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El índice de precios al consumidor de setiembre
no tuvo variación respecto del mes anterior y acumula un aumento de sólo 2,6% al
término del tercer trimestre del año y de 3,5% en la comparación interanual.
En el análisis por capítulos se registran incrementos en indumentaria (2,5%) -aumento
primavera-verano-; alimentos y bebidas (0,4%) -alzas en frutas, verduras y cerveza-, y
educación (0,1%). Estas alzas se contrarrestaron con las disminuciones en los rubros de
esparcimiento (-1,4%); otros bienes y servicios (-0,5%); equipamiento del hogar (0,4%);
transporte y comunicaciones (-0,2%); vivienda y servicios básicos (-0,1%) -alquileres sin
cambios por primera vez desde octubre de 2002-, y gastos de salud (-0,1%).
En resumen, la nula variación del índice minorista se explica por la compensación entre
incrementos y bajas de los rubros descriptos.
Por su parte, los servicios mostraron una deflación de 0,2%, mientras
que los precios de los bienes aumentaron 0,2%. Desde el inicio del año, los precios de
los bienes se incrementaron 3,6%, en tanto que los precios de los servicios lo hicieron en
2,0%.
La Canasta Básica Alimentaria registró en setiembre una baja de 0,1%
con relación al mes anterior, mientras que frente a diciembre de 2001 el alza acumulada
es de 68,7%.
El índice de precios al por mayor (IPIM) de setiembre presentó una baja
de 0,1% respecto del mes anterior y acumula una deflación de 1,3% en el transcurso del
año y de 2,9% en los últimos doce meses.
La disminución de los precios mayoristas se explica por la baja de los precios de los
productos nacionales (-0,2%), con caída de los primarios (-1,2%) -decremento en petróleo
y gas de 4,4%-, y un aumento en productos manufacturados y energía eléctrica (0,1%), en
tanto que los precios de los bienes importados aumentaron 0,5%.
El índice del costo de la construcción registró un aumento de 0,9%
frente al mes anterior. El incremento mensual del indicador se produjo por alzas en mano
de obra (0,8%), materiales (0,8%) y gastos generales (0,6%). |
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Antes de fin de mes, el Ministerio de Trabajo en conjunto
con el de Economía, presentarán un primer informe sobre cambios en el sistema
previsional. La propuesta, hasta ahora, contiene una única definición referida a que
continuará el actual sistema mixto, si bien se desconoce el peso
relativo de los componentes estatal y privado.
Se adelantó que el objetivo es que se logre un haber asistencial fortalecido
para las personas que tengan pocos años o ninguno de aporte. Este grupo
poblacional cada vez se hace más numeroso, por las altas tasas de desempleo y el alto
porcentaje de trabajo no registrado. Sobre una población activa de 14 millones, sólo 6
millones son aportantes regulares, y como para acceder al beneficio se requiere un límite
de edad (65 años los varones y 60 las mujeres) y un mínimo de 30 años de aportes, se
estima que hacia 2010 el 40% de los mayores de 65 años no tendría jubilación alguna.
El objetivo de ampliar la cobertura jubilatoria es el tema central en todas las propuestas
de cambio previsional desde 1998, las que no resultaron exitosas porque no hallaron
solución para el punto clave que es la fuente donde se pueden tomar los recursos
para financiar dicho incremento. En general, los planteos se sustentaban en
recortar los beneficios de los aportantes regulares.
Si se pretende no generar una redistribución dentro del sistema como en reformas pasadas,
el problema trascendería lo previsional porque habría que cobrar mayores impuestos, de
modo tal que el aspecto asistencial se financie vía rentas generales. |