- |
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